¿Puedo tener un parto en el agua?

  • 20 de Abril del 2021
  • 5 min de lectura

Este tipo de parto es muy común en muchos países y cada vez más en el nuestro. Como todo, esta forma de dar a luz tiene sus ventajas y algunos inconvenientes. Si quieres descubrir todo sobre el parto en el agua, sigue leyendo porque te lo contamos a continuación. 

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¿En qué consiste un parto en el agua?

Se trata del proceso de parto que transcurre en el agua, ya sea en la fase de dilatación, del expulsivo, o ambas. Para considerarse parto en el agua, éste debe tener lugar en una bañera de partos en la que la mujer pueda sumergirse hasta el pecho en agua a una temperatura media de 36’5 – 37 ºC durante un máximo de dos horas consecutivas.

Aunque el primer parto en el agua del que se tiene constancia fue en 1805 en Francia, no fue hasta 1975 cuando empezó a popularizarse y a considerarse una opción para las mujeres de la mano de colectivos que demandaban partos más humanizados y sin violencia obstétrica. 
 Parto en el agua

¿Todo el mundo puede tener un parto en el agua?

Para poder hacerlo con seguridad, el parto en el agua sólo está indicado para mujeres que cumplan los siguientes criterios: 

  • Embarazos catalogados como normales o de bajo riesgo
  • Encontrarse a término, es decir, que el parto se inicie de manera natural entre la semana 39 y 40+6. 
  • Que sólo venga un bebé y que esté bien posicionado.
  • Que el parto se haya iniciado espontáneamente y haya progresado hasta los 4 cm de dilatación y siga activo. 
  • Si ha habido rotura de la bolsa amniótica, no debe haber pasado más de 18 horas y el líquido amniótico debe ser limpio
  • No se le debe haber proporcionado ningún analgésico en al menos 6 horas previas a la inmersión.
  • Se le debe realizar un registro cardiotocográfico (RCTG) con resultado normal antes de introducirse en la bañera. Se trata de un monitoreo fetal para comprobar el estado del bebé. 
  • Que las serologías realizadas sean negativas y no haya presencia de ninguna infección. 
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Ventajas de dar a luz en el agua

Diversos estudios, y la experiencia que muchos centros y profesionales, demuestran que un parto en el agua tiene grandes beneficios tanto para la madre como para el bebé. 

Para la madre

  1. El agua tiene efectos calmantes y analgésicos y ayuda a llevar mejor el dolor durante el parto debido a la temperatura del agua. 
  2. Aumenta la relajación y disminuye la ansiedad, favoreciendo la oxigenación fetoplacentaria.
  3. Está comprobado que la inmersión durante la primera fase del parto disminuye el uso de analgesia epidural, espinal o paracervical. 
  4. Dentro del agua tiene más movilidad y gasta menos energía gracias a la ingravidez. 
  5. En el agua se activan los vasos sanguíneos del útero, generando una mayor oxigenación. Esto hace que las contracciones sean más efectivas
  6. La dilatación se acelera y el periodo de expulsivo se acorta, por tanto, los partos en el agua suelen ser más rápidos
  7. Se reduce la necesidad de usar oxitocina.
  8. Se reduce el trauma perineal y las episiotomías
  9. En general, la percepción del parto y las sensaciones que genera en la madre son mucho más positivas

Para el bebé

  1. Facilita la salida del bebé en el expulsivo, por lo que se reduce el sufrimiento al atravesar el canal de parto. 
  2. Nacer en el agua es una forma más agradable de llegar al mundo, pues pasan de estar en un entorno cálido sumergidos en el líquido amniótico, a nacer en agua a una temperatura agradable. 
  3. Esta transición acuática hace que el bebé viva la llegada al mundo con menos estrés
     
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Problemas o inconvenientes de dar a luz en el agua

Aunque son poco frecuentes, el parto en el agua también implica ciertos riesgos, por eso algunos centros hospitalarios prefieren usar la hidroterapia en la fase de dilatación para beneficiarse de sus propiedades calmantes y analgésicas, pero no en la de expulsivo. Las principales complicaciones que puede darse son las siguientes: 

  • Aspiración de agua por parte del bebé, provocándole posibles complicaciones respiratorias, infecciosas y metabólicas.
  • Hipoxia o falta de oxígeno.
  • Mayor riesgo de infecciones en la madre y/o el bebé.
  • Desgarro o rotura del cordón umbilical

 Mujer embarazada dentro de una piscina

Cómo evitar riesgos

Si te gusta la idea de dar a luz en el agua, debes tener en cuenta las siguientes recomendaciones para hacerlo de manera más segura posible: 

  • Tanto si vas a hacerlo en el hospital, como en casa, asegúrate de rodearte de buenos profesionales que tengan experiencia en parto acuáticos. 
  • Evita obsesionarte con la idea de que tu parto debe ser en el agua sí o sí, pues no siempre es previsible todo lo que puede pasar. Lo mejor es que te tomes esto como una opción y te dejes de llevar, independientemente de si puedes hacer la fase de dilatación sumergida o también la de expulsivo. 
  • Has de estar acompañada en todo momento.
  • Una matrona debe encargarse de medir con frecuencia tus constantes vitales y las del bebé
  • Has de mantenerte bien hidratada durante todo el proceso
  • Si llevas 2 horas en el agua y parece que el ritmo de las contracciones disminuye, es probable que tu matrona te invite a salir y deambular por la sala para reactivar el parto de nuevo
  • El agua debe renovarse varias veces para eliminar impurezas y restos fecales que podrían provocar infecciones. También se realiza para mantener la nitidez y la visibilidad dentro del agua en todo momento. 

¿Qué opinas del parto en el agua? ¿Te gustaría dar la bienvenida a tu pequeño estando sumergida en una bañera? Esperamos que todo lo que te hemos contado te ayude a tomar esta importante decisión bien informada, pero como siempre recomendamos en Club Familias, si tienes dudas, pregunta a tu médico. 

Y si tienes curiosidad por seguir descubriendo más sobre el embarazo y el parto, visita nuestra Guía del embarazo

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