El juego cooperativo: una forma de jugar más divertida y educativa

  • 13 de Marzo del 2023
  • 6 min de lectura

Jugar es una actividad de ocio que permite realizar múltiples aprendizajes sobre uno mismo, los otros, las dinámicas de grupo y el entorno. No obstante, muchos juegos están ideados para fomentar la competitividad, de tal modo que siempre hay un ganador y un perdedor, o un grupo de vencedores y otro de vencidos. 

El planteamiento de este tipo de juegos aparentemente inofensivos puede provocar actitudes agresivas, envidias y recelos, y que algunos participantes se sientan frustrados, menospreciados o angustiados. ¿Quién de nosotros no experimentó de niño alguna de estas situaciones al rivalizar con sus amigos en juegos tan inocentes como el de la silla, por ejemplo?

El juego cooperativo nos enseña que hay otra forma de jugar sin renunciar al elemento fundamental de la diversión que debe tener cualquier juego: una forma mucho más pedagógica en la que se juega con los demás, no contra ellos, y en la que el desafío es compartido, por lo que se fomentan valores y habilidades como el respeto, la cohesión, cooperación, socialización, comunicación, empatía, creatividad y resolución de problemas, entre muchos otros.

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Qué es el juego cooperativo

El juego cooperativo es aquel en el que no hay ganadores ni perdedores, pues no existe la competición entre los participantes, sino que todos ellos persiguen un objetivo común. El rol de cada uno de los participantes puede ser el mismo o diferente, pero todas las acciones individuales benefician al grupo entero.

El juego cooperativo crea un espacio lúdico libre de competitividad donde es necesario el trabajo en equipo. De este modo, a través del juego y la diversión, los niños aprenden y desarrollan habilidades sociales.

¿Qué beneficios aporta el juego cooperativo?

Como padres o profesores es interesante promover este tipo de juegos para favorecer el desarrollo social de los niños. 

Estos son los beneficios que aporta el juego cooperativo:

  • Aprenden a trabajar en equipo. Los niños cooperan y son solidarios entre ellos, sumando el esfuerzo de todos ellos por un objetivo común.
  • Desarrolla las habilidades sociales. Comprenden y ponen en práctica la asertividad, la empatía, el autocontrol y el respeto.
  • Desarrolla las habilidades comunicativas y amplía su vocabulario. El juego cooperativo requiere que los niños se comuniquen, alentando el diálogo entre ellos 
  • Aprenden a buscar soluciones y a negociar. Ante cualquier dificultad que surja han de buscar la solución entre todos y resolver los posibles conflictos que puedan darse.
  • Estimula la autoconfianza y autoestima. El juego cooperativo valora a todos por igual, sin que nadie sobresalga o tenga un papel más relevante en el juego. Cada niño aprende a aceptarse a sí mismo y a valorar su contribución al objetivo que comparten.
  • Aprenden a confiar en los demás. La resolución de juego depende de la aportación de todos. El juego funciona cuando se establece una relación de camaradería entre todos.
  • Permite enseñarles a respetar las normas. El cumplimiento de las reglas del juego es fundamental para lograr cumplir la meta propuesta. Solo si todos respetan las normas establecidas podrán divertirse de veras.
  • Aprenden a gestionar las emociones. Se aceptan las limitaciones propias y las del resto del grupo y se respeta lo acordado por la mayoría sin enfadarse, siendo tolerantes y manteniendo el compromiso con el grupo.

juego cooperativo

¿Por qué se disfruta más?

A diferencia del juego competitivo en el que hay un ganador y unos perdedores, en el juego cooperativo la finalidad es común, no individual. O ganan todos logrando cumplir el objetivo o no gana ninguno. 

De este modo, los niños no se sienten tan presionados y disfrutan más del juego junto a sus compañeros en un ambiente motivador donde se supera un desafío, no a los otros niños. 

El temor al fracaso se deja de lado y aumenta la autoconfianza y el sentimiento de pertenencia. Los niños juegan más libres: libres de competencia, libres de ser eliminados, libres de fallar. En consecuencia, se divierten más.

Una gran variedad entre la que escoger

Existen muchos tipos de juego cooperativo para que los niños se diviertan jugando en equipo. Te proponemos algunos de ellos.

Juegos de mesa y agilidad mental

Narrar una historia. 

Se trata de conseguir hilar una historia entre todos los miembros del equipo que dure un tiempo determinado. Uno de los niños empieza la narración y, por turnos, todos los demás la van completando. 

Pueden añadirse variantes, como escribir frases con situaciones y elementos que, al coger cada niño uno de los papeles al azar durante su turno, deba introducir ese elemento en la trama. 

Juegos de destrezas y habilidades físicas

Transportar el balón. 

Los niños se organizan por parejas. La primera debe transportar un balón de gomaespuma, sujetándolo cabeza con cabeza, hasta llegar a un punto determinado y regresar. Luego, entregan el balón a la siguiente pareja y ésta hará lo mismo con la siguiente, hasta que todas lo consigan.

Juegos que no requieren material

Pillar a todos. 

Uno de los niños ha de intentar pillar a otro de los del grupo. Cuando lo logra, se dan la mano y juntos intentan pillar a otro. El objetivo es acabar todos juntos formando una cadena de manos unidas sin que quede ningún niño por pillar.

Juegos con cosas que tienes en casa

Zona de obstáculos. 

En una zona delimitada del suelo se colocan objetos, da igual cuáles, que serán los obstáculos que los niños no pueden tocar. Los niños se colocan al principio del espacio de juego, uno al lado del otro agarrándose las manos y de forma intercalada, es decir, uno mira hacia delante y el siguiente hacia atrás. Deben lograr atravesar toda la zona sin soltarse ni tocar ningún obstáculo. Si alguien toca un objeto, todos vuelven a empezar.

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Cómo dirigir bien el juego cooperativo

Como hemos explicado, el juego cooperativo es una excelente herramienta para fomentar valores y habilidades sociales como la comunicación asertiva, la cooperación y la resolución de conflictos. Pero, ante todo, el principal objetivo del juego es que los niños se diviertan y disfruten mientras juegan.

Te damos algunas sugerencias para lograrlo:

  • Crea el ambiente adecuado para cada juego. Inventa una historia que les haga meterse en su papel. Por ejemplo, pueden imaginar que son espías o aventureros que deben transportar un tesoro (transportar el balón) o pasar por una zona llena de trampas sin caer en ellas (Zona de obstáculos).
  •  Siempre adecúa el juego a la edad de los participantes para que todos entiendan las reglas. Puedes aplicar variantes que hagan el juego más complicado o desafiante.
  • No dejes que ninguna actividad acabe siendo demasiado estresante o les ponga demasiado nerviosos. Si es así, propón otra actividad para que se relajen y continúen divirtiéndose.

El juego cooperativo es una estupenda forma para que los niños integren valores y desarrollen la socialización mientras juegan y disfrutan.

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