Onceavo mes de vida de tu bebé

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En este artículo…

¡Ya casi está aquí su primer cumpleaños! Este mes, tu bebé de once meses (¡caray!) empieza a dejar de ser un bebé para lanzarse de cabeza hacia su primera infancia. Puede dar un poco de impresión al inicio, pero felicitate mucho, porque tu pequeña guerrera o tu valiente explorador de suelos puede haber cumplido con algunos de los hitos del desarrollo previos a los doce meses: sus primeros pasos, sus primeras palabras y ya casi puede comer de todo. 

¿Cómo crece tu bebé?

Los cambios a nivel de peso y estatura entre el décimo y el onceavo mes no suelen ser muy relevantes: de media, alcanzará los 10 kg de peso y medirá unos 76 cm de longitud. ¿Por qué no sigue creciendo a toda velocidad? ¡Tu bebé ahora está centrado o centrada en moverse por toda la casa y seguir musculando su cuerpecillo y desarrollando sus capacidades cognitivas! Físicamente, ahora es mucho más perceptible cómo se va perdiendo esa “apariencia gordita” del primer año de vida y se va sustituyendo por un aspecto más tonificado, esto es debido a las carreras y el gateo por todas partes ¡que quema un buen número de calorías por día!

Ten en cuenta que:

  • Ahora que tu bebé te usa de “punto de estabilidad” para dar sus primeros pasos, evita hacer movimientos repentinos y aprende un poco más sobre ejercicios para fortalecer tu espalda: en especial, la zona lumbar.
  • Debido a que sus piernas pueden seguir bastante arqueadas y sus pies planos, el bebé necesitará todavía muchos puntos de apoyo, ¡se está desarrollando para empezar a caminar! 
  • Para el onceavo mes, tu bebé ya tendrá la fontanela totalmente cerrada.

Habilidades y desarrollo

A nivel motriz, tu bebé seguirá desarrollando sus habilidades físicas a toda velocidad. Estas semanas comprobarás que sus movimientos se van haciendo más limpios y depurados mientras se arrastra, empieza a ponerse de pie sin ayuda o a caminar; también a nivel de habilidad motriz fina, seguirá mejorando en la forma en la que coge objetos y alimentos o apila objetos.

Sin embargo, los cambios más relevantes en este momento se están dando dentro de su cabecita. ¿Te has fijado? Quizá has notado que tu hijo o tu hija ha empezado a desarrollar gustos específicos o a mostrar nuevos rasgos de su personalidad, como ya habíamos comentado el mes anterior, pero, sobre todo, estos días comienza a poner significado a las palabras y a asociar causa y consecuencia en situaciones diarias (si cogen el carrito, nos vamos de paseo). Poco a poco, entenderá imperativos o peticiones simples: coge la pelota, ¿puedes darme la mano?, ¡ven aquí! A grandes rasgos, ¡se empiezan a consolidar las bases del lenguaje! Por lo tanto, es muy importante que le animes e intentes comunicarte con él o ella, aunque no siempre entiendas lo que quiere decirte.

¿Cómo saber si tu bebé se está desarrollando adecuadamente?

Presta especial atención a que tu bebé intente gatear, se siente e interactúe contigo. Si no lo hace, sería conveniente que lo consultaras con el pediatra.

Un día cualquiera...

Si habéis conseguido establecer unas buenas rutinas con el bebé, es probable que el día a día de tu peque en casa o en la guardería sea similar al siguiente:

  • 7 am. ¡Tu bebé te despierta para la primera comida del día! No hay un despertador mejor, ¿verdad? Si todavía le das el pecho o fórmula, esta es buena hora para un primer desayuno.
  • 8 am. Desayunamos juntos. Algunas buenas opciones son las papillas de cereales,  el yogur o la fruta. Como ya comentamos, si puede comer en la trona y tener acceso a manipular los alimentos con cubiertos infantiles o con las manos, mejor que mejor.
  • 9-10 am. ¡Es la hora de jugar, explorar y seguir aprendiendo! Recuerda la importancia de las zonas seguras en casa y del juego individualizado. 
  • 10 am. Si tu bebé todavía hace siestas por la mañana, ¡es probable que necesite un ratito para recargar pilas!
  • 13 pm. Comida. ¡Es un buen momento para seguir enseñándole a usar los cubiertos y la taza de sorbos! Por supuesto, evitemos estresarnos: todavía son tareas complejas para tu bebé y necesitará su propio tiempo para volverse un poquito más independiente.
  • 14 pm. Siesta de la tarde.
  • 16 pm. Paseo, tiempo de juego, vida social. ¿Has pensado incluir al bebé en muchas de tus rutinas? ¡Puedes ir a comprar con él o ella al supermercado y, a continuación, aprovechar la guardería de tu gimnasio para tener un ratito extra para ti!
  • 19 pm. Cena.
  • 20 pm. Rituales de sueño.
  • 21 pm. ¡Se apagan las luces! Para tu bebé, ¡ya es hora de irse a dormir!

