La vitamina D juega un papel fundamental en la formación ósea y es beneficiosa en todas las etapas de la vida, pero ¿cómo es de necesaria en el embarazo? ¡Damos respuesta a todas tus dudas en este post!
Una vitamina; múltiples beneficios
La vitamina D tiene funciones vitales para el organismo, pues hace posible la absorción del fósforo y el calcio y regula las células que forman la masa ósea, por eso es fundamental para el desarrollo y el mantenimiento de unos huesos fuertes. Además, se le asocia un efecto beneficioso frente a infecciones y el riesgo cardiovascular.
Déficit de vitamina D
A pesar de encontrarnos en una zona mediterránea, se habla de un déficit de esta vitamina en la población debido a las siguientes causas:
- El tiempo de exposición solar y la superficie expuesta no siempre es suficiente para que el cuerpo pueda generar la cantidad de vitamina D que necesita.
- La pigmentación natural de la piel; cuanto más oscura, más tiempo de exposición requiere.
- No llevar una alimentación completa que incluya alimentos ricos en esta vitamina.
- El sobrepeso y algunas enfermedades relacionadas con la mala absorción de las grasas influyen en los niveles de vitamina D.
Vitamina D y embarazo
Una mujer embarazada necesita al día 600 UI de vitamina D, lo que equivale a 15 mcg. Los profesionales sanitarios tienen en cuenta este dato porque algunos estudios han demostrado que las mujeres embarazadas con déficit de vitamina D tienen más riesgo de padecer diabetes gestacional, preeclampsia, parto prematuro y otras afecciones que afectan a determinados tejidos, además de una mayor probabilidad de terminar el embarazo con una cesárea.
Obtén la vitamina D que necesitas
Conociendo ya los factores que influyen en la carencia de esta vitamina, te damos las claves para mantener tus niveles en la cantidad recomendada:
- La exposición al sol controlada hace que el cuerpo sea capaz de generarla, pero debes saber que el uso de protección solar muy elevado imposibilita esta síntesis. Esto puede complicar la obtención de vitamina D, ya que exponerse a los rayos solares durante un periodo prolongado puede suponer también riesgos para tu piel y tu salud.
- Puedes aumentar tus niveles de vitamina D incluyendo en tu dieta pescados grasos como el salmón o la caballa, la sardina o el arenque, también yema de huevo y lácteos.
- Si de manera natural, con la exposición solar y con la alimentación, no te es posible obtener la vitamina D que necesitas, es probable que tu médico te aconseje tomar una suplementación de vitamina D. Es importante que tomes únicamente la cantidad que te indique y durante el tiempo que determine.
Si estás embarazada y no sabes si estás obteniendo la vitamina D que tu organismo necesita en este momento vital, te animamos a que consultes con el especialista para que te haga pruebas necesarias y despejes todas las dudas.
Etapa vital
Referencias
- National Institut of Health. U.S. Department of Health & Human Services. (2019). Vitamina D. Recuperado de: https://ods.od.nih.gov/factsheets/VitaminD-DatosEnEspanol/
- Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia. (2018). Control prenatal del embarazo normal. Recuperado de: https://sego.es/documentos/progresos/v61-2018/n5/GAP_Control%20prenatal%20del%20embarazo%20normal_6105.pdf
- Navarri Ramos, Isabel, Tarrats Velasco, Laura, Páez Maldonado, Isabel, Jiménez Rodríguez, Juan M. y Alonso Fernández, Sergio. (2018). La vitamina D durante la gestión. Matronas Profesión. Recuperado de: https://www.federacion-matronas.org/revista/wp-content/uploads/2018/07/Revision-bibliografica_Vitamina-D.pdf
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