Consejos para disfrutar del verano embarazada

  • 10 de Julio del 2020
  • 4 min de lectura

Este verano será un verano diferente, un verano único para ti porque es el primero que vas a vivir estando embarazada. Tanto si estás en los primeros meses de gestación, como si estás en la recta final, te damos algunos consejos para que este verano te cuides, te protejas, pero, sobre todo, disfrutes de tu embarazo. 

Embarazo y verano

Es posible que al dar la noticia de tu embarazo y ver que parte de este transcurrirá en los meses de verano mucha gente te haya advertido de la incomodidad que esto supone. Nuestro primer consejo es que no te preocupes por esto porque cada embarazo y cada persona es un mundo, y que alguien haya tenido una mala experiencia, no significa que te vaya a ocurrir a ti

Es cierto que las altas temperaturas pueden incomodar más en el primer trimestre si sufres de mareos y náuseas, o en el tercero si ya te cuesta más moverte y empiezas a notar las piernas y los pies hinchados. Sin embargo, los meses de calor también tienen cosas positivas como el poder vestir más cómoda y ligera, llevar calzado abierto y fácil de poner y quitar y tener la posibilidad de refrescarte en la piscina o el mar para dar una tregua a la espalda.

Además, disfrutar de unas vacaciones te dará la oportunidad de descansar y relajarte un poco antes de la llegada del bebé y el cambio de vida que ello implica. 

Algunos consejos para disfrutar del verano embarazada

A continuación, te damos algunas recomendaciones para que nada te impida vivir unas buenas vacaciones con la máxima comodidad y seguridad: 

  • Planea todo con más antelación. Este año debes tener muy en cuenta las fechas de tus vacaciones, especialmente si vas a viajar embarazada, y saber de qué semanas estarás cuando estés en tu destino. Comprueba que no tienes ninguna prueba ni cita médica en esos días y revisa cuándo tienes las primeras tras tu vuelta para que no se te escape nada y puedas desconectar más en verano. 
  • Analiza tu lugar de vacaciones. Comprueba que el sitio en el que te alojarás tiene todo lo que necesitas para encontrarte cómoda y confirma si hay hospitales cerca y a cuánta distancia están por si tuvieras que acudir ante alguna urgencia. Si haces alguna excursión o te desplazas a otro lugar, mira siempre dónde podrías recibir asistencia médica. 
  • Máxima hidratación. El calor del verano, sumado al aumento de temperatura propio del embarazo, puede hacer que te deshidrates con mayor facilidad, por eso debes llevar siempre que salgas de casa una botella de agua y beber constantemente para mantenerte hidratada y evitar mareos o bajadas de tensión.

  • Zona vaginal bien seca. Si te bañas en la piscina o en el mar, cámbiate de bañador o bikini lo antes posible para evitar estar con humedad en la zona vaginal demasiado tiempo y aumentar así las probabilidades de padecer candidiasis. Si el exceso de flujo y el sudor también te hace tener la ropa interior demasiado húmeda, cámbiala las veces que necesites a lo largo del día y usa prendas de algodón para una mayor transpiración. 
  • Protégete del sol. Esta es una máxima que se puede aplicar a todo el mundo, pero durante el embarazo todavía es más necesario. Evita exponerte al sol en las horas centrales del día, y, si es posible, hazlo siempre bajo la sombrilla, usando gorros que te protejan la cabeza y crema protectora con FPS como mínimo de 30. 
  • Cuida tu alimentación. En estos meses tu dieta debe adaptarse a la temperatura externa. Evita las comidas pesadas y abundantes que obligan al organismo a trabajar en exceso y opta por platos ligeros con verduras, hortalizas y fruta de temporada que te aporten fibra, y carne y pescado a la plancha. 
  • Escoge ropa cómoda y fresca. Apuesta por los vestidos largos, pantalones anchos, camisetas amplias y tejidos transpirables como el algodón y el lino. En este post te contamos más sobre cómo vestir durante el verano estando embarazada.  

  • Evita que tus piernas se hinchen demasiado. Durante el embarazo es normal que las piernas y los pies se hinchen al final del día, especialmente con las altas temperaturas, por eso te vendrá bien tenerlo en cuenta y tomar ciertas medidas: 

- No pases demasiadas horas de pie

- Pon los pies en alto siempre que puedas, sobre todo por la noche cuando ya estés relajada, y haz ejercicios rotando los tobillos hacia ambos lados. 

- Al ducharte, moja tus piernas alternando agua fría y templada.

- Si fuera posible, hazte masajes linfáticos que te ayuden a drenar.

- Descansa siempre sobre el lado izquierdo.

- Evita estar demasiado tiempo en la misma posición. Si estás mucho rato sentada, levántate cada cierto tiempo y camina un poco. 

 

No son tantas cosas, ¿verdad? Se trata simplemente de adaptarse a lo que implican los meses de calor, pero teniendo en cuenta que este año estás embarazada y tienes que cuidarte un poco más. ¡Seguro que será un gran verano!

Etapa vital

Referencias

  • Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed. Nautilus.
  • Blott, Maggie (2015), Tu embarazo día a día, Barcelona. Libros Cúpula.
  • Padilla, Laura. (2018). Embarazada en verano. Consejos para disfrutar del embarazo y el verano. Servicio de ginecología y obstetricia del Hospital San Rafael.