El dolor vulvar postparto: causas, tratamientos y cuidados

  • 16 de Febrero del 2022
  • 7 min de lectura

El dolor pélvico o dolor vulvar postparto es muy común entre las mujeres que han dado a luz por vía vaginal. En la mayoría de los casos, estas molestias están ocasionadas por algún tipo de desgarro producido durante el parto, aunque no necesariamente. Te explicamos las posibles causas de estas molestias, cómo se tratan y qué puedes hacer para aliviarlas.

Posibles causas del dolor vulvar postparto

Para entender bien cómo puede afectar el trabajo de un parto vaginal a los genitales externos femeninos, es necesario conocer cómo es su estructura. Es común hablar de vagina cuando, en realidad, se hace referencia a la vulva. Los genitales externos femeninos están ubicados en el periné o perineo y comprenden:

  • La abertura o vestíbulo de la vagina (vía del parto). La vagina es el órgano más externo de los genitales internos femeninos junto al útero, las trompas de Falopio y los ovarios.
  • El monte del pubis
  • Los labios mayores y menores
  • El clítoris
  • El bulbo del vestíbulo y las glándulas vestibulares

Los cambios físicos y hormonales que ocurren durante el embarazo, el parto y el periodo de lactancia pueden afectar a la vagina y al suelo pélvico (perineo) disminuyendo su elasticidad, la capacidad de tensión y la lubricación.

En muchos casos, estos órganos van recuperando sus características y funcionalidad en las seis u ocho semanas siguientes al parto, aunque esto no ocurre siempre y puede ser necesario recurrir a una rehabilitación postparto.

Son muchas las mujeres que tras un parto vaginal o, sobre todo, si ha sido un parto múltiple o si ha habido un desgarro o una episiotomía, padezcan alguna de las siguientes consecuencias, incluso meses después del parto:

  • Pérdidas involuntarias de orina e incontinencia urinaria.
  • Pérdida del control de las evacuaciones (incontinencia intestinal).
  • Cambios en el aspecto de la vagina, pudiendo verse más ancha o más grande
  • Laxitud vaginal y pérdida de sensibilidad al mantener relaciones sexuales.
  • Dolor con la penetración.
  • Sequedad vaginal y falta de lubricación.
  • Debilitamiento del suelo pélvico.
  • Cicatriz de textura gruesa y protuberante con color rojizo o rosado (hipertrófica) debida a la práctica de la episiotomía que causa sensación de tirantez en el perineo.
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Tipos de desgarros

Durante un parto vaginal, pueden producirse desgarros debido al esfuerzo y la tensión propios del trabajo del parto o bien cómo consecuencia del uso de instrumental como espátulas y fórceps y a la práctica de una episiotomía

Aunque los más frecuentes ocurren en el perineo, también pueden darse desgarros en la pared vaginal, que pueden llegar hasta el cuello uterino, o en los labios menores y/o mayores, y estos provocan lo que se conoce como dolor vulvar postparto. 

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¿Qué es el perineo o suelo pélvico?

Llamamos periné, perineo o suelo pélvico al conjunto de músculos , ligamentos y tejidos que van desde el pubis hasta el coxis, alrededor de la vulva y el ano, tapizando toda la parte inferior de la pelvis.

El periné sostiene los órganos pélvicos, controla los esfínteres y mejora la calidad de las relaciones sexuales.

Cómo te hemos comentado, los desgarros más habituales durante el parto son los perineales y por ello se utiliza un sistema de clasificación de la gravedad de la lesión según las estructuras a las que afecta. Es la siguiente:

  • Grado 1 - Se trata de un desgarro en la piel perineal o en la mucosa vaginal, sin daño muscular.
  • Grado 2 - El desgarro afecta a la musculatura del periné sin afectar al esfínter anal. 
  • Grado 3 - El desgarro daña los músculos internos y externos del ano.
  • Grado 4 - Los desgarros llegan al recto.

Es importante tener en cuenta que, de producirse, la mayoría de los desgarros son de primer y segundo grado y solo un pequeño porcentaje de mujeres - menos de un cinco por ciento - sufre desgarros de tercer y cuarto grado, conocidos como lesiones obstétricas del esfínter anal u OASIS, por sus siglas en inglés: obstetric anal sphincter injuries.

Las posibilidades de sufrir desgarros de tercer o cuarto grado - OASIS - aumentan según una serie de riesgos, propios o modificables, más allá de un dolor vulvar postparto.  

