¿Cuál es la temperatura normal de un bebé?

La temperatura corporal es un indicador que nos permite saber si nuestro organismo está funcionando adecuadamente. Y es especialmente importante en el caso de los bebés, a quienes les cuesta más regularla. En este post te explicamos cuál es la temperatura adecuada para ellos y por qué.

La temperatura normal de un bebé

En condiciones normales, la temperatura de una persona debe oscilar entre los 35’8 ºC y los 37’2 ºC, aunque a lo largo del día va fluctuando, siendo más alta después de hacer deporte, tras las comidas, a última hora del día o si hace mucho calor ambiental. La temperatura es el resultado del equilibrio entre el calor que produce el organismo y el que pierde. 

La temperatura se regula a través de unos termorreceptores situados en la piel y en el hipotálamo, de efectos termorreguladores como el sudor, la hiperventilación, la sed, o la necesidad de dejar de sentir calor.

¿Esto es igual en los bebés?

Al nacer, los bebés tienen menos capacidad para mantener el equilibrio entre el calor que generan y el que pierden, y les cuesta más adaptarse a los cambios, siendo mucho más sensibles a las temperaturas extremas. 

Si tu bebé tiene más de un año y tendencia a enfermarse, te aconsejamos consultar con tu pediatra la posibilidad de suplementarlo con Imunoglukan P4H, un complemento alimenticio que ayuda a la función normal del sistema Inmunitario

Temperatura adecuada según dónde la midas

Existen diferentes formas de tomar la temperatura, y dependiendo de la parte del cuerpo que se use para medirla, la temperatura que se considera adecuada puede variar un poco: 

• Si mides su temperatura de la manera más frecuente, en la axila, la temperatura que se considera normal es la comprendida entre 35 ºC y 37 ºC. 
• Si la mides poniéndole el termómetro en la boca o en la ingle, debe estar entre 35’5 ºC y 37’5 ºC. 
• Si lo haces a través del recto, entre 36 ºC y 38 ºC. 

Hablaríamos de que el bebé tiene febrícula si supera en un grado la temperatura máxima recomendada en cada parte del cuerpo. Si tiene más de 38 ºC en la axila, más de 38’5 ºC en la boca o en la ingle y más de 39 ºC en el recto, ya se consideraría que el bebé tiene fiebre.

Debido a esta falta de regulación con la temperatura, es importante controlar la temperatura del bebé, especialmente en los primeros meses; abrigándole más si es necesario, o quitándole ropa para evitar provocarle fiebre por exceso de calor.