La psicomotricidad infantil es una disciplina fundamental en el desarrollo integral de los niños durante los primeros años de vida, desde que el bebé empieza a realizar movimientos voluntarios.
En el libro “Psicomotricidad y educación infantil” (1994), coescrito por Pedro Pablo Berruezo y Juan Antonio García Núñez, se define la psicomotricidad como:
“Un enfoque de la intervención educativa o terapéutica cuyo objetivo es el desarrollo de las actividades motrices, expresivas y creativas a partir del cuerpo, lo que lleva a centrar su actividad e interés en el movimiento y el acto, incluyendo todo lo que se deriva de ello: disfunciones, patologías, estimulación, aprendizaje, etc.”.
Dicho de otro modo, a través del movimiento, considerado como un medio de expresión, comunicación y relación, los niños pueden desarrollar su personalidad de manera equilibrada.
¿Qué es la psicomotricidad infantil y por qué es importante?
Así pues, si te preguntas, ¿la psicomotricidad infantil, qué es?, esta es la respuesta:
La psicomotricidad infantil es una técnica basada en la psicología del movimiento que ayuda a los más pequeños a desarrollar sus funciones motoras, a descubrir el mundo que les rodea, a relacionarse con los demás y expresar sus emociones, de una manera lúdica y enriquecedora.
¿Qué se trabaja en la psicomotricidad infantil?
La psicomotricidad infantil vincula la evolución de las habilidades motoras con el pensamiento y las emociones y favorece el pleno desarrollo de los más pequeños.
En esta disciplina se trabajan diversas áreas que abarcan el desarrollo físico, cognitivo y socioafectivo de los niños.
El objetivo es potenciar la conciencia corporal, la coordinación, el equilibrio, la orientación espacial y temporal, la lateralidad y la disociación de movimientos.
Además, se favorece la creatividad, la expresión de las emociones, la socialización y la resolución de problemas a través del juego y la interacción.
Es importante que su aplicación empiece lo más pronto posible porque influye de manera decisiva en la infancia y también permitirá reconocer a tiempo dificultades motoras y evitará trastornos futuros.
¿Cuántos tipos de psicomotricidad hay?
La psicomotricidad infantil puede clasificarse según el tipo de movimiento que se trabaja:
- Psicomotricidad fina. Se refiere a los movimientos pequeños y precisos que involucran la musculatura de las manos y los dedos. Es esencial en tareas como escribir, dibujar, recortar, manipular objetos pequeños o abrocharse los botones.
- Psicomotricidad gruesa. Implica los movimientos amplios del cuerpo, utilizando los grandes grupos musculares para acciones como gatear, caminar, correr, saltar, mantener el equilibrio o lanzar. Es primordial para la coordinación general y el desarrollo de la autonomía de la persona.
La psicomotricidad infantil también se clasifica según su objetivo:
- Psicomotricidad educativa. Destinada a niños en edad preescolar y escolar como método de desarrollo y aprendizaje a través de la acción y el movimiento.
- Psicomotricidad reeducativa. Enfocada en niños que tienen dificultades escolares por no haber adquirido bien las habilidades psicomotrices.
- Psicomotricidad terapéutica. Consiste en un trabajo individualizado con niños de todas las edades que presentan algún tipo de discapacidad o trastorno.
¿Cuáles son las 4 etapas de la psicomotricidad?
Según la Teoría del desarrollo cognitivo desarrollada por Jean Piaget, psicólogo y epistemólogo suizo, reconocido mundialmente por sus estudios sobre el desarrollo cognitivo infantil, los niños atraviesan etapas específicas de desarrollo intelectual a medida que maduran:
- Etapa sensorio-motriz (0-2 años). En esta fase, el niño explora el entorno a través de sus sentidos y acciones físicas. La psicomotricidad se centra en el control corporal básico, la coordinación de movimientos, el desarrollo de la prensión, el gateo y los primeros pasos.
- Etapa preoperacional (2-7 años). En esta etapa, cobra protagonismo el lenguaje y el juego simbólico. La psicomotricidad infantil se enfoca en afianzar la lateralidad, la coordinación óculo-manual, el equilibrio dinámico y estático, y la orientación espacial, facilitando la expresión de ideas y emociones.
- Etapa operacional concreta (7-11 años). En este intervalo de edad, los niños desarrollan la lógica y el pensamiento reversible. La psicomotricidad refuerza la coordinación compleja, la disociación de movimientos y la conciencia corporal mediante actividades deportivas o juegos que precisan reglas y estrategias.
