Los adultos tendemos a simplificar las emociones de los niños y nos parece que lo único que hacen es jugar todo el día y que solo pueden sentir alegría o pena. Pero sus emociones son tan complejas como las de los adultos, solo que no saben expresarlas. Así, al igual que los adultos, pueden tener complejos hacia ciertas condiciones físicas o psíquicas.
Los complejos más habituales de los niños tienen relación con su aspecto físico (sentirse muy altos, bajos, gordos, feos, llevar gafas…) o con problemas de desarrollo o aprendizaje (si les cuesta leer, o pronunciar una palabra, etc.). Y es que los niños pueden ser muy crueles unos con otros, por lo que nadie está exento de sentirse acomplejado, y menos aún los niños que suelen ser más vulnerables a las críticas externas y que necesitan el reconocimiento de los demás.
Algunos niños pueden llevar mejor las burlas de los demás e incluso tomárselas a broma, pero para otros puede suponer una causa de retraimiento social y falta de autoestima, lo que puede afectar a sus relaciones sociales y su aprendizaje en el colegio.
¿Está mi hijo acomplejado?
Para saber si tu hijo sufre por algún complejo, debes estar atento a las siguientes señales:
- Habla de sí mismo de manera muy negativa
- Su autoestima es muy baja y se ve inferior a los demás
- Le concede mucha importancia al aspecto físico
- No quiere ir al colegio ni quedar a jugar con otros niños
- Se le nota triste
- Tiene problemas para dormir o comer
¿Cómo ayudarle?
- Escúchale y saca un rato todos los días para que te cuente cómo le ha ido el día. Así podrás saber si algo le está pasando.
- No menosprecies sus sentimientos; aunque para ti no tenga importancia ser más o menos alto, si para él supone un problema tienes que transmitirle que le entiendes y hacerle ver que te preocupas por lo que le pasa.
- Intenta restarte importancia a su complejo, tiene que entender que hay cosas más importantes y que una persona no está definida solo por su altura, peso o la forma de hablar.
- Además, hay muchos complejos que pueden ser subsanados. Por ejemplo, si está muy gordito, también por temas de salud, puedes modificar su dieta y ayudarle a hacer ejercicio. O si lleva gafas, podéis buscar unas modernas con las que se sienta a gusto o ponerle lentillas.
- No obstante, es fundamental que le hagas ver todas sus virtudes para que no se obsesione con su defecto y comprenda todo lo bueno que tiene. Su vida no tiene que girar en torno a ese problema.
- Trabaja su autoestima.
- Es importante que vea en ti seguridad y que tú tampoco tengas complejos.
- Enséñale cómo responder a las burlas sin enfadarse ni buscar pelea.
Etapa vital
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