¿Cuándo empieza a notarse la tripa en el embarazo?

Desde que descubres que estás embarazada hasta que finalmente das a luz, se producen una serie de cambios físicos extraordinarios que permiten que el bebé se desarrolle en tu interior. La barriga es uno de los más notables del embarazo, y a todas las mamás os gusta ver cómo evoluciona vuestro vientre del primer al noveno mes de gestación. En este post te explicamos cuándo se empieza a notar la tripa durante el embarazo y qué factores pueden determinar su forma y tamaño.

¿A los cuántos meses se nota la tripa en el embarazo?

Hay muchas mujeres que se preguntan cuando empieza a notarse el embarazo. Esta es una duda muy repetida y que vamos a contestar.

Antes de nada cabe resaltar que cada mujer y cada cuerpo es distinto, por lo que no todas las embarazadas experimentan los mismos cambios durante el mismo mes. Sin embargo, sí se puede hablar de un periodo en el que es común que la barriga empiece a notarse más y, por lo tanto, el embarazo empiece a ser visible.

El tamaño de la barriga viene dado por el útero. Así, en las primeras semanas del embarazo se empiezan a engrosar las paredes uterinas, pero este no varía apenas de tamaño y aún mantiene su posición normal encajado a la pelvis. Es a partir del tercer mes de embarazo cuando el útero empieza a salir de su encajonamiento, lo que hace que la barriga se empiece a redondear y se empiece a notar el embarazo.

¿Qué factores interfieren en el crecimiento de tu tripa?

Tal y como ya hemos señalado, dos mujeres embarazadas de cinco meses pueden presentar aspectos totalmente distintos en cuanto al tamaño de su barriga, sin que esto implique problema alguno en el correcto desarrollo de su embarazo. 

Si bien es cierto que existen una serie de factores que pueden influir en el tamaño y forma de tu barriga de embarazada:

• Embarazos previos. Las madres primerizas suelen desarrollar la barriga algo más tarde que aquellas que ya han pasado por un embarazo, ya que sus músculos rectos abdominales conservan el tono, están menos distendidos y, por lo tanto, son menos flexibles. Las primeras suelen notar el aumento del vientre en el cuarto mes, entre las semanas 12 y 16; las segundas suelen tener este crecimiento un poco antes, alrededor del tercer mes.
• La altura es también un factor a tener en cuenta en el crecimiento de la tripa de embarazada. En las mujeres altas, el tamaño de la barriga se percibe como más pequeño, ya que el bebé tiene más espacio para acomodarse longitudinalmente.
• Lo mismo ocurre con la anchura de la pelvis. Las madres con una pelvis más estrecha suelen presentar una barriga más grande y redonda que las mujeres con una pelvis más ancha, ya que tienden a encajarse menos con el suelo pélvico.
• La grasa abdominal también repercute en la forma que adquiere el vientre materno durante el embarazo. Mientras que las mujeres con sobrepeso u obesidad presentan una tripa más voluminosa, las mujeres con menor índice de grasa abdominal suelen tener barrigas más prominentes. El peso ganado durante el embarazo es también un factor clave en el crecimiento y forma de la barriga de una mujer embarazada.
• La cantidad de líquido amniótico. Este se eleva rápidamente desde la semana 10, llegando a representar unos 800 ml del peso que ganará la madre al final de su embarazo, por lo que aquellas que generan una gran cantidad de líquido amniótico suelen tener una barriga de mayor volumen que aquellas que producen menos. 
• La posición fetal. Dependiendo de la postura que adopte el bebé, el vientre materno se verá de una forma u otra durante los nueve meses de gestación.

A partir del cuarto o quinto mes de embarazo, cuando se nota el embarazo más prominente, probablemente empezarás a optar por ropa premamá o, en su defecto, ropa más holgada y de mayor tamaño que permita a tu vientre crecer con libertad y sin presiones molestas e innecesarias.

Distintos tipos de barriga según su forma y tamaño

En general, podemos distinguir diferentes formas y tamaños de barriga a lo largo de todo el periodo de gestación. Eso sí, en ningún caso se podrá saber el sexo del bebé según la forma del vientre, es un mito que carece de fundamento científico. Los distintos tipos de tripa de embarazada son:

• Barriga puntiaguda: Es la tripa más común de las mamis primerizas, del inicio del embarazo o de aquellas que presentan una constitución delgada y unos músculos abdominales tonificados por la práctica de deporte. 
• Barriga redondeada: A medida que el embarazo progresa, o en el caso de las mamis que ya han vivido la experiencia anteriormente, encontramos vientres más redondeados. Esto es debido a la distensión y relajación de los músculos del útero y abdomen.
• Barriga baja: A medida que la fecha del parto se aproxima, la tripa va haciéndose más y más grande y, del propio peso y volumen, cede hacia abajo dando lugar a la conocida como barriga baja.

¿Cada cuánto deberías controlar el tamaño y forma de tu tripa?

Los cambios físicos durante el embarazo son perfectamente normales y naturales. Aún así, Club familias recomienda realizar un seguimiento regular del aumento de peso durante todo el embarazo, ya que un aumento excesivo del mismo podría conllevar consecuencias negativas en el desarrollo del bebé. Tu médico te ayudará a hacerte una idea del peso recomendable que según tu índice de masa corporal (IMC) deberías ganar de manera progresiva, y te dará las pautas necesarias para hacerlo de la forma más saludable posible.

Las visitas al médico, siempre y cuando no haya complicaciones, variarán a lo largo del embarazo:

• Hasta la semana 32: una vez al mes.
• De la semana 32 a la 36: cada 15 días.
• De la semana 36 a la 40: una vez a la semana.

Además de los controles que se harán semana a semana, y que podrás consultar en nuestra Guía del embarazo.

Ahora que ya sabes que no todas las mujeres experimentan los mismos cambios, relájate y no te compares con otras mujeres embarazadas, ¡cada una avanza a su propio ritmo! Verás que en cuestión de semanas tu barriga se hará más y más grande, y es que tu bebé está creciendo dentro de ti. Eso sí, no olvides llevar una alimentación sana y equilibrada, y realizar ejercicio físico adaptado a tu embarazo (siempre y cuando tu médico confirme que puedes hacerlo).