Algunas afirmaciones sobre alimentación infantil pasan de generación en generación, sin darnos cuenta de que su validez científica es más que discutible. Por mucho que las sigamos escuchando y se repitan como un mantra, lo cierto es que hoy los niños no comen, se mueven ni tienen los mismos juegos que hace 30 años, por eso la alimentación infantil desde su inicio y los cuidados han de ser diferentes. No te dejes engañar por estos mitos de la alimentación infantil.
Los niños gorditos están más sanos
Esta afirmación era cierta cuando la pediatría no estaba tan desarrollada. Hoy en día es casi más peligroso para el niño tener sobrepeso infantil que andar algo ajustado de kilos por constitución.
Un niño pequeño puede tener una alimentación con un aporte elevado de calorías y grasas que le causan sobrepeso y al mismo tiempo presentar deficiencias de vitaminas y minerales porque casi no consume fruta ni verdura.
Si mi hijo está delgado tengo que darle un suplemento vitamínico
Independientemente de su peso, un niño bien alimentado recibe todas las vitaminas que necesita, siempre que su dieta sea realmente variada, sana y equilibrada. A no ser que el pediatra lo recomiende, no hace falta dar complejos vitamínicos a los niños delgados. Puede que esa sea su constitución a lo largo de toda su vida.
Si un niño está delgado, no puede tener colesterol
¡Falso! Es cierto que los niños con sobrepeso y dietas desequilibradas y altas en grasa tienen más probabilidades de tener el colesterol alto, pero los niños delgados también pueden tener colesterol alto, bien sea por seguir una alimentación infantil inadecuada o en casos de hipercolesterolemia familiar, debida a factores genéticos y hereditarios.
Si no come lo suficiente, no va a crecer
Es cierto que los niños deben ingerir suficientes calorías para desarrollarse bien. Sin embargo, su apetito es variable y, en algunos momentos, comen menos o de manera más irregular. A diferencia de los dos primeros años, en que el crecimiento infantil es más rápido, a partir de los 3 años, la velocidad de crecimiento disminuye y las necesidades de alimento son menores. Si la alimentación infantil es saludable y equilibrada y el niño está contento y activo, no debes preocuparte. Además, las revisiones con el pediatra indicarán si hay algún problema.
Hay que obligar a comer al niño que no come
Ni todos los niños comen igual ni un mismo niño come siempre la misma cantidad. Hay que evitar las comparaciones con otros niños pequeños y con el propio niño. Las necesidades nutricionales cambian con la edad y pueden ser varias las razones por las que el niño más mayor o el bebé no tiene apetito. Si te preocupa, consulta con el pediatra, pero no le obligues a acabarse todo el plato, pues solo lograrás generar un rechazo que puede dar lugar a una mala relación con la comida.
Las espinacas son muy ricas en hierro
El responsable de este mito no es otro que el famoso Popeye. El hierro es un oligoelemento imprescindible para el buen desarrollo de los bebés y niños, pero el contenido en hierro de las espinacas es más bien escaso (1,7 mg en 100 g), si lo comparamos con el huevo (8 mg), la carne, los cereales, los mejillones o los berberechos.
Solo hay que dejarle tomar dos huevos por semana
Si estamos ante un niño con una alimentación variada, no seas estricta respecto al número de huevos que consume. Antes se pensaba que no era adecuado consumir más de 3 huevos a la semana porque alteraba los niveles de colesterol. Pero se ha descubierto que no influye tanto como se creía y que si el resto de la alimentación no es excesivamente alta en grasa y colesterol, el consumo de huevos en una dieta sana puede ser perfectamente de más de 3 a la semana. Eso sí, hay que intentar no añadir excesiva grasa al cocinarlos y combinar los fritos con otros preparados a la plancha, cocidos o en tortilla.
La congelación hace que se pierdan cualidades nutricionales de los alimentos
¡Otro mito falso! La verdad es que cuando se congela bien un alimento solo se da una pequeñísima pérdida de vitaminas apenas insignificante. Una congelación y descongelación adecuada no afecta prácticamente a las propiedades nutricionales de los alimentos. Combinados con los alimentos frescos, son una buena opción para los niños, sobre todo los pescados que vienen ya limpios y sin espinas. Eso sí, la cadena del frío no se debe romper nunca bruscamente. Descongela siempre los alimentos lentamente en la nevera.
Las grasas son malas y hay que eliminarlas de la dieta
¡No es cierto! Las grasas son totalmente necesarias en la alimentación. Nos aportan energía, transportan las vitaminas liposolubles, ayudan a regular la temperatura corporal… Sin embargo, es cierto que no todas las grasas son iguales. Hay que diferenciar entre las grasas saturadas, las insaturadas y las grasas trans:
- Las grasas insaturadas proceden de los aceites vegetales y de los alimentos de origen marino y son consideradas las más cardiosaludables.
