El hijo mediano

  • 15 de Mayo del 2017
  • 2 min de lectura

La mayoría de hijos medianos presentan una personalidad y unas características similares por el hecho de ser los que “están en medio”. Generalmente son más retraídos y tímidos, aunque a la vez muy independientes, no suelen pedir ayuda nunca y pueden sentirse un poco perdidos.

Cada individuo tiene su propia personalidad. Dos hermanos, a pesar de ser criados en la misma familia, educados con los mismos valores y normas, pueden ser totalmente diferentes. ¿Por qué? Porque en la forma de ser de cada uno influyen muchos factores: la personalidad propia, la educación, las vivencias y, según la Teoría del Orden de Nacimiento, el orden que ocupemos en la familia.

Así, según se sea el hermano mayor, el mediano o el pequeño podemos tener una forma de ser u otra. Así lo explica el psicólogo Juan Pedro Valencia: “Como diversos estudios confirman, existen diferencias según el orden que se ocupe al nacer, aunque no sea el único factor a tener en cuenta, ya que los genes, los aspectos psicológicos propios y el entorno influyen también de forma notable. Estos mismos estudios parecen indicar, asimismo, que el orden en que se nace no sólo determina el lugar en la familia sino probablemente influya poderosamente en su lugar en el mundo”.

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Esto no significa que un niño, por el hecho de ser el mediano, esté predeterminado a ser de una forma fija, pero sí es cierto que diversos estudios confirman que es más probable que presente unas señas de personalidad parecidas.

En cuanto al hijo mediano, las características que se suelen encontrar son las siguientes:

  • Al nacer el hermano pequeño, pierde su protagonismo y se siente perdido entre el mayor y el pequeño, como en “tierra de nadie”. Esto suele volverlos tímidos y retraídos, aunque también muy independientes.
  • Algunos pueden portarse peor y cometer muchas travesuras para llamar la atención.
  • Suelen ser más dubitativos a la hora de elegir asignaturas, carrera, profesión, etc.
  • Para evitarlo, es fundamental dedicar tiempo por separado a cada uno de nuestros hijos para que todos se sientan igual de queridos y especiales.

Aunque no todos los hermanos medianos serán iguales, depende de muchos factores, como de la diferencia de edad que haya entre ellos o del sexo, ya que si la mediana es una chica entre dos chicos, el hecho de ser la única niña la hará “especial” y probablemente no se sienta “perdida”.

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Etapa vital

Referencias

  • Juan Pedro Valencia, Psicólogo infantil. Psifeval psicólogos.
  • Serrano Valenzuela, Belén (2011), Guía educativa para padres y madres, Zaragoza, 300ks.

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