Ejercicios de matronatación: 10 ejercicios de natación para bebés

  • 20 de Mayo del 2024
  • 7 min de lectura

Seguro que has oído hablar de lo estimulante que es la natación para los bebés y los ejercicios de matronatación. En este post queremos hablarte de todos los beneficios que el medio acuático aporta a tu pequeño y explicarte algunos sencillos ejercicios que podéis hacer juntos en la piscina.

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¿Qué es la matronatación?

La matronatación es la natación para bebés, cuyo objetivo es estimular al bebé dentro del agua y reforzar los vínculos afectivos entre el pequeño y sus padres u otros adultos de su entorno, como los abuelos. 

A diferencia de la natación, la matronatación para bebés no busca enseñar al bebé a nadar, pues su aparato locomotor aún no está suficientemente desarrollado para ello. 

Además de los beneficios que te explicamos en el siguiente punto, la matronatación para bebés es una actividad muy placentera para el lactante, que vuelve a disfrutar de un medio líquido e ingrávido muy parecido a su experiencia en el útero materno.

Los beneficios de las actividades en el agua desde bebés

Aunque comúnmente se le llama “natación para bebés”, en realidad un bebé no será capaz de nadar por sí mismo, aunque realice ejercicios o asista con su madre, o padre, a clases dirigidas, por ello es más adecuado hablar de actividades acuáticas para bebés

Estos son los principales beneficios para los pequeños: 

  • Importante desarrollo psicomotor que le ayuda a aumentar la coordinación motriz. Sostenido por el adulto, el bebé se mueve libremente en el agua, algo que aún no puede hacer fuera del medio acuático. Además, recibe sensaciones táctiles y de movimiento que contribuyen al desarrollo sensorial.
  • Fortalecimiento del sistema cardiorrespiratorio. Los ejercicios de matronatación aumentan la oxigenación y la circulación sanguínea, reforzando los pulmones y el corazón del bebé.
  • Desarrollo del tono muscular para la estática, el movimiento y el equilibrio en un futuro. Aunque se trate de ejercicios de baja intensidad, la matronatación para bebés contribuye a fortalecer la musculatura.
  • Procura un mejor descanso. Los ejercicios de matronatación ayudan al bebé a relajarse, favoreciendo un sueño tranquilo.
  • Mejora el vínculo entre la madre/padre y el bebé mientras comparten un valioso tiempo de juego y se refuerza la confianza del pequeño, el cual se siente protegido y seguro.

Madre con su bebé en la piscina

Cuándo y cómo empezar

No hay una edad determinada para comenzar, y, de hecho, pueden empezar a partir de las 6 semanas, sin embargo, se recomienda comenzar a partir del cuarto mes de vida para que el sistema inmunológico del bebé esté más fortalecido y minimizar así las posibilidades de contagiarse con virus u otras infecciones como la otitis.

Ahora que ya conoces que es la matronatación y sus beneficios, descubre en el siguiente apartado las etapas en que se clasifica.

Etapas de la matronatación

En función del momento en que el pequeño se incorpore a la matronatación para bebés, se distinguen cuatro etapas:

  • Adaptación (de 4 a 6 meses). Es la etapa más personalizada, según el desarrollo madurativo del bebé. Prevalece el contacto entre el pequeño y los padres, con ejercicios de chapoteo, desplazamientos suaves y breves inmersiones. Se tiene en cuenta las necesidades de alimentación y sueño del bebé y se orienta a los padres acerca del momento del baño en casa.
  • Iniciación (de 6 a 12 meses). La actividad se realiza junto a toda la clase y se utilizan materiales de apoyo (flotadores, churros, colchonetas …,) que favorecen las actividades motrices en el agua.
  • Desarrollo (de 12 a 24 meses). En esta etapa, el bebé ha adquirido un mayor desarrollo psicomotor que permite realizar actividades destinadas a reforzar su musculatura y desarrollar el sistema nervioso, así como a trabajar la orientación.
  • Autonomía (de 24 a 36 meses). Se potencian las técnicas de respiración. Continúan las actividades de inmersión y se inician los saltos desde pequeña altura. Se realizan juegos y actividades en grupo, como los circuitos.
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Ejercicios para hacer con tu bebé en el agua

