La importancia de las defensas del intestino

  • 17 de Octubre del 2019
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Tu hijo cada día está en contacto con diferentes virus, bacterias y otros agentes infecciosos, y para que no se enferme, su sistema de defensas trabaja sin descanso. ¿Sabes dónde se encuentran estas defensas? ¿Puedes ayudarlas para que estén preparadas para atacar a los microorganismos? ¡En este post te lo contamos!

¿Dónde se localizan esas defensas? 

Una parte importante de las defensas se encuentran en el tracto gastrointestinal, la principal superficie de intercambio entre el exterior e interior de nuestro organismo. 

Aquí se encuentra la microbiota intestinal, donde encontramos una gran cantidad bacterias buenas que se alojan en ella entre las que se encuentran los lactobacilos y bifidobacterias.

¿Cuáles son las funciones de las bacterias buenas?

La mayoría de las bacterias beneficiosas se adquieren al nacer y en los primeros años de vida, y sus funciones son las siguientes: 

  • Metabolizar los nutrientes provenientes de los alimentos ingeridos. 

  • Preservar la estructura y el correcto funcionamiento del tubo gastrointestinal. 
  • Ayudar al sistema inmunitario a defender al organismo de invasiones patógenas. 

¿Se puede aumentar su presencia en el intestino?

Como decíamos anteriormente, la gran mayoría de bacterias buenas se obtiene en los primeros años de vida, de ahí la importancia de proporcionar a los niños una alimentación saludable y equilibrada. Esto garantizará, no solo su óptimo crecimiento y desarrollo, sino también, una buena colonización intestinal, y, por tanto, un buen funcionamiento del sistema inmunitario que protegerá al niño de infecciones, y no sólo gastrointestinales. 

A continuación, te damos algunas recomendaciones para que tu pequeño siga sumando bacterias beneficiosas: 

  • Las verduras y las frutas contienen hidratos de carbono complejos tipo fibra que favorecen que estas bacterias aumenten, por lo que ofrecérselas a menudo, y conseguir que estén incluidas en sus 5 comidas diarias, le ayudará. 

  • Reduce considerablemente los alimentos ricos en azúcares, grasas y procesados, ya que muchos estudios demuestran que fomentan el crecimiento de bacterias, pero de las que no son tan favorables. 
  • Aunque sigas ofreciéndole proteína de origen animal, intenta incluir más en su menú proteínas de origen vegetal, como las que proporcionan las legumbres y los frutos secos. 

Tras sufrir una patología como una gastroenteritis o en el caso de que haya sido necesario el uso de antibióticos vía oral por cualquier tipo de infección, la composición de la flora intestinal pueda que se resienta, por ello es importante favorecer su recuperación y así restablecer el óptimo funcionamiento.
 
Además de hacer cambios en la alimentación, en esos momentos en los que más se necesita, es posible favorecer la presencia de lactobacilos y bifidobacterias mediante complementos alimenticios como Symbioram, con lactobacilos, bifidobacterias y fructooligosacáridos, que favorecen la recuperación del equilibrio de la flora intestinal.
  
Su fórmula única se basa en la combinación de zinc, ácido fólico y vitaminas B6 y B12 que ayudan al normal funcionamiento del sistema inmune, con niacina y vitamina B2 que ayudan en el mantenimiento de las mucosas, y vitamina B1, que mejora el metabolismo energético. 

Referencias

  • Paré Vidal, Anna. Formación y asesoramiento en alimentación, nutrición y complementos alimenticios. Recuperado de: http://www.nutresalut.com
  • Ewoldt, Jason S. (2017). Para mantener la salud intestinal, alimenta las bacterias buenas. Mayo Clinic.