¿Cuándo dar leche de vaca a los bebés?

  • 26 de Septiembre del 2025
  • 6 min de lectura

Cuándo dar leche de vaca a los bebés es una de las dudas más habituales al acercarse el primer cumpleaños del pequeño. 

Desde los seis meses, con el inicio de la alimentación complementaria, has ido introduciendo nuevos alimentos en su dieta y en este momento te preguntas cuándo empezar a darle leche de vaca o qué ventajas presentan las leches de crecimiento.

Resuelve todas tus dudas en este artículo. Te explicamos todo lo que necesitas saber para pasar de la leche de fórmula a la leche de vaca de manera segura y nutritiva, siguiendo las recomendaciones de los expertos en pediatría.

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Cuándo introducir la leche de vaca en bebés

Como pauta general, la Asociación Española de Pediatría (AEP) no recomienda la introducción de la leche de vaca en la alimentación de los lactantes antes del año de vida.

En un reciente comunicado de la AEP y otras dos sociedades científicas se recomienda, para lactantes de 6 a 12 meses, «continuar con la lactancia materna junto con alimentos complementarios, pero si no se dispone de leche materna, se sugiere el consumo de fórmulas infantiles junto con alimentos complementarios, para reducir el riesgo de carencias nutricionales, ya que proporcionan un perfil nutricional más adaptado a los lactantes humanos que la leche no modificada de otros mamíferos».

¿Por qué no se recomienda leche de vaca antes del año?

No se recomienda dar leche de vaca antes del año, por qué el perfil nutricional de la leche de vaca no es el más adecuado para esta etapa. 

La composición de la leche de vaca presenta importantes diferencias en comparación con la leche materna o de fórmula:

  • Cantidad excesiva de proteínas y minerales: no se ajusta al grado de maduración digestiva y renal de los niños de corta edad.
  • Bajo contenido de hierro: puede aumentar el riesgo de anemia ferropénica en el bebé.
  • Elevado contenido de grasas saturadas: la leche de vaca contiene un alto porcentaje de grasas saturadas y un bajo aporte de ácidos grasos esenciales, fundamentales para el desarrollo cerebral.

Por estas razones, en diversas publicaciones pediátricas se concluye que en este periodo el uso de leche materna o una fórmula láctea para bebés tiene beneficios frente a la leche de vaca.

Como hacer la transición de fórmula infantil a leche de vaca

La transición de fórmula infantil a leche de vaca puedes hacerla de forma gradual para que tu bebé se acostumbre al nuevo alimento. 

No existe una única forma para hacer este cambio, pues la combinación leche de vaca y bebés precisa un ritmo de adaptación.

  • Puedes empezar ofreciéndole un poco de leche de vaca y completar la toma con la fórmula habitual. Conforme el bebé se acostumbre, puedes ir aumentando la cantidad de leche de vaca y reduciendo la de fórmula.
  • Otra opción es mezclar la leche de vaca y la fórmula en el mismo vaso o biberón, aumentando progresivamente el porcentaje de la primera y disminuyendo el de la segunda, hasta que el contenido deje de ser una mezcla y sea solo leche de vaca.

Si el bebé lo acepta bien, al cabo de un tiempo ya habrás completado la transición. En caso de que rechace el sabor o presente algún problema digestivo, vuelve a la proporción que aceptaba y consulta con el pediatra.

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Señales de alergia o intolerancia a los componentes de la leche de vaca

¿Sabías qué la alergia a las proteínas de leche de vaca es la alergia alimentaria más frecuente en menores de 1 año? Es uno de los datos que proporciona la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP).

Cabe diferenciar entre alergia o intolerancia a los ingredientes de la leche de vaca:

  • Las personas alérgicas lo son por una reacción adversa, de origen inmunitario, a las proteínas de la leche de vaca.
  • Existen dos clases de alergia a las proteínas de la leche de vaca: alergia mediada por anticuerpos IgE o alergia clásica, en la que los síntomas aparecen rápidamente, y la alergia no mediada por IgE, cuyos síntomas tardan horas o días en manifestarse.
  • Las personas intolerantes lo son por la incapacidad de digerir o metabolizar un compuesto, como es el caso de la lactosa presente en la leche.

