¿Cómo hablar con un niño de temas difíciles?

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Existen ciertos temas difíciles (divorcio, adopción, muerte…) que cuesta mucho afrontar con nuestros hijos. No obstante, nunca hay que engañarles ni ocultarles nada, lo mejor es decirles siempre la verdad de una manera delicada y adaptada a su edad.

Ocultarle al niño ciertos temas delicados es mucho peor que hablarle de ello ya que los niños enseguida notan que pasa algo, y si no saben qué es, se asustarán más o buscarán la información por su cuenta, lo que puede ser mucho peor.

Por muy difícil que sea, siempre es mejor afrontar cuanto antes los temas complicados, eso sí, sin entrar en demasiados detalles ni darle información que no necesita.

Tampoco es buena idea engañarle ya que es probable que se acabe enterando, y si piensa que le mentís dejará de confiar en vosotros. Para que sea más fácil, os damos unas cuantas pautas para hablarle de ciertos temas:

  • ENFERMEDAD GRAVE O CRÓNICA

Tanto si la enfermedad le afecta a él como a un familiar muy cercano, es necesario informarle de lo que va a pasar en los siguientes meses: las pruebas, los tratamientos… Más aún si se trata de una enfermedad crónica que le va a acompañar toda la vida, como la diabetes, por ejemplo. Hay que contárselo de manera informal, sin mostrarse muy serio y transmitiendo mensajes positivos. Usa un lenguaje sencillo sin usar términos médicos ininteligibles. No le sobreprotejas ni muestres lástima por él o por el enfermo, lo más importante es normalizar la situación.

  • ADOPCIÓN

Los expertos sugieren introducir la información poco a poco, con explicaciones que irán cambiando según su edad. Así podrá ir absorbiendo la información gradualmente. Sea como sea, es fundamental que se entere de su adopción por sus padres y no por terceras personas, menos aún por amigos del colegio. Si fuera así, podría llegar a pensar que la adopción es algo vergonzoso que ocultáis, además de perder su confianza en vosotros.

No obstante, tampoco hay que hacer de la adopción un tema recurrente. Es vuestro hijo igual que si hubiera nacido de vosotros, simplemente es necesario que sepa que “su mamá no podía cuidarle y buscó una familia que le quisiera y lo hiciera por ella”.

Si te hace preguntas al respecto intenta contestarlas de forma simple, sin darle demasiada información.

Es muy importante que entienda la ilusión que sentisteis al saber que iba a llegar a vuestra familia. Podéis hablarle de ese momento: de cuando os enterasteis, de cuando le visteis por primera vez, etc.

  • MUERTE

La muerte es un concepto muy difícil de entender, incluso para los adultos. Causa un gran dolor, miedo y angustia, sentimientos que no conviene transmitir al pequeño.

Cuando un familiar, amigo o incluso su mascota se mueren hay que comunicárselo al niño cuanto antes, por muy doloroso que nos resulte. Hay que hacerlo con cariño y cuidado, pero sin dramatizar para no asustarle.

Si tiene preguntas acerca de la muerte intenta contestarlas de la manera más honesta posible, de acuerdo a tus creencias y tus ideas. Y si le ves triste o desconcertado, permítele que te hable de sus sentimientos para que pueda expresar lo que está sintiendo.

Su comportamiento se puede ver alterado por toda la situación y estar más irritable. Consiéntele pero sin que llegue a traspasar los límites.

Lo que no debes decirle es que la persona que ha fallecido está durmiendo ya que podría darle miedo morirse mientras duerme, lo que podría dar lugar a terrores nocturnos, pesadillas, alteraciones del sueño…

  • DIVORCIO

El divorcio de los padres es una de las situaciones que más cambian la vida de un niño ya que pasará de vivir y de ver a su padre y su madre todos los días a estar solo con uno de ellos y ver al otro cuando marque el régimen de visitas.

En cuanto la decisión sea firme y no haya vuelta atrás (no conviene estar mareando al pequeño), debéis decirle que os vais a separar, que os seguís queriendo pero no de la misma forma y que a partir de ahora papá (o mamá) vivirá en otra casa. Preparaos para una batería incesante de preguntas durante meses a las que deberéis responder de la manera más sencilla y honesta posible.

Hay que recalcarle que no es culpa suya y que los dos le seguís queriendo más que a nada en el mundo. Asimismo, debéis explicarle cómo va a ser la situación a partir de ahora: con quién vivirá y dónde, cuándo verá al otro progenitor, etc.

Y sean cuales sean los motivos que han llevado a la ruptura, nunca debéis criticar al otro padre delante de él.