- Etapa operacional formal (a partir de 11 años). Los niños adquieren la capacidad de pensamiento abstracto e hipotético-deductivo. La psicomotricidad infantil promueve la adquisición de habilidades motoras complejas, la autoconciencia corporal, importante para la autoestima y la identidad, y la expresión a través del movimiento.
¿Qué niveles forman parte de la psicomotricidad integral?
La psicomotricidad infantil trabaja mediante tres niveles interconectados, favoreciendo el desarrollo integral de los niños:
- Nivel motor. Permite un mayor control del propio movimiento. El niño descubre sus posibilidades corporales y toma conciencia de su cuerpo. También ayuda a la coordinación, el equilibrio y la agilidad.
- Nivel cognitivo. Facilita el aprendizaje, refuerza la memoria y la concentración y fomenta la creatividad. Ayuda a distinguir nociones espaciales y básicas como los colores, las formas y tamaños, y a desarrollar la capacidad de resolución de problemas.
- Nivel socioafectivo. Ayuda a la integración social y la participación en grupo. El niño puede fortalecer su personalidad y autoestima, aprender a gestionar sus emociones y a afrontar ciertos miedos, fomentando la empatía y la comunicación.
Cómo trabajar la psicomotricidad infantil en casa
Aunque la psicomotricidad infantil se suele trabajar en las guarderías y los colegios, también es beneficioso seguir practicando en casa o en los parques infantiles.
A través de entretenidos juegos y manualidades, podemos ayudar a los niños a conocer el mundo que les rodea y a controlar su cuerpo y movimientos.
Lo primero que hay que hacer es elegir un lugar o habitación donde puedan jugar a su aire sin que haya peligro de que se hagan daño o rompan algo. Es importante darles libertad y dejar que exploren a su aire y no estar continuamente detrás para evitar que se caigan o que hagan algo “mal”. Si piden ayuda no hay que negársela, pero tampoco debemos adelantarnos a su petición. Es mejor estimularles para que se esfuercen y descubran por sí mismos.
Desde casa, podemos poner en práctica algunos trucos adaptados a su edad:
- Desde los 0 meses. Durante los primeros meses, el enfoque estará en fortalecer el tronco y cuello del bebé, estimular sus sentidos y ayudarles en el proceso de sentarse, gatear o andar. Desde el primer mes hasta el cuarto, nos centraremos en fortalecer su cuerpo y estimularle visualmente. Entre los cuatro y los nueve meses, ya podremos hacer actividades que le estimulen a arrastrarse, rodar o permanecer sentado. A partir del séptimo mes, aproximadamente, estará preparado para gatear.
- Cuando ya sepa andar (aproximadamente, 1 año - 1 año y medio). Las posibilidades de juego aumentan muchísimo. Podemos crear un circuito por la habitación para que lo siga, colocar almohadas y cojines para que aprenda a esquivar objetos. Bailar en familia es también un estupendo ejercicio con el que se divertirá y practicará la coordinación. Tampoco hay que dejar de lado las manualidades como pintar con los dedos, hacer muñecos de plastilina o construir con bloques.
- Desde los 3 a los 6 años. A partir de esta edad las opciones para ayudarles en su desarrollo se multiplican. Además de los juegos y manualidades tradicionales, leer cuentos juntos o bailar y cantar en familia, podemos iniciarles en nuevas actividades: la natación (un deporte muy completo para el desarrollo motor), jugar en el parque les encantará y se relacionarán con más niños de su edad, montar en bici, patinar o participar en juegos de pelota.
Es importante que desde casa se apoyen las técnicas que los profesionales emplean en las guarderías y colegios para que el desarrollo de los más pequeños sea lo más completo y satisfactorio posible. La ayuda y la implicación de los padres son fundamentales y, además, contribuyen a fortalecer los vínculos afectivos.
Publicado originalmente el 22 de abril de 2015, actualizado el 21 de julio de 2025
FAQs sobre psicomotricidad infantil
La motricidad se refiere a la capacidad de movimiento del cuerpo, mientras que la psicomotricidad engloba la relación entre el movimiento, la mente y las emociones.
En esta disciplina se trabajan diversas áreas que abarcan el desarrollo físico, cognitivo y socioafectivo de los niños.
Se organizan actividades y ejercicios que promuevan el movimiento y el desarrollo de habilidades motoras, junto a materiales y juegos sensoriales para estimular los sentidos, y actividades de expresión corporal para favorecer la creatividad y la comunicación.
Etapa vital
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