No es fácil irse al trabajo o a cualquier otro lugar y dejar al bebé llorando a mares porque te marchas, pero es una etapa por la que pasan casi todos los niños y nuestro principal objetivo será ayudarles a superarla.
Esta etapa puede alargarse hasta los 3 años pero con paciencia y algunos trucos los padres conseguirán que el pequeño empiece a sociabilizarse y deje de pasarlo tan mal ante cualquier separación.
- Es importante que los padres sean fuertes y que acostumbren al pequeño poco a poco a estar lejos de ellos. Por más que llore cuando se marchen hay que seguir con el plan, asegurándose que el bebé vaya a estar bien cuidado.
- No hay que angustiarse por si lo pasa mal, es una etapa de lo más común por la que tiene que pasar. Poco a poco se irá haciendo con la situación y disfrutará con personas nuevas.
- Hay que empezar dejándole solo periodos cortos de tiempo para que vea que al ratito los padres vuelven. También hay que explicarle cuándo se va a volver y nunca mentirle porque se frustrará y angustiará más durante la espera. Lo mismo ocurre si los padres se marchan a escondidas, el resultado será mucho peor.
- Antes de dejarle solo con la persona que le va a cuidar es mejor permanecer un día todos juntos para que el pequeño se vaya habituando a ella y vea que los padres también la conocen. La persona debe ser comprensiva, cariñosa y paciente para que el bebé se sienta lo mejor posible; si es un familiar cercano, como los abuelos, mucho mejor. Si el bebé va a quedarse en la guardería puede que la transición sea más fácil al estar rodeado de más niños de su edad, pero seguramente los primeros días también llore de manera desconsolada.
- Cuando empiece a llorar no hay que hacer un drama ni alargar la situación. Lo mejor es despedirse de manera alegre y tranquila, darle un beso y marcharse rápido. Es fundamental no echarse atrás.
- Hay que darle libertad y fomentar su autoconfianza. Es importante dejar que explore la casa, que experimente y que esté solo algunos ratos. Si tiene confianza, le costará menos separarse.
- Hay que marcar ciertos límites y hacerle entender que no puede estar todo el rato en brazos de papa y mamá y perseguirles por toda la casa, por ejemplo cuando se esté en el baño o cocinando.
Etapa vital