Mi hijo no estudia

Hay niños a los que no les gusta nada de nada ir al colegio, hacer los deberes, estudiar, etc. con lo que sacan malas notas, suspenden, repiten curso… para gran desesperación de sus padres. ¿Qué podemos hacer en estos casos? ¿Cómo conseguir que entiendan la importancia de estudiar y formarse? 

¿Por qué no quiere estudiar?

Existen muchos motivos diferentes que pueden causar la negativa de tu hijo a estudiar: problemas personales, dificultades de aprendizaje, aburrimiento, malas compañías y consejeros, exceso de protección paterna, etc. 

Cualquier causa puede hacer que tu hijo se desconecte de sus estudios, deje de hacer los deberes y de estudiar y cada vez saque peores notas en clase, lo que llevará a los suspensos y las repeticiones de curso.

En ocasiones, la falta de tiempo e implicación por parte de los padres desemboca en un ambiente más relajado en torno al estudio. Además, suelen ser chicos con algún problema de aprendizaje que necesitan apoyo extra, con problemas emocionales sin resolver o sin capacidad de esfuerzo y superación.

Atento a las pistas

En cuanto notes estos comportamientos en tu hijo, habla con él y con sus profesores para poder atajar el problema lo antes posible:

- Busca excusas para no hacer los deberes o estudiar o para justificar las malas notas.
- Miente acerca de cuándo tiene exámenes o de si tiene deberes o no.
- Cada vez que intentas que se ponga a hacer las tareas de clase, se queja, se resiste y te dice que no le gusta estudiar.
- Sus profesores se quejan de su mal comportamiento o sus malas notas, sus pocas ganas, su desinterés, etc. 

¿Cómo actuar?

Una vez que un chico empieza a sacar malas notas en todas las asignaturas, es complicado lograr que entienda la importancia de estudiar y se ponga de nuevo a ello, por eso se debe es importante resolver el problema antes de que se desilusione, le parezca algo imposible de lograr y abandone totalmente. 

- Interésate por sus estudios desde el principio, aunque sea muy pequeño y esté aprendiendo solo las letras. 
- Averigua la causa de su desmotivación: quizá tenga un problema de aprendizaje (dislexia, dificultades de visión…); problemas con otros compañeros; amigos que le dan malos consejos; etc.
- Hazle ver que estudiar es su obligación igual que trabajar la vuestra. No es una elección hasta que acabe la enseñanza obligatoria. Además, debes intentar que comprenda las ventajas que supondrán para su futuro el aprender y formarse. Debe ver el estudio como un beneficio para él, no para vosotros. 
- Establece un plan de estudio con horarios para hacer los deberes, las pausas, cuándo estudiar… Es importante que se ciña a él y que tú le ayudes a cumplirlo. Intenta sacar tiempo para sentarte con él un rato todas las tardes para comprobar si ha hecho los deberes o no, cómo los ha hecho, etc. 
- Habla con sus profesores para que te orienten sobre qué hacer, cómo ayudarle, en qué asignaturas tiene más problemas, si hace falta buscar apoyo extraescolar… Si es posible, que te avisen ellos de su calendario de exámenes para que no pueda engañarte al respecto y sepas cuándo debe estudiar. 
- Si suspende, no le castigues. Los castigos pueden hacer que se desanime aún más. Por el contrario, alábale cada vez que saque buenas notas o haga sus deberes o consiga cualquier avance. 
- Es importante que tenga una zona habilitada para el estudio sin distracciones y con todo el material necesario.
- Nunca le critiques ni le regañes por fallar, y menos aún le llames tonto. 
- Sé paciente y constante, no logrará de un día para otro ser un estudiante modelo. 
- Proporciónale pautas de estudio y memorización. Si no sabes, busca ayuda de un experto.