- Las grasas saturadas proceden especialmente de los alimentos de origen animal y hay que consumirlas con moderación.
- Las grasas trans hidrogenadas son las más perjudiciales y hay que reducirlas lo máximo posible, optando por los alimentos frescos. Las grasas trans hidrogenadas las encontramos en productos ultraprocesados como la bollería industrial, los precocinados o los snacks.
Los alimentos con grasa vegetal son más sanos para el peque
Depende del tipo de grasa vegetal. La de oliva es, sin duda, la más saludable según la OMS. La de girasol también sienta bien al organismo, pero las de coco o palma son mucho menos recomendables para los niños al contener grasas saturadas.
Si no quiere las verduras, mejor esconderlas
Si tu hijo se niega a comer verduras, no intentes hacer ver que no se las pones. Solo conseguirás que siga sin quererlas en sus platos. Mejor sé original y usa las verduras con imaginación. Cómelas tú también con él y explícale los beneficios de las verduras y lo buenas qué son para su salud.
El desayuno es la comida más importante del día
Algunos niños, al igual que muchos adultos, no tienen tanta hambre nada más levantarse y rechazan un desayuno completo. Si tu hijo es uno de ellos, mejor que coma una fruta o beba un vaso de leche y tome un desayuno saludable en el colegio. Aunque lo ideal es desayunar en familia, está opción no siempre es viable, así que mejor que desayune bien en el cole, antes que darle bollería u otro producto poco saludable con el fin de que coma.
Hay que evitar los alimentos alérgenos hasta después del primer año
A pesar de ser uno de los mitos de la alimentación infantil más arraigados, no hay que retrasar la introducción de ningún alimento potencialmente alérgeno. Algunos estudios sugieren que la introducción temprana puede prevenir el desarrollo de alergia a estos alimentos, mientras que no existen evidencias que indiquen la conveniencia de demorar su inclusión en la alimentación infantil. Sigue la pauta que marque el pediatra y consúltale cualquier duda que tengas sobre ello.
La alimentación complementaria debe seguir un orden determinado
A partir de los seis meses, o cuando indica el pediatra según cada bebé y su maduración, se empieza con la alimentación complementaria. Muchas personas aún creen que debe seguirse un orden determinado, sin embargo, esto no es así. En la actualidad, la pauta es introducir los alimentos que cumplan con las necesidades nutricionales del bebé (proteínas, carbohidratos, verduras, cereales, frutas, …), sin un orden específico ni restricciones, a no ser que estén indicadas por razones médicas.
La leche empeora el resfriado
Este es otro de los clásicos mitos sobre alimentación infantil. En cuanto el niño se resfría, muchas mamás optan por prescindir de la leche porque ¡espesa el moco! Nada más lejos de la realidad, la leche no produce mocos, no espesa las flemas ni favorece la bronquitis, y es fuente de calcio y un ingrediente fundamental en la alimentación infantil.
Comer entre comidas favorece la aparición de caries
¡Verdadero! La relación entre la alimentación infantil y la caries no es un mito. Por eso, después de cada comida, aunque sea un simple aperitivo, los restos que se quedan en la boca pueden dañar el esmalte y provocar caries, por eso es recomendable acostumbrar a los niños a cepillarse los dientes después de todas las comidas.
Este artículo fue publicado originalmente el 11 de mayo de 2016 y actualizado el 14 de marzo de 2024
Preguntas frecuentes sobre alimentacion infantil
La alimentación infantil se basa en las mismas pautas que la del resto de la familia, pues todos necesitamos los mismos nutrientes, aunque la proporción y la cantidad depende de la edad y otras características como la actividad física.
Se recomienda dar el pecho al bebé de manera exclusiva hasta los seis meses, cuando se comienza la alimentación complementaria. La alimentación infantil de cada niño debe tener en cuenta su salud, su edad y ritmo de crecimiento. En general la alimentación de los niños debe ser variada, sana y equilibrada.
Aunque existen varias clasificaciones sobre las etapas de la alimentación infantil, suelen seguir esta estructura:
- Lactancia materna exclusiva (0 a 6 meses).
- Introducción de la alimentación complementaria junto con la lactancia (7 a 12 meses).
- Se integra en una alimentación sana, variada y equilibrada, con toda la familia.
La cantidad y calidad de la alimentación infantil es fundamental para el óptimo crecimiento y desarrollo de los niños.
Etapa vital
Deja un comentario