El proceso de envejecimiento del cuerpo provoca múltiples cambios a nivel físico y mental. Mantener una vida activa y hacer ejercicio a partir de los 65 años tiene infinidad de beneficios y es fundamental para tener una mejor calidad de vida durante más tiempo. En este post te contamos cómo el ejercicio en las personas mayores puede ser la clave para sentirse mejor y evitar problemas de salud.
Envejecimiento y ejercicio
Con el paso del tiempo el proceso de envejecimiento avanza y el organismo sufre algunos cambios importantes que afectan directamente a la calidad de vida:
- Se da una pérdida de músculo y fuerza de manera progresiva.
- Disminución de la capacidad motriz.
- Pérdida de autonomía y capacidad funcional.
- Menor equilibrio y flexibilidad.
Cuando estos cambios empiezan a manifestarse, muchas personas mayores dejan de cuidarse y cada vez llevan vidas más sedentarias, pero la realidad es que no hay que dejar de hacer ejercicio, simplemente adaptarlo a las nuevas condiciones físicas de cada persona.
¿Quién puede hacer ejercicio?
Si no hay ningún impedimento de salud, o alguna indicación directa del médico, cualquier persona mayor puede llevar una vida activa. Eso sí, es necesario saber qué actividades puede realizar y cuáles no, así como la intensidad. Ante cualquier duda, lo mejor es consultar con un profesional.
Beneficios de hacer ejercicio en la tercera edad
El ejercicio físico para la gente mayor es una apuesta de salud y bienestar a nivel físico y cognitivo:
- Frena la atrofia muscular, ayudando a mantener el tono y la fuerza, y, por tanto, la motricidad, la elasticidad y la agilidad.
- Favorece la movilidad y una mejor conservación de las articulaciones.
- Contribuye en la regulación de los niveles de glucosa en sangre.
- Reduce el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares.
- Refuerza la actividad intelectual, ayuda a mantener la memoria en buen estado y reduce las probabilidades de padecer depresión, estrés y ansiedad porque mejora el estado de ánimo.
- Combinado con una buena dieta, disminuye la posibilidad de padecer diabetes.
- Ayuda a mantener el colesterol en los niveles adecuados, reduciendo el riesgo de hipertensión.
- Aumenta la capacidad respiratoria y de oxigenación del organismo.
- Evita la descalcificación y desmineralización de los huesos.
- Refuerza el sistema nervioso e inmunológico.
- Ayuda a mantenerse en un peso saludable, evitando el sobrepeso y la obesidad.
- Disminuye la posibilidad de que se formen depósitos en las vías urinarias y riñones.
- Ayuda a mantener más ágiles los sentidos.
- Mejora la secreción hormonal, algo muy importante para las mujeres cuando comienzan la perimenopausia o climaterio.
Ahora que ya sabes cómo afecta el envejecimiento al cuerpo y que con el ejercicio estos cambios se pueden minimizar, ¿te animas a activarte de nuevo? Recuerda que antes de realizar cualquier actividad, no está de más que consultes con tu médico para que te asesore y te indiqué cuál es el tipo de ejercicio más adecuado para ti.
Etapa vital
Referencias
- Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. Guía de Ejercicio Físico para Mayores. Recuperado de: https://www.segg.es/media/descargas/GU%C3%8DA%20DE%20EJERCICIO%20F%C3%8DSICO%20PARA%20MAYORES.pdf
- Fundación Española del Corazón. Ejercicio. Recuperado de: https://fundaciondelcorazon.com/ejercicio/para-mayores/987-beneficios-de-la-practica-deportiva-para-mayores.html
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