Dientes fuera: ¡no quiere comer!

Cuando salen los primeros dientes del bebé, una de las consecuencias habituales es que el pequeño se niegue a comer debido a las molestias por la presión que ejercen los dientes al intentar romper la encía para salir al exterior.

El fenómeno de la dentición del bebé suele empezar con una salivación excesiva, enrojecimiento de la encía e hinchazón. Por ello, los bebés intentan morder todo lo que está a su alcance para intentar aliviar el dolor.

Te contamos qué puedes hacer para aliviarlo y qué alimentos son los más adecuados en esta etapa.

¿Cuándo salen los primeros dientes del bebé?

Generalmente, entre los 5 y 6 meses de vida, empiezan a asomar los primeros dientes del bebé. Como en todas las fases del desarrollo, las fechas son orientativas, pues hay bebés a los que les salen hacia los 4 meses, mientras que otros no muestran ninguna señal de dentición hasta los 18 meses, y en ambos casos es totalmente normal, por lo que no debes preocuparte si tu pequeño ya ha cumplido el año de vida y todavía no luce ninguno. Verás, que en cuanto aparece el primero, el resto va saliendo poco después. El límite máximo establecido de la dentición son los 3 años, momento en el que habrá que acudir al pediatra para que valore la situación si aún no ha salido ninguna pieza dental.

¿En qué orden salen los dientes y muelas del bebé?

Los primeros dientes del bebé en aparecer son los incisivos centrales inferiores. Luego salen los dos incisivos superiores, después los dos laterales superiores y más tarde los dos laterales inferiores. 

Entre los 18 y los 30 meses, aparecen los premolares, posteriormente los molares, y a continuación, los caninos. Lo normal, es que hacia los 3 años de edad, el niño ya haya finalizado el proceso de dentición y su dentadura esté compuesta por un total de 20 piezas conocidas como dientes de leche.

La dentición del bebé puede ser muy molesta, por ello es posible que hasta que todos los dientes de leche hayan salido, experimente épocas de irritabilidad, pudiendo afectar también al sueño y a la alimentación.

De los dientes de leche a los definitivos

Hacia los 5-6 años aproximadamente, estos dientes infantiles, o de leche, caerán y serán sustituidos por los dientes definitivos hasta componer la dentadura adulta formada por 32 piezas dentales cuando ya están presentes los terceros molares, también conocidos como cordales o muelas del juicio. En total serán 8 incisivos, 4 caninos, 8 premolares y 12 molares.

Este proceso de caída y salida de los nuevos dientes suele darse en un orden similar al de la primera dentición, y cada diente que cae es sustituido por su homólogo permanente, con excepción de los molares temporales, que son reemplazados por los premolares, ya que los molares definitivos, situados en la parte más posterior de la encía, surgen cuando llega el momento sin haber tenido una pieza previa temporal.

Aunque el orden de salida y reemplazo de los dientes puede variar, este es el más habitual:

• Entre los 6 y los 8 años. Primeras muelas e incisivos centrales y laterales.
• Entre los 9 y los 12 años. Caninos permanentes, premolares y muelas permanentes.
• Entre los 17 y los 25 años. Salida de las conocidas muelas del juicio.

Qué hacer si mi bebé no quiere comer por los dientes

Los primeros piquitos y los premolares son los que peor se lo hacen pasar al bebé. Aunque cada uno reacciona de forma diferente al dolor, uno de los síntomas más comunes en esta etapa es la inflamación de encías, que hace que muchas veces se niegue a comer, pero el hambre solo aumenta su irritación. Un círculo vicioso que se prolonga durante aproximadamente una semana (los cuatro días anteriores a la erupción del diente y los tres siguientes). 

Si es el caso de tu bebé, tranquila, puedes ayudar a que este proceso sea más llevadero. Toma nota de nuestros consejos para calmarlo y de nuestras sugerencias sobre los alimentos que le puedes ofrecer:

• El frío le calma porque tiene efecto antiinflamatorio y vasoconstrictor. Pon una cuchara en el frigorífico y, cuando esté fría, frota sus encías con la parte trasera.
• Con las manos bien limpias, masajea las encías del bebé realizando suaves movimientos circulares. También puedes hacerlo con una gasa húmeda.
• Ofrécele un juguete de dentición que hayas puesto en el frigorífico. Asegúrate que esté fabricado con materiales seguros y no tóxicos y que sea adecuado para la edad y el tamaño de tu bebé.
• Evita que el exceso de salivación le produzca irritación. Limpia su carita para que se mantenga limpia y seca.
• Acurrúcalo en tus brazos y mécelo. Le ayudará a relajarse y descansar.
• A la hora de comer, opta por preparaciones fresquitas para que las tolere mejor. Los yogures y purés le resultarán más apetecibles. Si ya toma alimentos sólidos, puedes darle trocitos de plátano, manzana, pera o ciruela, bien fríos. Evita los congelados, pues el exceso de frío puede dañar sus delicadas encías.
• Masticar les produce un gran alivio. Recurre a vegetales como la zanahoria o el brócoli, tras cocerlos y enfriarlos. Otra propuesta son las galletas de dentición que puedes preparar tú misma con una taza de avena, una de harina, una de puré de manzana, canela y agua. Haz una mezcla los ingredientes y cocínala unos minutos. Deja enfriar las galletas en el frigorífico antes de dárselas.

Pautas de higiene a seguir desde los primeros dientes del bebé

Desde el inicio de la dentición del bebé, es aconsejable consultar con un profesional de la salud una vez sale el primer diente para que indique las pautas de limpieza a seguir y compruebe que todo marcha como debería.

En cuanto a la higiene, es importante mantener la boca del bebé limpia para evitar posibles infecciones o caries. Tras la aparición de los primeros dientes hay que empezar a limpiar la boca con cepillos específicos para su edad. También la pasta debe ser especial porque muchos niños pequeños se la suelen tragar. El proceso de limpieza suele ser parecido al que hace una persona adulta: movimientos horizontales con una suave presión. Lo ideal es hacerlo, al menos, dos veces al día, mañana y noche.