PROBLEMAS DE CONDUCTA, ¿QUÉ SON Y CÓMO AFRONTARLOS?

Los problemas de conducta, también llamados trastornos de conducta son la razón número uno de consulta del psicólogo infantil, es una preocupación para las familias y la sociedad en general.

Los trastornos de conducta surgen entre la infancia, la pubertad y la adolescencia, por lo general, se comienzan a ver cambios en la conducta cuando los chicos tienen que atender reglas u órdenes de una persona de autoridad. 

¿Qué son los problemas de conducta?

Cuando se habla de problemas o trastornos de conducta se hace referencia a las respuestas de los niños y jóvenes a situaciones específicas o cotidianas, donde su actuación es inadecuada y exageradamente inaceptable. Los trastornos de conducta más comunes son principalmente trastorno disocial (TD), trastorno negativista desafiante (TND) y el conocido TDAH que es el trastorno de déficit de atención e hiperactividad.

Los trastornos o problemas de conducta reflejan enojo, rabia, miedo, dolor, frustración, etc., estas son emociones que no son fáciles de canalizar y cuando una persona joven no aprende a manejar sus emociones, termina respondiendo a ellas de forma impropia.

El diagnóstico de los problemas de conducta es totalmente clínico, por lo que en la mayoría de los casos no hace falta realizar pruebas médicas ni nada por el estilo; ya que los problemas de conducta están asociados a traumas físico-emocionales. Este diagnóstico lo deberá realizar un experto en salud mental, bien sea un psicólogo o un psiquiatra, quien evaluará al niño o niña, a través de su conducta o realizando algunas preguntas. Mientras antes se diagnostique y se trate, mejor será el pronóstico.

Trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

El TDAH es un trastorno caracterizado por la falta de atención, impulsividad e hiperactividad, este trastorno es una alteración neuropsiquiátrica crónica que afecta el desarrollo y el ejercicio de las funciones ejecutivas, afecta varias capacidades, tales como, la atención, la memoria, la planificación, socialización, etc.

Los síntomas del TDAH son: 

• Dificultad para quedarse quieto, movimientos repetidos y nerviosos.
• Pérdida de objetos y olvido de cosas con bastante frecuencia.
• Imaginación y fantaseo constante o exagerado.
• Dificultad para crear relaciones afectivas con otros.
• Exposición inconsciente al peligro.
• Torpeza.
• Necesidad de conversación constante, etc.

Tratamiento del TDAH

El tratamiento para la mayoría de los casos de TDAH es la introducción de una serie de recursos psicológicos en el paciente y los padres o cuidadores que se denomina terapia conductual y si es necesario se combina con la administración de medicamentos.

Para los niños menores de 6 años se recomienda como primer tratamiento la terapia conductual, pudiendo esta ser modificada en el futuro o bien combinada con medicación farmacológica.

Trastorno negativista desafiante (TND)

El trastorno negativista desafiante se describe como una conducta frecuentemente agresiva y más intensa de lo que se considera normal, se empieza a considerar el diagnóstico si los síntomas que le caracterizan prevalecen por más de seis meses; los síntomas pueden ser más notorios entre los 8 y 10 años y las características son:

• Enojos frecuentes.
• Comportamiento hostil con otros niños y adultos.
• Conducta desafiante ante las figuras de autoridad.
• Constante respuesta negativa ante las instrucciones de padres, cuidadores y demás adultos.

Los chicos con TDAH pueden o son más propensos a desarrollar TDN, se aconseja la revisión psicológica periódica para atajar el trastorno cuanto antes. 

Trastorno disocial (TD)

El trastorno disocial está definido como el patrón de conducta antisocial que vulnera los derechos de las demás personas, es de estos tres trastornos de comportamiento el más grave, las personas con TD violan constantemente las normas sociales y de convivencia. Esta conducta trae como consecuencia el detrimento de las relaciones interpersonales en todos los ámbitos. Suele manifestarse en las etapas de pubertad y adolescencia.

Los síntomas o conductas características del trastorno disocial están marcados por conductas recurrentes que violan gravemente las normas sociales, como el daño a la propiedad, robos, hurtos, agresión a personas y animales, perturbación del orden y violación a los derechos de los demás.

Consejos para el manejo del TDN y TD

Es importante atender los trastornos de comportamiento en el menor tiempo posible, ya que estos van en incremento y además pueden conllevar y coexistir con distintos problemas como lo son el ausentismo y fracaso escolar, el alcoholismo, el consumo de estupefacientes, etc. 

El tratamiento a estos trastornos generalmente no es farmacológico, está basado en la intervención terapéutica y lo que se busca es:

• Establecer límites claros y firmes.
• Generar confianza.
• Explorar los sentimientos negativos y dar herramientas para que sean expresados de manera sana.
• Brindar oportunidades significativas de participación familiar y social.
• Enseñar habilidades para la vida.
• Reforzar o enseñar valores de empatía, la reciprocidad y respeto.

Es necesario que la terapia de conducta sea consecutiva, adicionalmente a eso la familia debe acompañar al niño o adolescente educándose para el manejo de esta conducta.