Baja autoestima en adolescentes: señales, causas y cómo abordarla

La adolescencia es una etapa vital complicada en muchos aspectos, pero es un momento clave en el desarrollo de cualquier persona. 

Los estímulos, experiencias, emociones y la gestión de todo ello serán determinantes en el forjado del futuro adulto en el que se convertirá el adolescente.

Pero la avalancha de cambios que se desata con la pubertad es capaz de hacer que la confianza en sí mismos se tambalee y puede dar lugar a una baja autoestima en adolescentes. 

Padres y educadores deben trabajar conjuntamente para dotar a los adolescentes de una autoestima sana y sólida, así como ayudar a aquellos que hayan podido perderla o cuya autoestima se esté viendo mermada durante la adolescencia.

¿Qué es la autoestima?

La autoestima es el valor que le concedemos al concepto que tenemos de nosotros mismos. Es una autoevaluación de nuestra valía, de nuestras capacidades y nuestra forma de gestionar las experiencias vitales.

La idea que tenemos de nosotros mismos, la autoestima, se desarrolla a lo largo de los años y está condicionada por las experiencias y nuestra forma de gestionarlas; por ello, no es un concepto estático, sino que está sujeta a las fluctuaciones propias de la existencia.

Cuanto más realista y positiva es esa idea, mejor apreciamos y aprovechamos nuestros puntos fuertes y mejor aceptamos y superamos los puntos débiles.

Las etapas de la infancia y la juventud son fundamentales para lograr construir un autoconcepto positivo y realista y llegar a la adolescencia con un buen nivel de autoestima, la base de nuestra salud emocional.

Baja autoestima en adolescentes

La adolescencia es una etapa muy cambiante en que la persona debe asumir importantes cambios físicos, psicológicos, emocionales y sociales que pueden hacer tambalear la autoconfianza y dar lugar a una percepción negativa y errónea de uno mismo. 

Esto es especialmente importante en estos años en que aún no se han asumido los recursos y la forma de gestionar las emociones que se adquiere con las experiencias vividas desde una base sólida y guiada por los padres y docentes.

Una autoestima baja influye en todos los aspectos de la vida cotidiana de un adolescente y supone un factor de riesgo, presente y futuro, ante situaciones que comprometen su salud y bienestar.

Riesgos asociados a una baja autoestima en adolescentes

La baja autoestima puede desembocar en comportamientos destructivos para sí mismo y para los demás:

• Mayor vulnerabilidad frente a la violencia de género, tanto en el rol de víctima como de maltratador.
• Incrementa la posibilidad de desarrollar adicciones relacionadas con las nuevas tecnologías (tecnoadicción).
• Aumenta el riesgo de caer en el consumo de sustancias tóxicas como tabaco, alcohol u otro tipo de drogas.

¿Cuáles son los síntomas de un adolescente con autoestima baja?

La baja autoestima se manifiesta en una serie de síntomas y ,aunque no se manifiesten todos, es necesario estar alerta y actuar ante cualquiera de ellos. 

Estos son los síntomas de una baja autoestima en adolescentes:

• Habla negativamente de sí mismo, en ocasiones de forma muy dura, y desarrolla una autoexigencia desmedida.
• Se infravalora y proyecta esa falta de autoconfianza en su comportamiento social, creando situaciones de incomodidad para sí mismo y para los demás.
• Se siente incapaz de afrontar los aprendizajes y tiende a cerrarse en banda creyéndose poco válido y fracasado.
• Busca el reconocimiento constante de los demás, mostrando una excesiva ansia por agradar y ser aceptado.
• Es demasiado influenciable y desarrolla dependencia emocional
• Puede entrar en un círculo vicioso de autocrítica rigurosa y victimismo.
• No sabe aceptar la crítica de los demás y se siente atacado.
• Es desconfiado.
• Manifiesta indecisión y pesimismo.
• Tiende al aislamiento.
• En consecuencia, su estado anímico es bajo y suele manifestar ansiedad.

¿Qué puede ocasionar una baja autoestima en adolescentes?

Las razones más habituales que ocasionan una baja autoestima en adolescentes son estas:

• Vivir alguna experiencia traumática como el acoso escolar o bullying, el abuso sexual, físico o psicológico u otras situaciones, como la pérdida de un ser querido.
• Tener problemas de salud mental.
• Sufrir trastornos anímicos como la depresión infantojuvenil.
• Padecer algún tipo de discapacidad.
• Convivir en un entorno crítico e invalidante en el que interioriza expectativas ajenas.
• Motivos relacionados con el aspecto físico, como la obesidad o el acné.
• Ser o sentirse diferente al resto y ser objeto de burla de otros niños o adolescentes.
• Falta de apoyo, soledad y/o ausencia de vínculos seguros.
• Sobreprotección o estilos de crianza autoritarios.

¿Cómo subir la autoestima de un adolescente?

Para subir la autoestima de los adolescentes es necesario trabajar para reforzar las capacidades que les permitirán asumir el control de sus vidas y confiar en sí mismos para afrontar las distintas experiencias vitales.

Para dotarlos de los recursos necesarios, debemos fortalecer los pilares en los que se asienta una autoestima sana o ayudarlos a recuperarla o mejorarla. 

• Autoconocimiento. El conocerse a uno mismo y ser consciente de las fortalezas y debilidades que se poseen es fundamental para poder valorarse desde un autoconcepto realista.
• Autorespeto. Aprender a quererse y cuidarse desde el respeto a uno mismo gestionando las autocríticas para que sean constructivas, nunca hirientes u ofensivas.
• Autoaceptación. Es importante aceptarse como se es y sentirse cómodo con uno mismo. Desde esa perspectiva, trabajar para asentar las virtudes y mejorar las limitaciones.
• Autoeficacia. Es necesario confiar en las capacidades que se poseen para afrontar los retos y dificultades que se presentan.

Acciones concretas para mejorar la autoestima

La mejora de la autoestima requiere desarrollar acciones desde diversos ámbitos. Estas son algunas de las acciones recomendadas: 

• Trabajar la autoestima y la asertividad. Aprender a expresar y defender sus puntos de vista de forma firme al tiempo que respeta los de los demás, otorga seguridad en uno mismo y la buena consideración del grupo familiar y social.
• Practicar ejercicio físico. Contribuye al desarrollo integral físico y mental de los adolescentes y, en consecuencia, les ayuda a fortalecer su autoestima.
• Tratamiento psicoterapéutico. Es una herramienta valiosa para mejorar la autoestima, el manejo de las emociones, las habilidades sociales y relaciones interpersonales, etc. 
• Priorizar y motivarlos a realizar actividades de ocio saludable. 
• Poner en práctica la escucha empática y el diálogo. 
• Educar en positivo.

En definitiva, es importante detectar y abordar la baja autoestima en adolescentes, pues es algo que puede tener un gran impacto en su vida cotidiana y en el adulto que serán en el futuro.

Además, debemos trabajar a diario con los niños y adolescentes para proporcionarles las herramientas necesarias para que ellos mismos vayan construyendo una autoestima sana y para prevenir que ésta pueda verse deteriorada en otras etapas de su vida.