Los riesgos inherentes son estos:

  • Antecedentes de OASIS en madre o hermanas
  • Ser de etnia asiática
  • Tener una distancia corta entre la vagina y la abertura anal
  • Tratarse de un primer parto vaginal
  • Parir un bebé grande

Te detallamos los riesgos modificables:

  • Ser necesario el uso de instrumental para ayudar a dar a luz
  • Practicar una episiotomía
  • Empujar durante mucho tiempo
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Por qué se realizan las episiotomías

Esta incisión se practica en la pared vaginal y el perineo cuando la abertura de la vagina no se dilata lo suficiente para que el bebé pueda salir. 

Puede hacerse de dos maneras:

  • Mediana: se realiza una incisión vertical desde la parte inferior de la abertura vaginal hacia el recto. Es la que sana mejor, aunque presenta un mayor riesgo de desgarro.
  • Mediolateral: en este caso, la incisión se realiza en un ángulo de 45º desde la parte inferior de la abertura vaginal hacia uno de los lados. El riesgo de desgarro es menor, aunque esta incisión conlleva mayor pérdida de sangre y cuesta más de sanar.

Las razones más comunes por las que el médico decide practicar una episiotomía son cuando se da alguna de estas condiciones:

  • Ante un parto complicado, por ejemplo si el bebé viene de nalgas.
  • La etapa de pujo se prolonga demasiado.
  • El bebé es prematuro.
  • El bebé es grande.
  • Se detecta fatiga fetal.
  • Han de utilizarse ventosas o fórceps.

Complicaciones asociadas a los desgarros

Te contamos las complicaciones que pueden suceder cuando hay desgarros. 

  • Sangrado. Es la complicación más común y puede requerir puntos de sutura adicionales.
  • Infección. Es más habitual en mujeres tras un OASIS. Se trata con antibióticos y un buen cuidado perineal.
  • Dehiscencia. Sucede cuando las puntadas de sutura se separan y la herida se reabre.La posibilidad de que suceda es baja y solo una de cada veinte mujeres lo sufre. Según se valore, se dejan curar solas o se practica una reparación quirúrgica.
  • Relaciones sexuales dolorosas. Tras un OASIS es posible sentir dolor e incomodidad al practicar sexo. Los desgarros más grandes necesitan más semanas de recuperación. 
  • Falta de control intestinal. Es más frecuente cuando se da un OASIS. Mejora con el tiempo y suele resolverse cuando el desgarro se cura del todo. En ocasiones, es necesario realizar fisioterapia. 

Cómo se tratan los desgarros y cómo puedes aliviar las molestias

Los desgarros de primer y segundo grado se reparan en la misma sala de parto y, en algunas ocasiones, no requieren puntos de sutura o solo unas pocas puntadas que se disuelven solas con el tiempo. Si no se ha utilizado anestesia epidural se administra algún analgésico adormecedor.

Para reparar los desgarros mayores, tercer y cuarto grado - OASIS - puede ser necesario tratarlos en quirófano, sobre todo si sangran demasiado o se requiere alguna medida adicional como un mayor control del dolor.

Tras el parto, las medidas más indicadas para aliviar las molestias son las siguientes:

  • Durante las primeras doce horas aplica una bolsa de hielo en la zona del perineo.
  • Es habitual tomar algún medicamento como el ibuprofeno para mitigar el dolor.
  • Cuando vayas al baño, tras orinar utiliza una botella rociadora para pulverizar agua templada en la zona perineal y sécala con golpecitos muy suaves.
  • Puedes tomar baños de asiento de unos veinte minutos tres veces al día.
  • Cambia la compresa sanitarias cada vez que acudas al baño o cada cuatro horas para evitar infecciones.
  • No estés de pie o sentada demasiado tiempo. Tampoco hagas esfuerzos que puedan provocar dolor o dañar la zona.
  • Intenta tener la zona perineal aireada todo el tiempo que puedas. Puedes utilizar toallas o empapadores para que recojan el sangrado normal tras el parto (loquios).

Cuándo debes consultar a tu médico

Debes consultar a tu médico cuando se dan una o más circunstancias como las que mencionamos a continuación:

  • Fiebre y/o escalofríos
  • Secreción vaginal con mal olor
  • Sangrado de la incisión cuando se ha practicado una episiotomía
  • Dolor intenso en la zona del perineo

El periodo de postparto o puerperio es un tiempo para restablecerse y dejar de que el organismo se recupere y recobre su normalidad, sobre todo, cuando, tras un parto vaginal, han ocurrido desgarros que causan dolor vulvar postparto. 

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