Autoeficacia en los niños, la importancia en su desarrollo

¿Alguna vez has sentido que no eras capaz o te resultaba difícil conseguir un objetivo? Muchas veces, por diferentes motivos sentimos esto. Por el contrario, cuándo sientes que eres capaz de afrontar un desafío o un nuevo reto, que confías en tus capacidades, estamos hablando de un alto nivel de autoeficacia. 

La autoeficacia es imprescindible desarrollarla desde pequeños para que de esta forma tengan la capacidad de confiar y afrontar los retos de la vida. 

¿Qué es la autoeficacia?

La autoeficacia es un concepto elaborado por un psicólogo llamado Albert Bandura y es el conjunto de creencias asociadas a nuestras habilidades, para tratar diversas situaciones que se presentan a lo largo de la vida. 

La autoeficacia es una parte esencial de la autoestima. Un niño que posea una alta autoestima va a generar un alto nivel de autoeficacia y confianza, pudiendo abordar objetivos y nuevos desafíos de forma eficaz. 

En síntesis, la autoeficacia es la creencia que tenemos las personas sobre nuestras propias capacidades de tener éxito en diferentes situaciones de la vida. 

¿Por qué es importante? 

El desarrollo de la autoeficacia es de gran importancia ya que ayuda a superar los problemas rápidamente, además el buen desarrollo de esta ayudará al niño a generar confianza y a que vea al mundo de una forma más positiva. 

Desarrollar la autoeficacia en los niños les ayudará a: 

• Ser más constantes.
• Tener más paciencia. 
• Reflexionar sobre sus decisiones. 
• Dominar y mantener la calma.
• Ser más flexible en su forma de pensar. 

Autoeficacia desarrollada vs autoeficacia poco desarrollada

Un niño con una autoeficacia desarrollada tiene a la vez el autoestima alta, sabe que tiene la capacidad suficiente para afrontar las situaciones por lo tanto no ve las dificultades como problemas, sino como una oportunidad para aprender. 

Así mismo, los niños con una autoeficacia desarrollada sienten motivación por las tareas del día a día y tienen un compromiso con las actividades por más difíciles o complicadas que sean. Además, estos niños logran recuperarse de manera rápida ante un fracaso o decepción. 

Por el contrario, los niños con la autoeficacia poco desarrollada tiene baja autoestima, cree no poder superar o afrontar situaciones por más fáciles o difíciles que sean y se frustra. 

Así mismo, las actividades que cree difíciles las evita porque cree que no las puede desarrollar al centrarse en aspectos negativos. Generalmente tardan más en adaptarse al ambiente escolar y aprender a leer, sumar, restar…

Fomentando la autoeficacia en los niños 

Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo de la autoeficacia aunque este continúa a lo largo de toda la vida, por ello te proponemos algunos tips para ayudar a desarrollar la autoeficacia: 

• Autoconocimiento, hay que ayudar a los niños a conocerse a sí mismos, reforzando sus cualidades para que pueda percibir sus capacidades a la vez que ayudarlo a reconocer y aceptar sus debilidades. 
• Reforzar sus aspectos positivos, reconocer en el niño sus cualidades y su comportamiento positivo, enseñándoles también cuando sus conductas son erróneas y dándoles alternativas positivas para corregir estas conductas. 
• Permitirles tomar sus propias decisiones, comentándole la importancia de asumir las consecuencias de ello, nuestro rol como adultos es ayudarlos a pensar en las consecuencias negativas y positivas de determinadas decisiones. 
• Enseñarles la importancia de ver lo positivo en los fracasos, ayudándolos a verlos como oportunidades para aprender de los errores, mejorar y proponerse nuevos retos. 
• Apoyarlo a que se proponga nuevos desafíos, con metas alcanzables y realistas. 

Como hemos podido leer, la autoeficacia es importante en el desarrollo del niño, tanto para alcanzar un buen desempeño académico como para generar motivación y persistencia para su vida. ¿Y tú, desarrollas la autoeficacia en tus hijos? ¡Nunca es tarde para ponerlo en práctica!