¡Descubre todas las propiedades del kéfir!

  • 9 de Septiembre del 2022
  • 5 min de lectura

¿Has oído hablar sobre el kéfir? Es una bebida fermentada originaria del este de Europa y es un excelente probiótico que facilita la digestión. Hoy te contamos las maravillosas propiedades del kéfir, una bebida fácil de preparar en casa.

¿Qué es el kéfir? 

El kéfir es una bebida fermentada, conocida desde la antigüedad, con innumerables beneficios y propiedades para la salud. Esta bebida es rica en bacterias y probióticos que contribuyen a mejorar la flora intestinal. 

El kéfir es el resultado de fermentar la leche o el agua con azúcar, con unos gránulos o nódulos donde se encuentran las bacterias probióticas, principalmente lactobacillus, streptococcus, bifidobacterium o lactococcus y colonias de hongos o levaduras. Estos gránulos de kéfir tienen un aspecto similar al coliflor, aunque es de textura gelatinosa. 

Tipos de kéfir

Podemos encontrar tres tipos de kéfir según su elaboración, el kéfir de leche, el de agua y el de té o comúnmente llamado kombucha. La particularidad que tienen es el medio en el que se elaboran, que es diferente.

El kéfir de leche es el más popular y el que podemos encontrar más fácilmente, es un producto similar al yogur aunque su sabor es más ácido. Por lo general se elabora con leche de vaca aunque también puede haber elaborados con leche de cabra o de oveja. 

El kéfir de agua se elabora a partir de nódulos de inicio que no necesitan de un medio lácteo para sobrevivir, además tiene la particularidad de que puede ser consumido por cualquier persona, tanto veganas como intolerantes a la leche. Es una bebida más ligera y refrescante que el kéfir de leche y aporta multitud de microorganismos benéficos. 

El kéfir de té o kombucha es una infusión fermentada elaborada a partir de cualquier variedad de té, a la que se le añade el hongo kombucha, un cultivo de bacterias beneficiosas y levaduras. Su sabor es ligeramente ácido aunque dependiendo de la variedad de té con el que se elabore aportará un sabor y aroma específico.

Propiedades del kéfir para la salud

El kéfir es una bebida que además de probióticos contiene algunos micronutrientes dependiendo del origen. El kéfir de leche aporta un alto contenido en calcio así como proteínas y vitaminas del grupo B, además tiene la ventaja de que su contenido en lactosa es reducido por lo que podría llegar a ser consumido por intolerantes, en función de su grado de tolerabilidad.

Además también contiene minerales como el potasio y el fósforo y vitaminas K, A, D y biotina en menor medida. 

Lo que más destaca entre las propiedades del kéfir es su efecto probiótico por su gran contenido en microorganismos beneficiosos, como Lactobacillus que protegen al organismo, por este motivo es bueno para: 

  • Mejorar la microbiota intestinal, esto favorece el cuidado del sistema digestivo, puede ser de utilidad en diarreas o estreñimiento, además ayuda a recuperar la microbiota tras un tratamiento antibiótico. 
  • Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico, reforzando las defensas al mantener la microbiota intestinal reforzada. 
  • Facilita la digestión de los alimentos. 
  • Hay cierta evidencia de su acción protectora frente a la inflamación intestinal.

¿Cómo preparar el kéfir en casa?

Es muy fácil elaborar kéfir en casa, lo primero que hay que conseguir son los gránulos de kéfir que tradicionalmente pasan de unas personas a otras, ya que el kéfir crece a una velocidad rápida haciendo que se produzca un excedente del mismo cada cierto tiempo. 

Los gránulos de kéfir también pueden conseguirse en tiendas de dietética. 

Para hacer kéfir de leche necesitas 100 g de gránulos de kéfir y 1 litro de leche, la preparación es similar a la del yogur. Se colocan los gránulos junto con la leche a temperatura ambiente en un recipiente de vidrio. Cerrar el recipiente con una servilleta o un paño de tela y una goma, dejar reposar a temperatura ambiente por 24 hs. Al día siguiente debes colar el contenido para separar los granos de kéfir del líquido. Guardar los granos en un recipiente de vidrio y la “leche” en un recipiente cerrado herméticamente. 

Se utilizan utensilios de plástico o cristal, no de metal para que no reaccione con el pH ácido del kéfir. 

Para hacer kéfir de agua se necesita 1 lt de agua sin cloro, 3 cdas soperas de nódulos de kéfir, 3 cdas soperas de azúcar. Se colocan los ingredientes en un frasco de vidrio, revolver bien para disolver el azúcar utilizando utensilios no metálicos. Tapar el frasco con un paño, con la tapa suelta o hermética y dejar fermentar en un lugar templado. 

El tiempo que se deja el kéfir de agua depende de la temperatura ambiente, si el clima es templado se deja 48 horas pero si es más frío necesitará más tiempo. El fermento final tiene un sabor ligeramente ácido. Cuándo esté listo tienes que colar el líquido y mantenerlo en la nevera en una botella, este kéfir dura un mes aproximadamente. 

Los nódulos de kéfir puedes guardarlos para una nueva fermentación, se van multiplicando, o puedes dejarlos en un frasco con agua y azúcar en la nevera para alimentarlos cambiando el agua cada 7 días. 

 ¿Cómo preparar el kéfir en casa?

Puedes consumir el kéfir de diferentes formas, incluso añadirlos a jugos o batidos. El kéfir de leche puedes consumirlo en el desayuno, merienda o media mañana como un yogur junto a frutas, muesli, frutos secos… Puede también emplearse en la elaboración de salsas caseras. 

¿Conocías estas propiedades del kéfir? ¿Te animas a prepararlo en casa? De esta forma podrás beneficiarte de él en cualquier momento.

Referencias