Cambiar de colegio a mitad del curso. ¿Cómo lograr una mejor adaptación?

  • 21 de Diciembre del 2021
  • 4 min de lectura

Cambiar de colegio a mitad de curso, es una situación que se da con cierta frecuencia en los niños, por diferentes causas. Ya de por sí el inicio de un nuevo curso escolar genera en los niños, situaciones estresantes ya que, si bien puede darse en un entorno conocido, con compañeros conocidos, no deja de ser un episodio nuevo en su vida, lleno de desconocimiento y nuevas expectativas. Cada comienzo de año escolar los niños se ven sometidos a transitar por un proceso de adaptación; algunas veces, y a pesar de que, en la mayoría de las veces, esta etapa la realizan en compañía de sus viejos compañeros lo cual facilita la misma. Sin embargo, en otras ocasiones, esta adaptación se puede ver truncada por la necesidad o decisión de cambiar de colegio a mitad del curso. 

Una vez conseguida esta nueva “adaptación”, por diversas razones, familiares, laborales, económicas, escolares, mudanzas, etc., puede ser necesario cambiar de colegio a mitad del curso, significando esto una nueva etapa en la vida de los niños, generalmente con mayor estrés del habitual, puesto que la mayoría de las veces se trata de un colegio nuevo, con educadores y compañeros desconocidos.

En el caso de ser una decisión inminente, se recomienda llevar a cabo una serie de actuaciones para que el cambio sea lo menos traumático posible y así proteger el bienestar psicosocial y el rendimiento de los niños. 

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Herramientas para facilitar el cambio de un colegio a otro:

Ante cualquier cambio, los niños tienen que procesar, el hecho de abandonar todo lo que conocen para empezar desde cero. En este caso, el comienzo sería habitualmente, con profesores, compañeros y espacios nuevos.

Además de ello, en algunas ocasiones, este cambio puede estar acompañado o ser el resultado de algún cambio de hogar o de situación familiar, factores que se van sumando y afectan la estabilidad emocional del menor. 

cambiar de colegio a mitad de curso consejos

Para evitarlo o al menos disminuir la carga te recomendamos seguir estos consejos:

  • Dar a conocer previamente al niño esta decisión, es importante puesto que comentarle los cambios que se suscitarán, explicar los motivos y considerar sus emociones; le hace partícipe de la nueva situación, sin la necesidad de otorgarle la responsabilidad de decisión. Es recomendable, realizar previa información y consenso (en caso de niños mayores), explicando muy bien el porqué de este cambio, así como destacar los aspectos positivos del mismo, para conseguir así una mejor adaptación.
  • No alejarlo de su entorno anterior, para evitar un aislamiento personal. Se recomienda mantener en la medida de lo posible el contacto con los compañeros anteriores, para evitar que el niño eche en falta a sus antiguos amigos.
  • Llévelo a conocer el nuevo colegio, y si es el caso, también el nuevo vecindario, parques cercanos, etc., antes de que ocurran los cambios si es posible, en caso contrario conviene hacer uso de internet para una visita virtual. Recuerde siempre destacar los puntos positivos del nuevo colegio para generar interés de pertenecer al mismo en un futuro.
  • Si tiene más de un hijo, es conveniente buscar colegios donde dos o más de sus hijos puedan entrar escolarizados; por ejemplo, sabemos que puede haber uno en primaria y otro en bachillerato, si hay en la zona un centro que abarque ambas etapas escolares, sería ideal.
  • Facilitar y vigilar las nuevas relaciones, procurando inicialmente encuentros libres entre el niño y sus nuevos compañeros (fiesta o reunión de bienvenida, actividades deportivas, comidas o meriendas, etc.), para que el niño se adapte más fácilmente. Vigilando además la posibilidad de que esa nueva integración se realice en las mejores de las circunstancias y con una buena aceptación por parte de sus compañeros.
  • A nivel de colegio, es recomendable, en la medida de lo posible, elegir un nuevo colegio que tenga un sistema educativo parecido al anterior, para favorecer la continuidad del aprendizaje.

Sin olvidarnos obviamente, de la necesidad de tener mucha paciencia. Los niños al igual que los adultos nos resistimos al cambio, a veces incluso de forma inconsciente.

Permite que tu hijo muestre sus emociones, aunque algunas veces parezca estar fuera de control. Recuerda que tu función principal es darle a tu hijo seguridad y apoyo; proporciónale los medios y verás como finalmente se adapta, valorará las cosas positivas que ha traído el cambio y se sentirá feliz.

Queda claro que este cambio, si bien puede ser beneficioso, requiere como todo, un período de adaptación, en el cual puede incluso mermar el rendimiento académico de los niños, así como manifestarse en cambios de conductas.

Por último, recordar que la vida de todo ser humano está llena de abundantes cambios y cuanto antes lo comprendan los niños mejor; aunque sea difícil para ellos atravesar el proceso de adaptación, los padres deben demostrarle y hacer hincapié en los beneficios que se obtienen, por ejemplo, supongamos que el cambio conlleva a la mudanza a un país diferente, el beneficio principal sería el enriquecimiento cultural, el aprendizaje de un nuevo idioma y etc. En todo caso, el niño estaría desarrollando la capacidad de adaptación, que será un beneficio residual a lo largo de su vida.

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