Por supuesto, esto solo es un ejemplo de rutina de los múltiples que existen. Recuerda que tu bebé debería dormir entre 13 y 14 horas cada día y mantener unas rutinas fijas para saber a qué atenerse en cada momento, lo que facilitará mucho los tiempos de vigilia y descanso para toda la familia.

Rutinas de juego para el día a día de tu bebé

El juego seguirá ayudando a tu bebé de once meses a descubrir y a desarrollar habilidades físicas y mentales imprescindibles para su desarrollo. En esta etapa en la que se empezará a mover muchísimo más, te recomendamos introducir, si todavía no lo has hecho, juguetes de exterior, como andadores y columpios, a la vez que continuáis jugando con teléfonos y otros juguetes interactivos que estimulan las relaciones asociativas y el lenguaje. 

Ten en cuenta que, según los intereses de tu bebé, también puedes empezar a presentarle juguetes que estimulen su coordinación ojos-manos para mejorar su habilidad motriz fina: canastas con pelota, juguetes de bolas, encajables... 

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Cuidados básicos

Las vacunas para tu bebé de once meses

Según el calendario de vacunación español que preparó el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de España, este mes toca volver a vacunar a tu bebé. Recuerda que la vacunación es parte de los cuidados básicos y supone múltiples beneficios para tu bebé: si quieres saber más sobre su importancia, te recomendamos que visites la página de la Asociación Española de Pediatría sobre el calendario vacunal donde encontrarás mucha más información.

Este mes, tu pediatra debería vacunar a tu hijo con las siguientes vacunas: 

  • Difteria, tétanos y pertussis (tosferina).
  • Poliomielitis.
  • Enfermedad por haemophilus influenzae b.
  • Hepatitis B.
  • Enfermedad neumocócica.

Si tu hijo o tu hija presenta alguna pequeña reacción tras haber sido vacunado, recuerda que puedes visitar nuestro Club familias para leer sobre consejos para calmar y cuidar de tu bebé tras las vacunas. Además, si temes que tu peque pueda ser alérgico a alguno de los componentes de las vacunas, te recomendamos que consultes con tu pediatra.

Caminar de puntillas: no tienes de qué preocuparte

No es extraño que muchos padres y madres se alarmen cuando su bebé empieza a caminar y lo hace de puntillas. En un primer momento, suele hacernos gracia y, a continuación, preocuparnos, ya que no tenemos claro si es o no es normal, ¿verdad? ¡Pues tranquilidad! Es 100% normal y solo se trata de una fase más para algunos bebés.

Te recomendamos:

  • Permite que tu hijo o tu hija camine descalzo tanto como sea posible: en espacios públicos, es lógico que tenga que ir calzado, pero no es lo más recomendable si podemos ofrecer alternativas a ratos.
  • Alienta a tu bebé a que camine más y más: poco a poco comprobarás que, de sus primeros pasos y de ese gracioso movimiento “de puntillas”, tu peque descubre rápido cuál es la forma más funcional para moverse.

Mordis… ¡ay! Los mordiscos de tu bebé 

Alrededor del primer año, no es extraño que tu bebé empiece a morder objetos o, lo que suele ser más problemático, personas. En ningún caso debemos relacionar esto con un comportamiento agresivo o de mala educación (pensar en estos términos puede parecer lógico, pero no tiene demasiado sentido todavía). Se trata de otra forma de descubrir lo que le rodea al igual que lo ha hecho con sus manos, sus ojos o la boca. Solo tienes que asegurarte de que entienda que morder no es apropiado ni correcto: utilicemos un “no” directo y una gestualidad que no permita errores para el bebé. 

