Todo sobre la alergia a las frutas de verano

  • 10 de Septiembre del 2019
  • 5 min de lectura

Una de las meriendas más saludables que puedes ofrecer a tu pequeño en los meses de verano es un gran bol de fruta fresca recién sacada de la nevera, pero ¿qué pasa si tiene alergia a las frutas de verano? ¿En qué consiste esta alergia? ¡Te lo contamos todo en este post!

 

Alergia a las rosáceas

Las alergias alimentarias son cada vez más frecuentes entre la población infantil. Las más comunes son a la leche de vaca, el huevo o el gluten, pero también hay niños que sufren alergia a las frutas, en concreto, afecta a un 11 % de los alérgicos menores de 5 años. Sin embargo, afecta a un 37 % de los alérgicos a alimentos que superan esta edad.

El grupo de frutas que más alergia provoca es el grupo de las rosáceas entre las que se encuentran frutas de verano como el albaricoque, la fresa, el kiwi, las cerezas, el melocotón, la ciruela, la nectarina, la pavía, la pera o el membrillo.

La alergia a las rosáceas tiene mayor presencia en algunas zonas de España, en concreto en Andalucía y en las Islas Baleares, y suele ser común en alérgicos al polen.

El alérgeno, es decir, lo que provoca la reacción alérgica, es la proteína de estas frutas y ésta es resistente al calor y a la digestión, por eso también pueden aparecer síntomas al ingerir cualquier alimento o producto procesado que tenga entre sus ingredientes esta proteína, como podrían ser mermeladas, yogures, zumos, helados, bebidas de sabores, gelatinas, pasteles, etc.

 

Bol con fruta de verano troceada

 

Síntomas de esta alergia

Las señales que indican que hay una reacción alérgica suelen darse en la primera hora tras la ingesta y las principales son:

  • Picor, hormigueo, inflamación y enrojecimiento en la boca y la orofaringe, que es la zona por la que transitan los alimentos y las bebidas al tragar. A este conjunto de síntomas se le conoce como síndrome de alergia oral (SAO), y es muy común en las alergias alimentarias a frutas y verduras.
  • En casos más graves podría darse un episodio de anafilaxis, especialmente con las proteínas transportadoras de lípidos (LTP) que pueden estar presentes en la piel de la fruta. Las que pueden causar este tipo de reacciones son las cerezas, las ciruelas, las nectarinas, los kiwis, las fresas, las moras, los albaricoques, los melocotones, las paraguayas, las piñas y los plátanos.

 

Tratamiento y recomendaciones para el verano

Como en todas las alergias, una vez detectada y diagnosticada por el alergólogo, lo mejor es prevenir y evitar que tu pequeño tome la fruta o frutas que le causan las reacciones alérgicas.

A continuación, te damos una serie de pautas que te ayudarán a no bajar la guardia con la alergia a la fruta este verano:

  • Si tu hijo sólo tiene alergia a la piel de una fruta en concreto, podría seguir tomándola, siempre y cuando la pele otra persona, aunque para evitar riesgos, lo mejor es que deje de consumirla.
  • Cuando existe una alergia previa, has de prestar especial atención si tu pequeño prueba por primera vez alguna fruta, especialmente las más exóticas.
  • Si os vais de vacaciones y estaréis fuera de casa unos días, no olvides llevar el tratamiento pautado por el médico.
  • No está de más que también lleves algún informe médico en el que esté descrito el tipo de alergia y el tratamiento que sigue tu pequeño por si fuera necesario mostrarlo en un centro médico tras una reacción alérgica.
  • Si tu hijo va a pasar unos días en un campamento o participando en actividades o talleres, es conveniente que informes a los monitores o responsables y les expliques qué hacer si aparecieran los síntomas al haber ingerido y/o entrado en contacto con la fruta causante de la alergia.
  • Seguro que ya estás acostumbrada/o a preguntar los ingredientes de todo lo que tu hijo va a comer cada vez que vais a un restaurante, pero en verano, con las vacaciones, los cambios de hábitos y rutinas, es fácil relajarse, pero no hay que olvidar preguntar siempre.

Niño comiendo un melocotón

 

La mayoría de los niños alérgicos lo son a una o varias frutas de verano, pero no a todas, por lo que seguro que encuentras opciones para que pueda seguir disfrutando del verano y de las vacaciones sin exponerse a ninguna reacción alérgica. Si casualmente es durante las vacaciones cuando los síntomas aparecer por primera vez, lo mejor es que evites darle esa fruta y acudir al pediatra en cuanto sea posible.

Otras alergias alimentarias frecuentes

En el caso de los bebés y los niños de corta edad, por su especial repercusión en su alimentación diaria de estos grupos de edad, destacan especialmente la alergia a las proteínas de la leche de vaca, la intolerancia a la lactosa y la alergia al gluten, la celiaquía.

La alergia a las proteínas de la leche vaca representa una cuarta parte de los niños afectados de alguna alergia alimentaria, ocupando un tercer lugar después del huevo del pescado. El tratamiento de la alergia a las proteínas de la leche de vaca  se basa en eliminar su presencia en la dieta. Para ello, se utilizan las fórmulas hidrolizadas (fórmulas FH) o las fórmulas a base de proteínas vegetales, como es el caso del arroz o la soja, cuya utilización debe venir indicada por el pediatra.

Para la intolerancia a la lactosa, pueden utilizarse las fórmulas sin lactosa, en las cuales los hidratos de carbono están constituidos por dextrinomaltosa o polímeros de glucosa, de mejor absorción.

El gluten es una mezcla de proteínas (las prolaminas y las gluteninas) que se encuentran en algunos cereales, tales como el trigo, la cebada y el centeno.

No todas las personas pueden aceptarlo pues uno de cada mil niños aproximadamente no tolera bien el gluten. Esta intolerancia se conoce bajo el nombre de enfermedad celíaca o celiaquía y sus manifestaciones son diferentes dependiendo de la edad de aparición y del grado de intolerancia a la proteína.

El tratamiento de la celiaquía se basa en la exclusión total de gluten de la dieta a lo largo de toda su vida, ya que la intolerancia al gluten en las personas celíacas es permanente. En el caso de las papillas por cereales, por ejemplo, se utilizan las elaboradas con arroz y/o maíz, cereales que no contienen gluten en su composición.

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Referencias

  • Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex. Alergia a frutas y verduras. Recuperado de https://www.aepnaa.org/ver/frutas Ortega Casanueva, Cristina. (2018). La alergia y las frutas. Alergia en la mochila. Quirón Salud. Recuperado de https://www.quironsalud.es/blogs/es/alergia-mochila/alergia-frutas

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