El porteo del bebé no es una moda, sino una práctica ancestral que ha resurgido con fuerza. Consiste en llevar al bebé pegado a ti, una forma de transporte que ofrece muchos beneficios, tanto para el pequeño como para quien lo lleva.
¿El carrito de bebé es historia? No necesariamente, pero el porteo del bebé recién nacido es una alternativa genial, especialmente durante esta etapa de su vida, cuando el vínculo y el contacto físico son tan importantes.
El porteo
Durante los primeros meses de vida, los bebés son muy dependientes de sus cuidadores. El contacto constante no solo les proporciona la seguridad y la protección que necesitan, sino que también fortalece el vínculo afectivo.
Por eso llevar a los bebés encima es algo natural, un gesto normal de cuidado de la madre o el padre hacia su pequeño.
Te contamos los principales beneficios del porteo:
- Refuerzo del contacto y el vínculo. El porteo del bebé intensifica la conexión entre el pequeño y su madre o padre, reduciendo la frustración de no poder entenderse y satisfaciendo la necesidad de dar cariño y afecto de los primeros, en la misma medida que el bebé necesita recibirlo.
- Regulación mutua. Este contacto continuo favorece la sincronización y el ajuste, tanto emocional como físico entre los dos, especialmente a nivel cardiorrespiratorio y térmico, y estimula, en la madre, que se siente más segura con su hijo en brazos, las hormonas encargadas de la producción de leche materna.
- Bienestar emocional. El porteo del bebé recién nacido aminora el impacto que supone el cambio de vida del útero al mundo exterior. El porteo le aporta un entorno seguro y cálido que contribuye a que descanse mejor.
- Mejora de la digestión del bebé. La postura erguida y el suave balanceo durante el porteo facilitan la expulsión de gases, ayudando a aliviar los cólicos del lactante.
- Mayor libertad para el porteador. El porteo del bebé otorga a quien tener las manos libres para realizar otras tareas, como cuidar de otro u otros hijos mayores, paliando los efectos del síndrome del príncipe destronado, hacer alguna compra o, simplemente, caminar con más agilidad que llevando un carrito de bebé.
¿Cómo hacer un porteo seguro?
Para aprovechar todos los beneficios que aporta el porteo del bebé, es necesario hacerlo de la forma correcta. Un uso incorrecto del portabebés puede perjudicar su desarrollo.
Para hacer un porteo seguro, asegúrate de que el bebé cumple con la postura de la ranita:
- Posición erguida. El bebé debe estar sentado sobre su trasero.
- Piernas flexionadas. Las rodillas deben quedar más altas que la cadera, formando una “M”, sin cargar el peso sobre los genitales, para prevenir la displasia de cadera.
- Espalda en “C”. La espalda del bebé debe mantener su curvatura natural, sin quedar completamente recta.
- Cabeza. La cabeza del bebé debe contar con un soporte adecuado que evite las flexiones del cuello.
- Vías respiratorias despejadas. La carita del bebé ha de estar enfrentada a la parte superior del pecho del portador, sin que nada obstruya su nariz o su boca.
- Altura. El bebé debe quedar lo suficientemente alto en el portabebés como para poder darle un beso en la cabeza.
Como portear recién nacido de padres primerizos
Para portear un bebé recién nacido, los portabebés más adecuados son el fular y la bandolera.
La bandolera
La bandolera consiste en una tela larga con dos anillas en uno de sus extremos por las que se pasa la tela y se enlazan los nudos.
Sirve desde el nacimiento hasta el final del porteo y permite una gran maniobrabilidad, ya que puede adaptarse a la postura de mamar y es muy fácil de poner y quitar.
El fular
El fular es una tela larga que se va anudando sobre el cuerpo de la madre con el bebé ya en brazos. El tejido rígido no cede en diagonal y se adapta a todos los momentos del porteo del bebé recién nacido y a prácticamente todas las situaciones.
Es seguro y cómodo, ofreciendo una excelente sujeción, aunque es más difícil de anudar, pues no se puede pre-anudar con el bebé fuera, con lo que requiere un poco más de práctica.
Tienes la versión de fular elástico que ofrece las mismas características y que da de sí, lo que permite sacar o meter al bebé libremente y sin deshacer el anudado, siendo más sencillo su uso.
No obstante, su elasticidad también limita su uso. A medida que el bebé crece y gana peso, la tela puede ceder demasiado, dejando de ofrecer el soporte adecuado y provocando que el bebé “cuelgue” o se hunda.
La mochila ergonómica (y mei-tai)
La mochila ergonómica es mejor para fases más avanzadas del porteo del bebé (a partir de los 6 o 7 meses), ya que tiene el cuerpo preformado. Se abrocha mediante cierres, correas y cremalleras y es bastante seguro.
Si prefieres una mochila portabebés, es importante que sea una mochila evolutiva, es decir, que el panel se adapte al tamaño y crecimiento del bebé.
Muy semejante a la mochila es el mei-tai, un portabebés de origen chino que combina las características de un fular y una mochila ergonómica. Está formado por un panel central rectangular para el cuerpo del bebé y cuatro tiras que se anudan: dos se atan a la cintura del portador y dos a sus hombros.
Sea cual sea la opción que elijas, el porteo del bebé es una forma maravillosa y enriquecedora de conectar con tu hijo y simplificar tu día a día.
Publicado originalmente el 5 de mayo de 2016, actualizado el 10 de noviembre de 2025
FAQs sobre el porteo del bebé
No hay un límite de tiempo estricto para portear. Lo importante es asegurar una postura ergonómica y segura para el bebé en todo momento, tomando descansos y cambiando de posición si el portador se siente incómodo.
Para el porteo del bebé recién nacido son recomendables opciones como el fular elástico, el fular tejido y la bandolera, que aseguran un ajuste perfecto y suave. Para el porteo de bebés un poco mayores (a partir de los 6-7 meses), las mochilas ergonómicas y los mei-tais son excelentes alternativas.
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