Flemón en niños

La incidencia de flemón en niños ha aumentado en los últimos años. Un flemón es la complicación de una caries y, en consecuencia, la acumulación de fluido bacteriano y pus, que se instala en las zonas blandas de la encía adyacentes al diente afectado.

Es bien sabido que, mantener una buena higiene bucal, nos previene de problemas dentales; por ello es muy importante que durante el aprendizaje en la niñez seamos muy quisquillosos en que el niño o la niña se acostumbren a tener buenos hábitos de higiene bucal.

¿Qué es un flemón? 

El flemón es una inflamación infecciosa en la parte blanda de las encías.

Es una complicación de las caries, cuando estas han penetrado el diente en profundidad, hasta la raíz y así llega al tejido blando de las encías, causando inflamación por el proceso infeccioso que ahí se está produciendo. El flemón aparece en la encía que rodea a la pieza dental afectada por la caries y su apariencia es un absceso cargado de pus y líquido bacteriano.

Los flemones son poco frecuentes en los niños, pero su incidencia va en aumento según registro odontopediátrico de los últimos años, causan mucho dolor y puede llegar a entorpecer la alimentación y dificultar el habla del niño que lo padezca. 

Causa principal del flemón en niños

La causa del flemón en los niños, es casi siempre una caries dental. La caries es formada por microorganismos que habitan en la boca y cuando ésta no ha sido tratada de forma adecuada, se despliega una infección en la base del diente, la cual forma un saco o depósito de pus en las partes blandas de la encía y adyacentes al diente infectado que causan el conocido flemón dentario.

Los dientes temporales, comúnmente llamados dientes de leche, son más propensos a que las caries penetren en sus partes profundas, puesto que la pulpa del diente (parte blanda) ocupa dentro de la pieza dental un espacio mayor, facilitando el avance de la caries, en comparación de cuando es una pieza definitiva o diente de hueso. 

Una buena higiene bucal puede evitar la formación de caries y por ende las complicaciones resultantes de la misma; para enseñar a los niños a realizar un aseo correcto de la cavidad bucal debemos estar vigilantes de la práctica de limpieza.

¿Cómo tratar el flemón en niños?

Como todas las infecciones, el flemón puede ocasionar fiebre, malos olores (en este caso mal aliento), inflamación y degeneración de las zonas circundantes.

Cuando un niño presenta un flemón la primera acción debe ser acudir a un especialista odontopediatra, al igual que desde el inicio de cualquier caries; este evaluará la condición bucal y decidirá el tratamiento adecuado.

Algunos flemones se pueden tratar con antibióticos, otros en estados más avanzados merecen tratamiento con endodoncia que, por lo general se realiza en flemones donde además del uso antibiótico y antiinflamatorio, requieren ser drenados.

Tratamiento común o general del flemón dentario:

• Administración de fármacos antipiréticos y analgésicos, en casos de fiebre y dolor.
• Tratamiento antibiótico, que en ocasiones se administra días antes, para que el especialista pueda acceder a tratar la zona afectada; como ayuda para controlar los agentes infecciosos y eliminar la infección existente.
• En ocasiones y según la gravedad del caso, se realiza un tratamiento de conducto (pulpectomía o endodoncia) o exodoncia (extracción de la pieza).
• Cuando el flemón no cede al tratamiento inicial o es ya demasiado grande, convenientemente el especialista hace una incisión en la encía como vía de alivio, de esta manera puede drenar el absceso y eliminar todo el pus existente.

El flemón debe ser atendido y eliminado en brevedad, de lo contrario, además de las molestias que éste ocasiona al niño, podrían desarrollarse problemas mayores, como lo sería una afectación y deterioro de la parte ósea de la mandíbula.

Medidas para evitar la aparición del flemón

Todos sabemos que la mejor medida preventiva es la visita semestral o anual al dentista, pues el puede detectar cualquier situación bucal irregular y realizar las acciones necesarias para solucionarlo.

Otras medidas preventivas son:

• Educar y supervisar a nuestros hijos para que realicen una buena práctica de higiene bucodental.
• Uso de cepillos dentales adecuados y en buenas condiciones, el reemplazo frecuente del cepillo dental de los niños es necesario ya que suelen chupar y morder sus cerdas y así deteriorándose en menor tiempo.
• Conviene que los niños utilicen hilo dental y enjuague bucal como mínimo una vez por día, de esta manera se dificulta la incrustación de placa y sarro en los dientes.
• Así mismo, es importante revisar la cantidad de flúor de las pastas dentales, siendo necesario usar pastas por >1400 ppm en mayores de 3 años.