Aunque ambas condiciones, alergia e intolerancia, presentan síntomas comunes, la alergia a las proteínas de la leche de vaca es más grave que la intolerancia.

Las señales más usuales que pueden indicar una alergia a la leche de vaca son las siguientes.

  • Síntomas digestivos como diarrea, gases, náuseas, vómitos, dolor abdominal o cólicos.
  • Síntomas cutáneos como urticaria, eczema y sarpullidos.
  • Síntomas respiratorios como congestión nasal, dificultad para respirar y sibilancias.

La intolerancia a la lactosa no presenta los síntomas cutáneos ni respiratorios, únicamente los digestivos.

Ante cualquier de estas señales, debes consultar al pediatra lo antes posible.

Leches de crecimiento: una opción nutritiva especializada

Las leches de crecimiento son una opción nutritiva especializada, especialmente diseñadas para niños a partir del año.

Conforme los pequeños crecen, también lo hacen sus necesidades nutricionales. La leche, fundamental en la dieta infantil, debe adaptarse a estos cambios para que sigan recibiendo todo lo que necesitan para crecer fuertes y sanos.

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sugiere que las leches de crecimiento son una opción útil para cubrir el requerimiento de determinados nutrientes esenciales en la infancia, pues su composición se adapta mejor a estas necesidades, con un menor contenido proteico y la adición de vitaminas y minerales.

Para la alimentación del bebé desde los 12 meses hasta los 3 años, existen dos alternativas: 

  • Mantener la leche de continuación hasta los 18 o 20 meses y continuar con las leches de crecimiento hasta los tres años.
  • Iniciar el consumo de leches 3 directamente a partir de los 12 meses y hasta los tres años.

Las distintas leches de crecimiento presentan importantes diferencias en su composición, pues no existe ninguna normativa que establezca de forma detallada cuál debe ser la composición de estos productos.

Otros tipos de leches infantiles, como las leches 1 o fórmulas de inicio y las leches 2 o leches de continuación, sí están sujetas a una normativa internacional. 

Por esta razón, a la hora de elegir una leche 3 o de crecimiento, debes revisar si su formulación incluye las modificaciones nutricionales adaptadas a las necesidades nutricionales de esta etapa. 

En Laboratorios Ordesa, contamos con Blemil 3 Optimum Evolution, una fórmula de crecimiento de última generación, creada para los peques de 1 a 3 años, con una composición pensada para su desarrollo.

Es la primera fórmula de crecimiento española con alto contenido en proteína A2, mucho más fácil de digerir. Además, contiene un combinado exclusivo de 6 probióticos y una mezcla de 5 oligosacáridos, presentes de forma natural en la leche materna

Está formulada sin aceite de palma y solo contiene los azúcares naturales de la leche y es rica en vitaminas y minerales.

Con dos vasos al día de Blemil 3 Optimum Evolution, tu peque recibe más de la mitad de las vitaminas y minerales esenciales para esta etapa, ayudándole a crecer fuerte y feliz.

Para que la leche de vaca y los bebés se lleven bien, es fundamental hacer el cambio de forma adecuada y en el momento correcto. Si tienes cualquier duda o tu pequeño presenta alguna señal de reacción a la leche de vaca, consulta al pediatra para una orientación especializada.

 

Publicado originalmente el 19 de noviembre de 2014, actualizado el 26 de septiembre de 2025

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FAQs sobre leche de vaca en bebés

La leche de vaca tiene un alto contenido de grasas saturadas, una cantidad excesiva de proteínas y minerales y un bajo contenido en hierro. Su perfil nutricional no es adecuado para esta etapa.

La Asociación Española de Pediatría recomienda de 2 a 3 raciones de lácteos al día en niños de 1 a 9 años. Una ración consiste en una taza de leche (200-250 ml), un yogur (125 g) o 30-40 g de queso curado.

La alergia no IgE mediada suele superarse a los 2 años, mientras que la alergia mediada por IgE, cuenta con un porcentaje de superación del 90% a los 6 años de edad.

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