El 67% de las mujeres embarazadas experimentan cómo su sentido del olfato se agudiza, especialmente cuando se trata de percibir olores desagradables. Por otro lado, otras mujeres experimentan en este periodo una pérdida de olfato.
¿Por qué durante el embarazo se perciben con sobremanera ciertos olores? ¿Y por qué suele tratarse de olores molestos?
Como casi todo, esta sensibilidad olfativa, llamada hiperosmia, que se da en casi 7 de cada 10 embarazadas y tiene una causa biológica.
Según varias investigaciones, la sensibilidad de la mujer hacia ciertos olores aumenta como sistema de defensa corporal. Así, surge un mecanimo de protección que hace que se rechacen ciertos olores (y por tanto las sustancias que los ocasionan) que podrían ser nocivos para la madre o el feto. De hecho, los olores más comunes en este rechazo de olores gestacional son el café, el tabaco, el alcohol o diversos productos químicos.
Otra causa a menudo señalada es la hormonal. El aumento de la progesterona o los estrógenos se achaca como la causa de que el sentido del olfato se agudice. Y es que estas hormonas afectan a los sentidos del olfato y el gusto -por lo que también se vinculan con las náuseas matutinas que se dan en algunos embarazos-. De hecho, estas náuseas o vómitos están muchas veces ocasionadas, según varios estudios, con esta mayor sensibilidad para los olores poco agradables.
En general, la hiperosmia suele aparecer durante el primer trimestre y desaparecer después de él. También puede darse hasta el final de la gestación y desaparecer después del parto.
En el otro extremo, y en una proporción menor de mujeres, durante el primer trimestre del embarazo algunas mujeres experimentan una pérdida de sentido olfativo. Esto se llama anosmia y puede deberse a que las mucosas nasales se congestionen derivando en una pérdida o ausencia de sentido del olfato y del gusto.
Etapa vital
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