Cómo subir o reforzar las defensas en los bebés

  • 4 de Abril del 2020
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En el momento del nacimiento, los bebés ya cuentan con defensas naturales que han sido proporcionadas por sus madres durante el embarazo, pero a partir de ese momento es importante que su sistema inmunológico se vaya reforzando para hacer frente a posibles agresiones del entorno, como es el caso de las infecciones. En este post te hablamos de las defensas en bebés y niños y de cómo reforzarlas. 

Las defensas al nacer

Desde que están el útero, los bebés van recibiendo anticuerpos de sus madres que les van dotando de cierta capacidad para luchar contra virus y bacterias, pero en sus primeros meses de vida es probable que experimente algunas infecciones algo totalmente normal, porque así es como su organismo se va inmunizando. De hecho, durante su primera infancia un niño completamente sano puede padecer al año una media de 6-8 infecciones respiratorias de vías altas, 6 otitis media aguda y 2 gastroenteritis

Durante los 6 primeros meses de vida, la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva ya que la leche materna aporta todos los nutrientes que el bebé necesita, además de reforzar sus defensas naturales. Este hecho se relaciona con la presencia en la leche de mujer de numerosos compuestos con capacidad “bioactiva”: 

  • Oligosacáridos. También llamados la fibra de la leche materna. Son compuestos presentes en la leche de mujer y que también forman parte de muchos alimentos habituales de nuestra dieta y estimulan el crecimiento en el colon de las bacterias consideradas beneficiosas como son las bifidobacterias y los lactobacilos.
  • Lactobacilos y bifidobacterias. Estos microorganismos se encuentran de forma natural en la leche materna desde donde llegan al intestino del bebé, ayudándole a conseguir una flora intestinal equilibrada que le proteja frente a la aparición de dermatitis atópica, diarreas e infecciones respiratorias. Además, favorecen un medio ácido en el intestino que facilita la digestión y absorción de algunos de los nutrientes presentes en la leche.
  • Inmunoglobulinas (o anticuerpos). Representan la primera línea de defensa frente a las infecciones. Son empleados por el sistema inmunitario para identificar y neutralizar elementos extraños tales como bacterias, virus o parásitos.
  • Lactoferrina. Es una proteína que se caracteriza por su capacidad para unirse al hierro y favorecer su absorción. Además, favorece la destrucción de algunos patógenos, por lo que es uno de los compuestos de la leche materna con efecto antimicrobiano, antibacteriano y antiviral.
  • Nucleótidos. Desempeñan un papel clave en numerosos procesos biológicos, especialmente en tejidos de rápida renovación como el sistema inmune y las mucosas del sistema digestivo, favoreciendo su desarrollo y maduración.

Cuando no se opta por la lactancia materna, o cuando la madre prefiere pasar a las leches infantiles, es importante escoger una fórmula completa que le proporcione el mayor número de compuestos presentes en la leche materna con capacidad para reforzar su sistema inmunológico. 

En Laboratorios Ordesa, una de nuestras líneas de investigación más relevantes es el estudio de la composición de la leche materna y su influencia en el desarrollo inmunológico del lactante. Los principales descubrimientos de estos estudios los hemos aplicado en la formulación de nuestras principales leches infantiles, como es el caso de Blemil plus 2 Optimum y la gama de fórmulas de crecimiento Blemil plus 3 Optimum

Ayúdale a fortalecer sus defensas

Además de la lactancia materna, y posteriormente, las fórmulas enriquecidas que ayuden a continuar con el desarrollo de su sistema inmunológico, existen más formas de potenciar las defensas de tu pequeño: 

  • Vacunación. Sigue siendo el método más eficaz a las enfermedades y ha contribuido a minimizar muchas enfermedades graves y a erradicar muchas otras. 
  • Lavado frecuente de manos. Es una forma sencilla y eficaz de reducir la cantidad de virus y bacterias que pueden llegar al organismo. 
  • Alimentación saludable. Tras la lactancia, y una vez iniciada la alimentación complementaria (AC), es importante ofrecerle una dieta equilibrada que le aporte todas las vitaminas y nutrientes que el organismo necesita para funcionar correctamente y luchar contra posibles infecciones. 
  • Descanso. Mantener unos horarios de descanso regulares y dormir las horas suficientes contribuyen a un mejor estado físico, y también, inmunológico. 
  • Buenos hábitos de vida. En general, tener un bienestar y una vida tranquila y equilibrada, estar en contacto con la naturaleza y realidad alguna actividad física también ayuda a reforzar las defensas. 


Tener un sistema inmunológico fuerte no significa no ponerse nunca enfermo, ya que esto es imposible pues en la vida diaria todo el mundo está expuesto a numerosas virus y bacterias, pero sí puede contribuir a que las infecciones sean mucho más leves y pasen antes sin suponer un problema grave de salud.

Etapa vital

Referencias