Actividades de autoestima para adolescentes

Las actividades de autoestima para adolescentes se convierten hoy en día, en actividades necesarias, para el buen desarrollo de una sociedad. La autoestima está definida como, la evaluación perceptiva de nuestro propio ser; esto es el resultado de la suma del conjunto completo de lo que somos; comprende comportamiento social, sentimientos, rasgos físicos, carácter, manejo de emociones, etc.

Durante la adolescencia se experimentan una serie de cambios biológicos, no solo a nivel químico, sino que también a nivel psicológico, físico y emocionales. Estos cambios hacen, en cierto modo que comencemos a mirarnos a nosotros mismos de forma muy crítica y en ocasiones nos creamos una autoimagen que no nos agrada del todo y solemos empezar a subestimarnos, como consecuencia de esto padecemos de inseguridades que nos persiguen a lo largo de la vida y nos afectan en nuestra vida adulta.

El proceso adolescente está comprendido entre los 12 a los 18 años de edad, como ya se dijo, durante este período se atraviesan diversos cambios internos y también externos, no es de extrañar que un adolescente pase de ser un niño alegre a un jovencito más introvertido, o de tener gustos particulares por la música, los colores, etc. y posteriormente sentir atracción por cosas totalmente opuestas.

La carencia de una autoestima bien consolidada puede afectar al adolescente desde su aprendizaje hasta en su propio desenvolvimiento en la vida adulta.

Afortunadamente, se han diseñado distintos tipos de actividades o dinámicas que pueden realizar los jóvenes con la finalidad de reforzar esas zonas débiles de la autoestima. Las dinámicas pueden llevarse a cabo de manera individualizada o como terapia grupal, lo que resulta muy provechoso e interesante para los adolescentes.

Actividades de autoestima para adolescentes

Todas estas dinámicas son utilizadas por expertos, la intención de cada una de ellas es conseguir que el adolescente mejore su autoconcepto y se acepte y reafirme tal cual es. Por lo cual se intuye su aporte sustancialmente positivo en cuanto a la salud mental y la autoestima.

• Yo soy: Se trata de que el adolescente escriba sobre un folio una descripción detallada de sí mismo, la más objetiva posible. En esta descripción debe incluir sus rasgos físicos, sus aptitudes, sus logros y sus emociones. 

Esta dinámica pretende que el adolescente sea capaz de verse a sí mismo bajo la descripción y las capacidades que posee, para así formarse una idea sólida de su plan de vida.

• ¿Como me veo?: Esta actividad resulta muy divertida a la vez que reveladora, es necesario que se realice entre dos o más adolescentes, como una especie de terapia grupal. Consiste en agrupar por parejas a los chicos y cada uno debe hacer al mismo tiempo un retrato de su compañero; hay que pedir a los participantes que observen detalladamente a sus parejas y que al dibujar destaquen aquellos aspectos que le parecen atractivos del otro. 

Al finalizar y antes de revelar los dibujos pudieran incluir una variante y es que, cada uno dé una breve descripción de sí mismo, de este modo al ver como lo ven los demás suelen llevarse sorpresas agradables.

Con esta actividad se busca que el adolescente entienda que la opinión de los demás afecta nuestra autoestima, que cuando tenemos la autoestima baja nos infravaloramos pero que es solo una percepción equívoca ya que el mundo nos ve con otra forma más respetuosa.

• Autoestima baja: Consiste en que el adolescente cree un “segundo yo”, este puede ser un muñeco de cartón, plastilina, arcilla o el material que desee. Dicho muñeco estará en su habitación en un lugar visible, cada vez que el chico o chica, reciba mensajes negativos de su autoestima se pondrá a conversar con su segundo yo, va a escribir en una hoja los mensajes negativos y pensará y escribirá también en argumentos que contrarresten esos pensamientos. 

Esta es una dinámica fuerte ya que el tendrá que enfrentarse a sí mismo y soltar esos mensajes negativos de sí mismo para cambiarlos por razones de mayor peso que lo hagan valorarse más cambiando la percepción que tiene de sí mismo.

• Querido yo: Solo necesita un folio y un lápiz, debe escribir una carta para sí mismo donde mencione temas como su relación con los demás, su físico y su personalidad. Posteriormente debe leerla en voz alta, escuchándose a sí mismo se hará más consciente del daño que el mismo se causa al no darse el valor que merece, a la misma vez que se cuestionará si ese trato es el que merece. 

La intención de esta dinámica es de que quien la realice se haga consciente del impacto que tiene la relación consigo mismo, bajo el fuerte impacto que se crea al llevarla a cabo, y bajo el acompañamiento adecuado empezar a modificar todo sentimiento destructivo en constructivo y positivo.

• El aro o círculo: Dinámica grupal donde se hace un círculo entre todos los participantes y van pasando todos por turnos al centro, los compañeros que forman las paredes del círculo deben decir uno a uno, una palabra o frase que contenga cualidades de admiración para el compañero del medio. 

La aprobación y el reconocimiento social es un factor importante en la vida de cada individuo, más en estas edades donde no nos terminamos muchas veces de aprobar nosotros mismos.

• Mi futuro: Se trata de que usando la imaginación y sus deseos el adolescente visualice y plasme en una cartulina su vida futura con el mayor detalle que pueda. 

La idea es que pueda mantener la vista en un objetivo futuro, donde se vea a sí mismo como una persona completa y feliz.

Existen numerosas formas de fortalecer la autoestima y nunca es tarde, puedes buscar más actividades, suerte.

No olvidemos que la práctica deportiva, artística o cultural que estimule y satisfaga las necesidades del adolescente también contribuye en la formación de identidad y el afianzar su seguridad; la invitación a los padres y acompañantes de los adolescentes es a darles su apoyo y guía en todo momento.