¿Se puede hacer algo cuando el bebé está de nalgas?

  • 13 de Marzo del 2017
  • 3 min de lectura

Cuando el bebé no se coloca con la cabeza en la pelvis hacia el final de la gestación, sino que permanece sentado o de nalgas, con el culete hacia abajo y la cabeza hacia arriba, es complicado el parto vaginal; por eso, hay veces que se intenta una maniobra que se conoce como versión cefálica externa para colocarle adecuadamente.

La posición óptima para facilitar el parto vaginal es la cefálica, es decir, el bebé colocado con su cabeza en la pelvis y las piernas y el culete hacia el pecho de la mamá. Por eso, hacia la semana 28-30 de embarazo, la mayoría de bebés adopta esta postura y permanece así hasta el momento del parto.

Sin embargo, algunos bebés se quedan con la cabeza hacia arriba, en lo que se conoce como posición podálica o de nalgas, ya que son los pies y el culete los que están hacia la pelvis. Esta posición dificulta enormemente el parto vaginal, tanto, que casi todos suelen acabar en cesárea.

Para evitar la cesárea, se puede realizar una maniobra que se conoce como Versión Cefálica Externa, que consiste en que el tocólogo, mediante una especie de masaje, apretando con las manos la parte inferior de la barriga, intenta guiar al bebé para elevar su trasero, sacarlo de la pelvis y conseguir que gire para que se coloque boca abajo.

Esta maniobra, según datos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid (que es uno de los que la realizan de manera más habitual), tiene un éxito del 65%. El éxito depende en parte de la colocación del bebé ya que la presentación más favorable es de nalgas puras, es decir, con el dorso en la cara anterior.

Se suele realizar en la semana 37 ya que hay veces que el bebé se mueve solo antes de esa semana. Además, así se evita el riesgo de prematuridad si se adelantara el parto como consecuencia de la maniobra.

Existen algunas situaciones que contraindican la Versión Cefálica Externa, como un bebé demasiado grande, escaso líquido amniótico, hemorragias o patologías placentarias previas, malformaciones graves, etc.

Es una técnica que no suele presentar muchos riesgos aunque sí puede resultar doloroso y molesto para la mamá, pero no afecta al bebé.

 

 

Fuente:

Hospital General Universitario Gregorio Marañón: http://www.madrid.org/cs/Satellite?cid=1354592955416&language=es&pageid=1142398571755&pagename=HospitalGregorioMaranon%2FCM_Actualidad_FA%2FHGMA_actualidad

 

Dr. Jorge Burgos, Unidad de Medicina Perinatal, Hospital Universitario Cruces.

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