La conjuntivitis en recién nacidos es una inflamación de la capa más externa del ojo. Aunque puede resultar alarmante por sus síntomas, no reviste gravedad, y normalmente, se cura en unos días. Te explicamos cuáles son los síntomas de los ojos con conjuntivitis, las causas que la provocan, su tratamiento y consejos para evitar su contagio.
¿Qué provoca la conjuntivitis en bebés?
Las causas que provocan la inflamación de la conjuntiva pueden ser varias, pues hay que tener en cuenta que los recién nacidos son especialmente vulnerables a las infecciones, debido a que su sistema inmune aún no está completamente desarrollado.
Tienen una predisposición particular a las infecciones oculares, ya que sus ojos producen pocas lágrimas y carecen de anticuerpos y defensas inmunitarias en esa zona.
Las principales causas de esta patología que, como hemos indicado, afecta a la capa más externa del ojo que recubre la zona visible del globo ocular, son:
- Contacto con virus, bacterias u otros gérmenes cuando se trata de conjuntivitis infecciosa.
- Por una reacción alérgica al polvo y los ácaros.
- Por el contacto con diversos productos químicos.
¿Cuáles son los síntomas de la conjuntivitis en bebés?
Los ojos con conjuntivitis manifiestan unos síntomas característicos. Son los siguientes:
- Hinchazón de los ojos.
- Enrojecimiento debido a que los vasos sanguíneos son más visibles por la inflamación.
- Lagrimeo constante.
- Aparición de legañas.
- Secreción ocular que puede ser clara (similar al agua) o espesa. Esta mucosidad o pus, provoca que los párpados se peguen el uno al otro, especialmente al abrir los ojos después de unas horas de sueño.
- Sensación de tener arena en el ojo.
- Picor y ardor.
Aunque por regla general la conjuntivitis no provoca dolor ni problemas agudos de visión, el exceso de legañas y de lágrimas, puede resultar en una vista un poco borrosa.
El tipo de legañas, junto al resto de síntomas que observamos en los ojos del bebé, pueden indicar el tipo de conjuntivitis que le aqueja:
- Cuando la legaña es espesa, de color amarillento verdoso, y el ojo está enrojecido probablemente sea una conjuntivitis bacteriana.
- Si la legaña es más fluida y transparente, y aparece junto a lagrimeo, mucosidad y fiebre, es muy probable que sea una conjuntivitis vírica que acompaña a un cuadro catarral.
- En el caso de una conjuntivitis alérgica, las legañas son transparentes y se dan junto a picor de ojos y nariz, estornudo y lagrimeo constante.
¿Cómo se trata?
El tratamiento de la conjuntivitis en recién nacidos depende directamente de qué la haya causado:
- Conjuntivitis vírica. Suele desaparecer por sí sola, aunque en el caso de los bebés siempre es importante consultar con el pediatra por si ve oportuno un posible tratamiento. La recomendación que se da para esta conjuntivitis es lavar frecuentemente el ojo afectado con agua tibia o suero fisiológico para limpiarlo bien y aliviar las molestias. En determinados casos, también se puede recetar antiinflamatorios o un colirio oftálmico.
- Conjuntivitis bacteriana. En este caso, se suelen emplear colirios o pomadas antibióticas. Como hemos indicado, la secreción provocada por las bacterias es más espesa y de color amarillento, de modo que los párpados del bebé pueden estar totalmente pegados cada vez que despierte.
- Conjuntivitis alérgica. En los casos de alergia, el tratamiento se lleva a cabo con los mismos antihistamínicos recetados para aliviar el resto de los síntomas.
Si tu bebé padece conjuntivitis durante el primer mes de vida, puede tratarse de una conjuntivitis neonatal, la cual puede estar producida por la irritación que producen las gotas oftálmicas que se administran a los bebés tras el parto para evitar infecciones.
Un caso de conjuntivitis infecciosa es la producida por enfermedades presentes en la madre y transmitidas al bebé durante el parto.
Finalmente, también puede producirse una obstrucción congénita de la vía lagrimal, que puede darse de forma total o parcial; en ambos casos se requieren medidas higiénicas prescritas para resolverla.
