Análisis de sangre y embarazo

  • 27 de Abril del 2023
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Los análisis de sangre en el embarazo permiten conocer el estado general de salud de la gestante y descartar cualquier enfermedad que pudiera comprometer su bienestar y el del feto.

Por lo general, suelen realizarse tres análisis de sangre durante el embarazo, uno por cada trimestre. En este artículo, te explicamos qué parámetros se controlan en cada uno de ellos.

Análisis de sangre del embarazo en el primer trimestre

La primera analítica suele realizarse entre las semanas 9 o 10 de gestación. Permite conocer y valorar los siguientes parámetros y niveles:

  • Grupo sanguíneo. Se realiza por sí es necesaria una transfusión de sangre durante el embarazo o el parto.
  • Factor RH. Permite detectar una posible incompatibilidad entre la madre y el futuro bebé.
  • Hemograma. Se mide el recuento de eritrocitos (glóbulos rojos), leucocitos (glóbulos blancos), plaquetas y hematocritos/ hemoglobina. Se comprueba que estén dentro de los parámetros correctos.
  • Serología. Se valora la inmunidad de la gestante frente a determinadas infecciones (rubéola, toxoplasmosis, hepatitis B y C, sífilis y VIH)
  • Test de Coombs indirecto. Se realiza de forma preventiva a todas las embarazadas independientemente de su Rh. Sirve para determinar si la madre ha producido anticuerpos contra los glóbulos rojos que presenten el factor Rh positivo.
  • Triple screening. Se cuantifican tres enzimas del feto que se detectan en la sangre materna y permiten valorar el riesgo de alteraciones cromosómicas. Esta prueba se tiene en cuenta de manera conjunta con la ecografía de la semana 12 de embarazo.

El análisis de sangre en el embarazo se complementa con un análisis de orina. La información de la analítica del primer trimestre de gestación permite descartar que exista una infección de orina y comprobar que el resultado no indica diabetes gestacional o preeclampsia (tensión alta en el embarazo).

Análisis de sangre del embarazo en el segundo trimestre

Esta segunda analítica se realiza entre las semanas 24 a 28 de gestación. Estos son los resultados que se comprueban:

  • Hemograma. Al igual que en el trimestre anterior. Sirve para descartar anemia en la embarazada.
  • Serología. No hace falta repetir el estudio de la toxoplasmosis ni la rubéola. Las serologías restantes se comprueban como rutina o bien a petición del médico si estima factores de riesgo. 
  • Test de Coombs. Se repite si la madre tiene Rh negativo.
  • Test de Sullivan. Se conoce también como “la prueba del azúcar” y sirve para medir el riesgo de diabetes gestacional. Se mide la glucosa en sangre. Seguidamente, la embarazada bebe una solución con 50 gramos de azúcar disuelto en agua; una hora después se vuelve a extraer sangre y a medir el nivel de glucosa. 

De nuevo, el análisis de sangre se acompaña de una analítica del sedimento de la orina.

Análisis de sangre del embarazo en el tercer trimestre

En un embarazo que transcurre con normalidad, ésta sería la última analítica. Se realiza entre las semanas 32 a 34 de gestación y estos son los parámetros que se estudian:

  • Hemograma. Se sigue vigilando los niveles de glóbulos rojos, glóbulos blancos, plaquetas y hematocritos/ hemoglobina para comprobar si existe anemia.
  • Pruebas de coagulación. Determinan el riesgo de hemorragia en el momento del parto y si se puede aplicar anestesia epidural.

El análisis de sangre se acompaña de la analítica de orina.

Los análisis de sangre del embarazo son una valiosa herramienta que, junto al resto de pruebas que se realizan, permiten descartar o detectar a tiempo posibles factores de riesgo y preservar la salud de la madre y el futuro bebé.

Etapa vital

Referencias