Operación pañal, ¿cómo llevarla a cabo con éxito?

Más pronto o más tarde llega el momento de la operación pañal, esa etapa de transición imprescindible durante el crecimiento de cualquier niño o niña.

Es una tarea muy difícil para los niños, y para los padres; pero con la información adecuada, algo de esfuerzo y mucha paciencia, se puede conseguir sin que el proceso resulte demasiado estresante.

Operación pañal, ¿es buen momento o mi hijo aún necesita pañales?

El dominio de los esfínteres es un hito en la maduración de un niño. Para que se produzca requiere la capacidad de poder controlarlos y un aprendizaje adecuado sobre todo el proceso que supone cambiar un pañal por el váter.

La mayor parte de los niños empieza a controlar sus esfínteres alrededor de los dos o los tres años. No obstante, a algunos puede costarles algo más de tiempo. 

Esto significa que no existe una fecha o edad exacta en la que los niños deban dejar de usar pañales. 

Cada niño tendrá su propio ritmo, aunque no conviene precipitarlo antes de los 18 meses. 

Retirar el pañal es todo un paso en el crecimiento y la independencia física y psicológica, del bebé por lo que debemos esperar a que su sistema nervioso y sus órganos estén preparados. 

Podemos intuir si nuestro bebé está listo para comenzar la operación pañal cuando ya puede permanecer seco varias horas o nos informa de alguna manera cuando tiene el pañal sucio. 

Generalmente, este punto llega entre los dos y los tres años, más o menos cuando empiezan a tener cierto control sobre sus esfínteres, como ya habíamos dicho.

¿Cómo empezar la retirada del pañal?

Para empezar con la operación pañal puedes llevar a tu hijo al orinal cada dos horas y felicitarle cuando lo utilice. 

Cuando consiga hacer pipí en el orinal durante varios días, puedes espaciar el tiempo entre las diferentes visitas al baño. 

Una vez que el bebé está familiarizado con el orinal y ha normalizado el hecho de hacer sus necesidades en él, puedes empezar a trabajar en la transición hacia el váter.

No olvides que todo este proceso es un aprendizaje, por lo que debes ir explicándole bien y poco a poco todos los aspectos clave: «Hacemos pipí en el váter para no ensuciarnos», «Tenemos que tirar de la cadena después de usar el váter», «Hay que bajarse los pantalones y las braguitas/calzoncillos para hacer pipí», etc.

Además, es conveniente ponerle ropa que resulte fácil de desabrochar y de volver a poner para hacer que el proceso sea más sencillo y fomentar su independencia. 

Cada vez que logre el objetivo de la operación pañal, hazle una gran fiesta, felicítalo y/o dile lo bien que lo está haciendo.

Por el contrario, cuando se haga pis encima no le regañes, lo castigues o le digas que lo está haciendo mal, simplemente cámbialo y trata de mantener su motivación por intentarlo la próxima vez.

Recuerda que la operación pañal es una tarea complicada para el bebé. 

Puede que todavía no sea capaz de controlar por completo sus esfínteres (a los 2 años y medio de edad solo el 50% de los niños son capaces de dominarlos) o tal vez aún no comprende los entresijos de esta nueva realidad para él o ella.

Por tanto, es esencial tener paciencia y ser persistente, debemos continuar con el proceso, poco a poco, y sin volver a los pañales una vez que los haya empezado a dejar.

Eso sí, si detectamos que el niño o la niña no está preparado, no pasa nada por recurrir de nuevo al pañal. Esto no significa que retrocedamos, sino que nos adaptamos al ritmo de nuestro bebé.

Retirada del pañal por la noche

Como habrás notado, la operación pañal es un proceso que debemos abordar de manera gradual, dando pequeños pasos que permitan al niño ir progresando. 

Dentro de ese avance progresivo también debemos tener en cuenta que no es lo mismo quitar los pañales durante el día que por la noche.

Como es lógico, los pañales nocturnos resultan más complicados de abandonar para el niño.

Por eso, puede ser necesario esperar algunos meses tras la retirada del pañal diurno antes de trabajar en el abandono de los pañales durante la noche.

Aunque, como ya decíamos antes, cada niño tiene su propio ritmo, la mayoría empiezan a conseguir permanecer secos por la noche a partir de los tres años.

No obstante, es normal que mojen la cama durante un periodo o que tengan escapes de cuando en cuando, incluso cuando ya no utilicen pañales durante el día.

Concretamente, es común que se produzcan fugas involuntarias o enuresis hasta los cinco años de edad. 

Poco a poco, a medida que el niño crezca, los escapes nocturnos irán desapareciendo por sí solos.

Esperamos que este artículo te resulte de ayuda para que la operación pañal ¡sea todo un éxito!