A menudo, es difícil determinar a simple vista las causas que originan la conjuntivitis en bebés porque los síntomas pueden ser similares. En cualquier caso, es muy importante que no actúes por tu cuenta y lleves siempre el bebé al pediatra para que recomiende el tratamiento más adecuado, descartando cualquier otra infección.

¿Cuánto dura la conjuntivitis?
Una de las preguntas más frecuentes es cuánto dura una conjuntivitis, si bien no hay una respuesta única. La conjuntivitis suele durar entre 3 y 10 días, dependiendo de la causa.
- Una conjuntivitis vírica se prolonga de 7 a 10 días y, generalmente, se resuelve por sí misma.
- La conjuntivitis bacteriana mejora rápidamente una vez iniciado el tratamiento antibiótico. Sin tratamiento suele prolongarse hasta 2 semanas.
- Por su parte, una conjuntivitis alérgica puede ser muy persistente, pues no desaparecerá mientras el bebé esté expuesto al alérgeno que la causa.
- Cuando la conjuntivitis en recién nacidos se debe a la obstrucción del conducto lagrimal, su duración puede prolongarse varias semanas o meses, hasta que el conducto se abra por sí solo. En algunos casos, puede precisar una intervención quirúrgica si no se ha abierto al año de vida.
¿Cómo se puede prevenir el contagio de la conjuntivitis en bebés?
La conjuntivitis infecciosa y la bacteriana son bastante contagiosas. Para evitar que tu bebé te contagie la enfermedad, a la hora de aplicar el tratamiento que te hayan recetado es muy importante que te laves bien las manos con agua y jabón. También debes evitar llevarte las manos a los ojos durante el proceso de aplicación de la pomada o de las gotas.
De la misma manera, hay que tener cuidado con las toallas que utilices para evitar los goteos durante el tratamiento. Tendrás que mantenerlas apartadas del resto de la familia y, en ningún caso, hacer otro uso de ellas hasta haberlas lavado y que la secreción ocular de tu bebé haya cesado.
¿Cómo se diagnostica?
La conjuntivitis en recién nacidos se diagnostica sobre la base de los síntomas, un examen físico completo de los ojos y la historia médica.
Para realizar este diagnóstico clínico se observan signos como el enrojecimiento, la hinchazón y la secreción ocular. En algunos casos, se requieren cultivos análisis de las secreciones de los ojos con conjuntivitis para determinar la causa de la infección.
Los primeros días del bebé en casa son una experiencia increíble, pero cualquier alteración o anomalía supone una señal de alarma por la posibilidad de un problema de salud.
Si crees que tu pequeño/a tiene conjuntivitis, no debes preocuparte, pero no dejes de acudir al pediatra para que te confirme el diagnóstico.
Publicado originalmente el 10 de septiembre de 2019, actualizado el 29 de octubre de 2025
FAQs sobre conjuntivitis en bebés
Siempre debes llevar el bebé al pediatra para que recomiende el tratamiento más adecuado, descartando cualquier otra infección, sin actuar nunca por tu cuenta.
No hay una respuesta única sobre cuánto dura una conjuntivitis. Dependiendo de la causa, suele durar entre 3 y 10 días.
Los ojos con conjuntivitis deben limpiarse frecuentemente con una toallita o gasa humedecida con agua tibia o suero fisiológico para lavarlos bien y aliviar las molestias.
Los síntomas de la conjuntivitis en recién nacidos son: hinchazón, enrojecimiento, lagrimeo, legañas, secreciones, picor y ardor.
Etapa vital
Referencias
- Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. (2019). La conjuntivitis: generalmente es leve y fácil de tratar.
- Mi Pediatra. Conjuntivitis del recién nacido y lactante. Recuperado de: http://www.revistamipediatra.es/articulo/56/conjuntivitis-del-recien-nacido-y-lactante
- Asociación Española de Pediatría. (2011). Conjuntivitis. Recuperado de: http://www.revistamipediatra.es/articulo/56/conjuntivitis-del-recien-nacido-y-lactante






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