Alimentación

Tu bebé de once meses ya debería comer de todo, así que aprovechamos para recordarte algunos consejos útiles:

  • Sigue optando por platos sencillos y con pocos ingredientes.
  • Si tu bebé rechaza algunos alimentos sólidos, el puré sigue siendo la «opción definitiva», ya lo sabes; en cualquier caso, ten paciencia y sigue completando su dieta.
  • Termina de introducir alimentos de forma gradual: si todavía hay platos que no ha probado, podemos creer que ya no existe riesgo de alergias alimentarias, pero mejor prevenir que curar. 
  • Continúa evitando alimentos que aumentan el riesgo de asfixia: nueces, palomitas, uvas, etcétera. Recuerda: ¡la comida se corta primero siempre con un patrón vertical y luego en horizontal.
  • Puedes seguir amamantando a tu bebé todo el tiempo que consideres oportuno, incluso si vuelves a estar embarazada. Sin embargo, en este caso, es probable que sientas cambios en tu cuerpo debido a la gestación o que tu bebé rechace la leche materna, porque su sabor puede haber cambiado.

Sueño

Con unos buenos rituales de sueño como los que ya hemos mencionado en el décimo mes, tu bebé debería dormir una o dos siestas y gran parte de la noche. Si bien podemos flexibilizar o retirar la siesta de la mañana, todavía es necesario intentar mantener la de la tarde. Por supuesto, nada ni nadie debería ser tan rígido como para perdonar esa siesta de vez en cuando, pero el descanso sigue siendo muy importante. No lo olvides.

A los once meses, además, puede que se dé alguna regresión en temas de sueño relacionada con sus fases de crecimientos o su aumento de actividad diurna, pero debería volver a dormir solo sin excesivas dificultades. Si los rituales de sueño están bien establecidos, tras la cena, el baño y la cuna, tu bebé entenderá que la hora de dormir está llegando.

Este mes los padres...

Podéis empezar a prepararlo todo para su primera gran celebración. ¡El primer año de vida es, para muchas madres y padres, un hito familiar inigualable! Algunas buenas ideas para su primer cumpleaños son: 

  • Un collage fotográfico con imágenes de cómo ha crecido nuestra hija o nuestro hijo en estos doce meses
  • Recuerdos de tu bebé: ecografías, ropita que ya no podrá volver a usar, regalos... 
  • Zona de juegos segura para que tu peque y el resto de invitados e invitadas se lo pasen en grande.

Dicho esto, sed conscientes de que la fiesta del primer año es más para las madres, los padres y la familia que para el bebé. El bebé no entenderá gran parte de la fiesta, por lo que si no queréis o no podéis hacer una gran celebración, ¡no os angustiéis! Celebrad su primer cumpleaños como prefiráis. Todo vale: cena familiar, fiesta o un pastelito, lo importante es que sea lo que tú quieres.

Por estas fechas, también es muy probable que los sentimientos se hayan hecho una pelota. Os lo diremos tantas veces como sean necesarias: permitíos expresar vuestros sentimientos y, sobre todo, permitíos sentir. Podéis tener ganas de reír, llorar, intentar descubrir cómo ya casi ha pasado un año entero, no saber qué hacer con toda esa ropita de bebé… ¡Es natural y una fase más! Quizá os ayude romper un poco la rutina, tomaros un día libre o hacer algo distinto a lo habitual: salir de excursión, ir a la piscina, salir un buen rato con vuestros amigos y amigas. ¡Adelante!

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Tu entorno

Este mes puede llegar junto a cierto nerviosismo debido a tantísimos cambios y la cercanía del primer cumpleaños del bebé. Por el contrario, tampoco sería raro que, con las rutinas de comida y sueño ya consolidadas en la familia y en el hogar, sea todo mucho más sencillo que en los meses anteriores. En cualquier caso, os puede ayudar a las mamás y los papás una actitud tranquila frente a las siguientes vacunas y, siempre que os parezca bien, también con la preparación de nuevas zonas seguras para el bebé que ya camina: protecciones esquineras, retirar objetos con los que se pueda hacer daño…

Puntos clave

  • Dile adiós a su apariencia “gordita”. ¡Tu bebé está sacando músculos!
  • Deberías plantearte realizar algunos ejercicios extra para tu espalda: en especial, para la zona lumbar.
  • Si no lo has hecho aún, ya puedes introducir andadores y columpios en sus sesiones de juego.
  • Puede que haya empezado a soltar mordisquitos: ¡es normal! Pero no te sientas mal si le dejas claros los límites ante ese comportamiento.

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