Causas del dolor en el pecho durante la lactancia

  • 8 de Julio del 2021
  • 5 min de lectura

La leche materna es el mejor alimento para el bebé. Cubre totalmente sus necesidades nutricionales y aporta numerosos beneficios para la madre y su hijo. Promueve un buen desarrollo del niño y contribuye a la buena recuperación de la madre, aunque en algunos casos la lactancia puede ocasionar dolor en el pecho.

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Sintomatología y soluciones para los problemas más comunes que surgen al dar de mamar

La lactancia materna es una grata experiencia que no debe doler. Es un aprendizaje para ambos que, al principio, puede costar un poco y producir alguna pequeña molestia a la mujer. La mayoría de los problemas que ocurren en este periodo vienen dados por una succión inadecuada debida a una mala postura cuando se da el pecho y, muchas veces consecuencia de ello, a un mal agarre del bebé al pecho.

A continuación, te explicamos los problemas más frecuentes, sus síntomas y la solución más adecuada.

Grietas en el pezón

Las grietas son pequeñas lesiones que se producen debido a un mal enganche del bebé al mamar, el cual agarra y muerde el pezón en lugar de succionar toda la areola y parte del pecho. La solución pasa por corregir la mala postura de la boca del bebé para que sus encías no presionen el pezón ni las grietas que se puedan haber producido.

El pezón se inflama y presenta un aspecto enrojecido. Cuando el bebé agarra el pezón, la mujer siente dolor o escozor, que desaparece en poco tiempo al corregir la forma de mamar. Si no ocurre así, hay que consultar al ginecólogo para que valore si las grietas se han infectado y hay que administrar algún antibiótico para prevenir una infección mayor o una mastitis.

En cualquier caso, no hay que abandonar la lactancia. Si en algún momento duele demasiado, la madre puede recurrir al uso de un sacaleches o extraerla manualmente hasta que las grietas se hayan curado.

La aplicación de compresas de agua templada o de aceite de oliva sobre el pezón y las grietas, entre toma y toma, alivia las molestias.

Ingurgitación mamaria

A los dos o tres días tras el nacimiento del bebé, llega la subida de la leche. Las mamas se llenan y pueden doler. En ocasiones, se producen derrames de leche. Esto es normal y dura pocos días.

Algunas veces, la plétora o subida de la leche ocurre de manera muy intensa y causa una ingurgitación mamaria. Se trata de una congestión de las mamas que causa dolor y, muchas veces, imposibilita el correcto enganche del bebé al estar el pecho demasiado duro.

Para descongestionarlo y facilitar el agarre, la madre puede vaciar un poco de leche antes de la toma para ablandar la zona.

Aplicar duchas de agua muy fría puede ayudar a aliviar las molestias, aunque lo más efectivo es poner a mamar al bebé tanto como quiera para conseguir vaciar las mamas. Si aparece algo de fiebre y malestar general, el médico puede prescribir la toma de algún antiinflamatorio compatible con la lactancia.

Mastitis

La mastitis es una inflamación de la glándula mamaria que puede ir acompañada de infección. La mama está inflamada, enrojecida y causa dolor y fiebre. En estos casos, la madre puede tomar algún analgésico y aplicar frío sobre la zona.

No hay que dejar la lactancia. Al contrario, el vaciado de las mamas ayuda a recuperarse, siempre procurando que el bebé se enganche correctamente al pecho. Si, a pesar de la extracción frecuente de la leche, la sintomatología persiste o se agrava, hay que consultar al ginecólogo por si es necesario la toma de algún antibiótico.

Pezones planos

Tener los pezones planos o invertidos no es un problema para la lactancia materna. Normalmente, este tipo de pezones están rodeados de bastante tejido que puede proyectarse hacia fuera al ser estimulado por la succión e incluso, tras varios días de dar el pecho, se mantiene la protrusión, es decir, la proyección del pezón hacia fuera, entre tomas. La aplicación de frío o la extracción de un poco de leche antes de la toma también facilita la lactancia, siendo también muy recomendable el uso de pezoneras.

Son muy pocas las mujeres que tienen los pezones verdaderamente invertidos, en los que los filamentos musculares que proyectan el pezón son muy cortos o no existen, impidiendo la lactancia.

Perlas de leche

La perla de leche se produce por la obstrucción de un conducto galactóforo, que es un tubo delgado de la mama que lleva la leche de los lobulillos mamarios hasta el pezón, impidiendo el total vaciado de la mama. La leche se acumula, abombando la superficie de la piel y dando lugar a un bulto nacarado que puede aumentar de tamaño conforme llega más leche.

La causa suele ser traumática, cuando el bebé muerde el pezón o lo tira hacia atrás con fuerza, o bien por una infección microbiana. En este último caso, hay que consultar con el médico que valorará la prescripción de un antibiótico.

Cuando es debida a un traumatismo, suele remitir por sí sola a los 5 o 7 días. Mientras tanto, es importante que el bebé mame de forma adecuada, con la barbilla justo encima.

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Anquiloglosia

La anquiloglosia sucede cuando el bebé tiene corto el frenillo de la lengua y ésta se encuentra sujeta al suelo de la boca, dificultando los movimientos necesarios para mamar de manera correcta.

No todos los bebés con anquiloglosia presentan estos impedimentos, aunque si se presentan se corrige fácilmente con un sencillo procedimiento quirúrgico denominado frenectomía.

Los bebés con frenillo corto suelen realizar tomas muy largas ya que no extraen suficiente leche. Esto puede provocar la aparición de grietas en los pezones debido a la fricción y también provocar ingurgitaciones.

  • La lactancia a demanda, sin horarios ni restricciones, es la mejor forma de conseguir una experiencia totalmente placentera para la madre y su bebe.
  • Es un aprendizaje que requiere tiempo, paciencia y todo el amor del mundo. Es normal que, al principio, surjan dudas y malestares.
  • Ante cualquier problema, la madre debe consultar a su ginecólogo o a un especialista en lactancia.
  • La mayoría de veces, el mal enganche al pecho y la mala postura del bebé al succionar son la causa de estos problemas.
  • Solucionarlo cuanto antes evita males mayores y facilita que este periodo sea gratificante para ambos.

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