  1. La espera. Siéntate en el borde de la piscina con el bebé y dale algo de tiempo para que se familiarice con el nuevo entorno y espera a que comience a mostrar interés por el agua. 
  2. Caricias en el agua. Cuando le veas interesado en conocer este nuevo medio, puedes empezar a mojarle los pies despacio y hacerle caricias con el agua. 
  3. Paseando por la piscina. Con el bebé en brazos, y viendo que en todo momento esté tranquilo, puedes comenzar a caminar despacio con él en brazos, permitiendo que entre en contacto con el agua, pero sin dejar de tener contacto corporal con él en ningún momento para que se sienta seguro. 
  4. Chapoteo. Es el más básico y supone ir introduciendo al bebé poco a poco, sosteniéndolo por debajo de las axilas, para que entre en contacto con el agua y se mueva libremente explorando el medio acuático pataleando y agitando los brazos. 
  5. De espaldas sobre mamá/papá. Bocarriba, con la espalda en el agua, y tú también recostada/o en el agua, apoya su cabecita en tu pecho, si es posible en el lado del corazón, y desplázate lentamente para que note la sensación de flotar. Algunos bebés sienten un rechazo inicial a ponerse en esta postura porque sienten que pierden el control. 
  6. De espaldas sobre un material de flotación. Repitiendo la posición del ejercicio anterior, poco a poco, debes despegarte del pequeño, y sustituir tu cuerpo por una tabla o un material auxiliar sobre el que el pequeño quedará recostado mientras lo mueves en el agua. 
  7. Inmersión. Lo mejor es realizarla con la supervisión de un monitor especializado. Antes de hacerla hay que mojar suavemente el rostro del pequeño, después tirarle un poco de agua desde arriba para que le caiga sobre la cabeza y la cara, a modo de lluvia. Las primeras inmersiones son rápidas y muy superficiales. Al volver a la superficie has de abrazarle y reconfortarlo. 
    Como es lógico, debes prestar especial atención para comprobar que no traga agua en ningún momento y no hacer más de 5 inmersiones seguidas. Con la práctica, el tiempo de apnea puede ir aumentando y cuando compruebes que salen unas burbujas, significa que ha logrado respirar.
  8. Moviendo juguetes. Una vez superadas las inmersiones, puedes llamar su atención con algún juguete e ir moviéndolo en el agua para que intente alcanzarlo y se desplace en el agua. Las distancias serán muy cortas al principio, pero poco a poco puedes ir probando y aumentarlas. Te recomendamos usar juguetes llamativos y de colores vivos para que sean de su interés, y si el bebé tiene pocos meses, juguetes sonoros que llamen su atención también de esta forma. 
  9. Flotando en el agua. Cuando el bebé ya lleva varias sesiones en el agua y esté acostumbrado a este nuevo medio, podéis repetir la posición del ejercicio 5, de espaldas en el agua, pero sumergiéndole un poco más, dejando su cabecita fuera, y sosteniéndolo, colocando tus palmas de las manos en su espalda. Puedes permanecer quieta/o un tiempo, y luego desplazarte muy despacio si el bebé continúa tranquilo y relajado. 
  10. Caballito. En una piscina con poca profundidad, ponte a 4 patas, a modo de caballito, y el bebé sobre tu espalda. Puedes moverte despacio o más deprisa, dependiendo de cómo le veas, e incluso hundirte un poco y realizar pequeñas inmersiones. 

Bebé realizando una inmersión

Recomendaciones y consejos sobre la matronatación para bebés

Toma nota de los siguientes consejos y recomendaciones para que los ejercicios de matronatación con tu bebé sean una exitosa experiencia compartida.

  • Antes de iniciar las sesiones de matronatación para bebés, aprovecha una de las revisiones del bebé y coméntalo con el pediatra.
  • Busca el horario más adecuado según las rutinas de alimentación y descanso. Así el bebé estará más activo y disfrutará más de esta actividad. 
  • No te eches atrás si muestra recelo el primer o segundo día. Espera al menos unas cuatro sesiones para darle tiempo a acostumbrarse.
  • El agua de la piscina debe estar entre 28 y 32º centígrados para obtener una temperatura de confort. Los niveles de cloro y pH deben adecuarse a la delicada piel de los bebés.
  • Utiliza pañales adecuados para piscinas. Cuando el bebé use bañador, éste tiene que ser cómodo y permitir libertad de movimiento.
  • En los meses de calor, si practicas ejercicios de matronatación en una piscina descubierta, protege la delicada piel del bebé de la radiación solar con camisetas adecuadas.
  • ¿Tu bebé ya camina? Evita resbalones y otros riesgos calzándole unos escarpines de piscina.
  • No te olvides llevar una bolsa con todo lo necesario: toalla, pañales y una muda de ropa seca.
  • Por último, es importante respetar en todo momento el estado de ánimo y las necesidades del bebé. Si ves que no le apetece realizar un movimiento o ponerse en cierta posición, no le fuerces, recuerda que lo importante es que su experiencia en el agua sea lo más positiva posible para ambos. 

Esperamos que, con estos ejercicios de matronatación para bebés, el tuyo pueda disfrutar de los múltiples beneficios que proporciona pasando un gran rato en familia. 

Publicado originalmente el 25 de enero de 2020, actualizado el 20 de mayo de 2024

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Preguntas frecuentes sobre ejercicios de matronatación

Como hemos explicado, el objetivo principal es el refuerzo del vínculo afectivo y la estimulación del bebé en el agua. Según la edad del pequeño, los monitores de la piscina te indicarán los ejercicios más adecuados.

La edad recomendada para empezar matronatación para bebés es a partir de los 4 meses de vida, cuando su sistema inmunológico habrá madurado lo suficiente.

Lo esencial a llevar en la bolsa o mochila es lo siguiente: toallas para secar bien la piel, ropa seca y pañales.

A partir de los 4 meses puedes bañar al bebé en una piscina debidamente climatizada para la matronatación y con niveles adecuados de cloro y pH. En otro tipo de piscinas, se recomienda no hacerlo antes de los 4 a 6 meses de edad.

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Referencias

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