Adiós a la toma nocturna

  • 19 de Noviembre del 2014
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Pese a que cada bebé sigue su propio ritmo de sueño y alimentación, hacia los 4 meses como media, suelen empezar a “saltarse” la toma de la noche de manera natural y espontánea, lo que proporciona un mayor descanso a los padres.

A partir de esta edad, el aparato digestivo del bebé ha madurado tanto en funcionalidad como en tamaño. Las tomas empiezan a espaciarse y son más largas ya que ingiere más cantidad de leche.

Si tú bebé se encuentra en un percentil de peso y talla correctos para su edad y realiza las tomas de leche durante el día adecuadamente, muy probablemente ha llegado la hora de decir adiós a la toma nocturna.

Es totalmente instintivo que las madres nos preocupemos por la alimentación de nuestros retoños y dudemos de si están bien alimentados o se quedan con hambre cuando se inicia esta nueva etapa, ¿qué podemos hacer?

Proporciónale a tu bebé una toma con mayor cantidad de leche antes de acostarse para que quede más saciado. Si ya ha empezado a consumir papilla de cereales, como es el caso de Blevit plus Sin Gluten, puedes añadir 1-2 cucharaditas en el biberón. Tampoco hay que pasarse en las cantidades (de leche y/o cereal) porque no queremos que el bebé tenga una digestión pesada que le cause malestar y no le deje conciliar el sueño.

También puedes variar ligeramente las horas de las tomas (sea biberón o pecho). Intenta retrasar un poco la última toma (suele recomendarse hacia las 23-24h) y adelantar la primera toma del día (suele recomendarse hacia las 6-7h), ya que a esas edades los bebés empiezan a dormir 5-6 horas ininterrumpidamente, aunque recuerda que a esta edad la alimentación debe ser a demanda.

En cualquier caso, lo mejor es que, decidas lo que decidas, lo hagas de manera progresiva y siempre de la mano de tu pediatra, buscando lo que mejor se adapte a ti y a tu bebé.

Como último consejo, no desesperes si oyes que tu bebé se despierta y llora, puede que la razón no sea que tiene hambre sino otros motivos como que se sienta solo, tenga miedo, quiera jugar, tenga sed o simplemente reclame vuestra atención.

Recordemos que también deben madurar los ciclos de sueño y vigilia por lo que los despertares nocturnos estarán a la orden del día.

Etapa vital