Empezar un colegio nuevo, mudarse de casa… Los cambios son difíciles para los niños, por eso es importante que sepas cómo puedes ayudarle a adaptarse lo más rápido y fácil posible.
La adaptación es un proceso complejo para cualquier niño, sobre todo si hablamos de empezar la guardería o cambiarse de colegio. Un centro nuevo, con caras desconocidas, actividades nuevas… Los niños son muy pequeños para entender bien lo que pasa, así que es normal que les cueste hacerse al cambio y pasen unos días más tontorrones, con llantos y colgados de sus mamás cuando están en casa.
Por eso, muchos centros ofrecen los primeros días de clase un horario más reducido para ayudar a que el niño se vaya adaptando, aunque, normalmente, no sirve de mucha ayuda. Es un proceso que el niño tiene que pasar y que llevará su tiempo, por lo que hay que estar bien preparados para saber cómo ayudarle.
- Cuando le dejes en el colegio, si llora, no te pongas tú también a llorar. Debe verte que afrontas la situación con tranquilidad.
- Las rutinas le dan seguridad, por eso es importante que todos los días hagáis lo mismo y en el mismo orden: levantarle, vestirle, darle de desayunar, llevarle al cole cantando una canción… Así, pronto entenderá que, tras la merienda, llega la hora de que su mamá o papá le recoja.
- Es mejor que siempre sea el mismo el que le lleva y le recoge.
- Cumple las normas del centro. Si te dicen que le dejes en la puerta y no entres a clase, hazlo así.
- No hagas varios cambios a la vez. Si empieza en un cole nuevo, espera unos meses para cambiarle de habitación o quitarle el chupete.
- Si ya no es un bebé, explícale lo que va a hacer en el colegio, por qué debe ir, que mientras tú te vas a trabajar, etc.
- Ten paciencia y dale un tiempo para adaptarse. Si está un poco más mimoso, permíteselo. Eso sí, no cedas a sus caprichos o rabietas, que no aproveche esta situación para hacer lo que le dé la gana.
Etapa vital