¿A los niños les duele la cabeza?

  • 2 de Junio del 2020
  • 4 min de lectura

El dolor de cabeza es algo que se asocia normalmente a los adultos, pero lo cierto es que los bebés y niños de más edad también sufren cefaleas, lo que pasa es que no siempre saben expresarlo o identificarlo. A continuación, te contamos cuándo puede aparecer el dolor de cabeza en los niños, cómo detectarlo y cuándo debes consultar con el pediatra. 

¿Qué es?

La cefalea o dolor de cabeza es un síntoma asociado a otras enfermedades y es muy frecuente en niños, tanto que se dice que un 75 % lo sufre alguna vez antes de los 15 años. 

Niña sufriendo dolor de cabeza

Tipos de dolor de cabeza y causas

Dependiendo de la causa y sus características, podemos distinguir los siguientes tipos de dolor de cabeza: 

  • Dolor de cabeza asociado a enfermedades comunes. Es el más generalizado y es el que se asocia a enfermedades comunes como catarros, gripe, gastroenteritis y otros procesos febriles. Este dolor de cabeza no implica ningún riesgo y desaparece en cuanto la enfermedad empieza a remitir. 
  • Migraña. El dolor es pulsante, punzante, más intenso e intermitente y empeora con el movimiento y al hacer esfuerzos. Normalmente está situado a un lado de la cabeza, aunque en niños puede darse en ambos. Suele venir acompañado de otros síntomas como sensibilidad a la luz o al ruido, malestar general, náuseas y vómitos. Las causas de la migraña son desconocidas, aunque se cree que la herencia genética es determinante en su aparición. 
  • Cefalea tensional. Este dolor es bilateral, aunque también puede afectar a toda la cabeza. Se caracteriza por ser continuo y generar sensación de opresión en los músculos de la cabeza y el cuello. No viene acompañado de otras molestias como mareos o vómitos, como sí ocurre con la migraña. Tampoco empeora con la actividad física. La cefalea tensional está relacionada con la contracción de la musculatura de cabeza y cuello y con el estrés. 
  • Dolor por traumatismo en la cabeza. Se produce tras un golpe en la cabeza y puede ser preocupante si además viene acompañado de mareos, sensación de presión en el interior, pérdida de conciencia, cansancio y visión borrosa. Tras un traumatismo en la cabeza lo mejor es siempre consultar con un profesional sanitario para descartar una lesión interna. 
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¿Cómo se diagnostica?

Para determinar el tipo de dolor de cabeza que afecta a un niño y su origen es necesario realizar una exploración física general y neurológica. Para el médico puede resultar muy útil disponer de un diario o calendario de cefalea; se trata de un registro continuado de los momentos en los que el pequeño siente dolor, dónde se sitúa el dolor, cómo es, la duración y si desaparece al tomar algún analgésico. 

Dependiendo de la edad del niño y su capacidad para expresarse y describir el dolor, será más o menos complejo registrar estos datos, pero cuanta más información aportes al pediatra, antes podrá dar con la causa del dolor de cabeza. 

¿Cómo se trata?

El dolor de cabeza suele tratarse con analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno. También se recomienda que el pequeño esté en reposo, en un ambiente tranquilo, con silencio y poca luz y que no use dispositivos electrónicos. 

Madre e hija en la consulta del pediatra

Nueva llamada a la acción Nueva llamada a la acción

¿Se puede prevenir?

La prevención de los dolores de cabeza en niños, al igual que en el caso de los adultos, depende de las causas que los suelen originar, pero las siguientes pautas pueden ayudar a reducir su aparición: 

  • Llevar unas rutinas regulares de sueño y alimentación para evitar periodos de ayuno prolongados y obtener el descanso necesario
  • Mantener una buena hidratación
  • Realizar alguna actividad física de manera regular, intentando que no sea por la noche en una hora cercana a la de irse a la cama. 
  • En los casos en los que el estrés sea el detonante de los dolores de cabeza, habría que reorganizar las tareas y actividades del pequeño para ver de qué manera puede llevar su día a día sin que le genere estrés o ansiedad. Esto puede complementarse acudiendo a un especialista que proporcione al niño herramientas para manejar mejor las situaciones estresantes

Sea como sea el tipo de dolor que padezca tu pequeño y su causa, recuerda siempre consultar con un médico si se intensifica con el tiempo, si ves que interfiere en su vida diaria, si tiene vómitos y si llega a despertarse en medio de la noche por la cefalea.

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