¿Por qué retrasar las acelgas y espinacas?

  • 15 de Octubre del 2014
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La Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) no recomienda la introducción de acelgas ni espinacas en la alimentación de los bebés hasta los 12 meses de edad. La razón de esta recomendación es que se trata de hortalizas de hoja verde que destacan por su contenido en nitratos.

¿Qué son los nitratos y cuáles son sus riesgos?

Los nitratos son sales que se encuentra de manera natural en los vegetales y hortalizas, especialmente en aquellas de hoja verde, como las espinacas o la lechuga. Los nitratos en sí son relativamente poco tóxicos, su toxicidad viene determinada por su transformación a nitratos dentro del organismo. Estos nitritos en altas concentraciones pueden causar metahemoglobinemia, un trastorno cuyo síntoma más característico es la cianosis (coloración azulada de la piel y las mucosas). Su aparición afecta especialmente a bebés y niños pequeños que se ven expuestos a niveles elevados de nitratos a través de su alimentación, llamándose a este trastorno “síndrome del bebé azul”.

Conscientes de este riesgo, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estableció en 2006 un Reglamento que establece los límites máximos de nitratos en lechugas y espinacas. Estos límites se reevalúan anualmente en base a los datos de control recogidos cada año. En algunos casos se ha comprobado que no se han conseguido cumplir estos límites a pesar de las buenas prácticas agrícolas, como en el caso de las espinacas frescas.

Esto se debe a que el nivel de nitratos de los alimentos depende de la luz con la que se cultivan. Así, una elevada intensidad lumínica favorece el metabolismo de la planta fijando el nitrógeno en determinados compuestos orgánicos como aminoácidos, proteínas, clorofila, etc., lo que reduce el contenido de nitratos, de modo que cualquier factor que reduzca la intensidad luminosa o la velocidad de la fotosíntesis favorece la acumulación de los mismos en la planta. Por eso, los cultivos de invierno presentan concentraciones de nitratos superiores a los de verano y por la misma razón, los cultivos en los países del norte de Europa presentan niveles superiores a los que tienen lugar en la zona sur. Por la misma razón, los cultivos al aire libre tienen menor contenido en nitratos que los de invernadero.

Según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) los niveles de nitratos en las lechugas no representan un riesgo para los niños. Sin embargo, el caso de las espinacas es diferente. En el caso concreto de España, también hay que tener en cuenta las acelgas, hortalizas sobre las que los documentos europeos no suelen hablar porque su consumo se da especialmente en nuestro país, pero que presentan los mismos riesgos que las espinacas.

Recomendaciones de la AESAN

En base a todos estos datos, la AESAN y la Asociación Española de Pediatría recomiendan seguir los siguientes puntos en bebés y niños de 1 a 3 años (la población de mayor riesgo):

- No incluir espinacas, col, remolachas ni acelgas en los purés antes de los 12 meses. En caso de hacerlo, procurar que el contenido de cualquiera de ellas no sea más del 20% del total.

- No dar más de una ración de espinacas y/o acelgas al día a niños de 1 a 3 años.

- No dar espinacas y/o acelgas a niños que presenten infecciones bacterianas gastrointestinales.

- No mantener a temperatura ambiente las verduras cocinadas (enteras o en puré). Conservar en frigorífico si se van a consumir en el mismo día, si no, congelar. Esto se debe a que la conservación incorrecta de estas hortalizas cocinadas puede dar lugar a la conversión de nitratos en nitritos.

Para más información, puedes consultar su página web.

 

No obstante, nunca debes dejar de lado estos alimentos ya que, siguiendo estos consejos, resultan una excelente opción para diversificar el tipo de verduras y hortalizas que utilizas en la alimentación de tus hijos.