Octavo mes de vida de tu bebé

Tu bebé de 8 meses está ensimismado con el mundo que le rodea, ¿verdad? Casi nos parece estar viéndole gatear, rodear e interactuar con todo y con todos. Esta etapa es una maravilla: nuestros pequeños y pequeñas son una monada y empiezan a balbucear sus primeras palabras. ¡La casa está llena de vida y el peque o la peque va detrás de todo aquello que se mueva o le llame la atención! Son pequeñas personitas llenas de curiosidad, así que ¡agárrate!, vas a tener algo menos de tiempo libre.

¿Cómo crece tu bebé?

En este octavo mes el bebé debería haber alcanzado ya los 8,5 kg de peso y unos 68 cm de altura aproximadamente. Como sabes, son medidas estándares y no debes preocuparte de nada si tu hijo o tu hija pesa un poquito más o un poquito menos: ¡si sufres por esto, que sepas que es algo muy típico! Pero solo debes consultar a tu pediatra y él o ella te tranquilizará enseguida. En esta etapa, los bebés suelen estar más “rollizos” o regordetes y esos pliegues en brazos y piernas son totalmente normales. ¡Achúchale mucho, que seguro que te lo pide el cuerpo! 

Habilidades y desarrollo

En esta fase la postura de tu bebé está mucho más erguida que en los meses anteriores: comprobarás que empieza a poder sentarse por sí mismo o sí misma e incluso que ha intentado o ha conseguido ponerse en pie apoyándose en muebles o en vosotros. En paralelo, las relaciones de causa y consecuencia que ha estado descubriendo hacen que empiece a probar cosas: es el momento en el que el bebé tira la cuchara, el plato u otros objetos de la trona para que tú lo recojas y ¡se parte de risa! Nada que no arregle un poco de paciencia, ¿verdad? Para canalizar esta sanísima curiosidad, puedes consultar algunos juguetes interactivos en esta misma guía, pero te adelantamos que le encantarán los típicos teléfonos con sonidos, las cajas con juguete dentro y similares. 

Presta mucha atención a sus movimientos durante estas semanas: que haya empezado a sentarse o a intentar incorporarse no significa que lo pueda hacer con seguridad y, con 8 meses, deberías proteger a tu bebé con cojines a su alrededor siempre que esté en el suelo o en una postura, más o menos, erguida. ¡Ante todo, seguridad! Asimismo, si no está gateando, no te preocupes: puedes incentivar sus movimientos colocándole los juguetes un poquito más lejos o mediante las rutinas de juego, pero todo llegará: disfruta el momento y deja que se desarrolle a su propio ritmo.

Entre los pequeños hitos del desarrollo que, poco a poco, percibimos en nuestro bebé está el hecho de que va entendiendo que es una persona diferente de su mamá o su papá: por un lado, notarás que le encanta mirarse en un espejo y “descubrirse”; por el otro, puede que se sienta algo más inseguro o insegura cuando te vas (lo que se conoce como “angustia por separación”). ¡Es totalmente normal!     

El lenguaje en tu bebé de ocho meses

En esta etapa, la comunicación del bebé empieza a estar bastante más depurada. A los ocho meses, si prestamos atención comprobaremos que:

• El bebé identifica y expresa emociones de su entorno y con su entorno.
• Responde a su nombre y devuelve sonidos.
• Es posible que pronuncie sílabas con claridad y pueda empezar a expresar palabras sencillas como “mamá”, “papá”, “agua” o “comida”.
• En el proceso de generar estas asociaciones, probablemente comience a señalar partes de su propio cuerpo o del nuestro, así como animales o cosas alrededor. ¡Está aprendiendo a toda velocidad!

Seguridad adicional en casa para tu bebé

Su recién estrenado trabajo de explorador o exploradora de todos los recovecos de la casa nos va a dar grandes alegrías. Debes tener presente, además, que cuanto más estimules a tu bebé, más rápido va a desarrollar algunas habilidades, pero también es probable que lo quiera tocar, agarrar y saber todo de cuantas cosas tenga cerca. Por esto es muy importante que instalemos protecciones en enchufes, esquinas de los muebles y en otros elementos que puedan ser peligrosos para nuestro valiente rastreador o nuestra aguerrida aventurera. Si no has podido hacerlo antes, tómate un par de días para comprar y colocar todos los elementos de seguridad para bebés que consideres necesarios en casa. 

No olvides tampoco la importancia de contar con cubiertos seguros ahora que tu hijo o tu hija ya come sólidos y, ahora que se pasa el día abriendo, agarrando, soltando y tirando (sí, ¡sabemos que a veces es frustrante!) los cubiertos de la trona al suelo será una buena idea tener una pequeña cubertería para nuestro adorado monstruito.  

¿Cómo saber si tu bebé se está desarrollando adecuadamente?

Si tu bebé está desarrollando la mayoría de las habilidades que hemos comentado en los párrafos anteriores, ¡enhorabuena! Es todo un pionero o pionera, seguro que está a punto de su primera palabra, carrera o rabieta por mamitis o papitis. Además, habrás notado que le encanta descubrir cosas mediante el tacto y que ya tiene un super-agarre de presa con sus dedos pulgar e índice. También es muy típico que se ponga en pie y se caiga de culo, ¡ya ha entendido cómo va la cosa! Ahora seguirá y seguirá hasta mantenerse en pie… 

Para asegurarnos de que no hay ningún problema en el desarrollo, prestaremos especial atención a que nuestro hijo o hija:

1. Intente alcanzar objetos cercanos.

2. Responda a nuestras señales de afecto y a los sonidos.

3. Ruede por el suelo.

4. Agarre objetos.

5. Exprese emociones mediante ruidos “felices” o chillidos.

6. No mantenga una postura rígida.

En el caso de que nuestro peque o nuestra peque no muestre alguna de estas conductas, no debemos asustarnos, pero será conveniente consultar a nuestro pediatra para asegurarnos de que no hay ningún tipo de problema en su desarrollo.

Un día cualquiera...

¿Cómo vive un bebé de ocho meses su día a día? Si los dientes no le están dando mucho la lata, lo más probable es que la rutina del sueño durante la noche se haya estabilizado y duerma buena parte de esta. Las siestas durante el día se habrán reducido a un par con casi total seguridad (una a media mañana y otra después de comer) y nos podríamos apostar algo a que se quiere pasar el día jugando y descubriendo cosas por casa, ¿a que sí?

Aprender jugando: el juego para tu bebé de ocho meses

En esta fase es importantísimo empezar a establecer momentos para el juego entre tu hijo y vosotros, así como favorecer el juego independiente que le ayudará a despertar su curiosidad y a probar cosas nuevas. Para el octavo mes, te recomendamos:

• Juguetes interactivos: puedes optar tanto por versiones musicales como por otras orientadas a enseñarles palabras. El niño o la niña tiene que pulsar botones o teclas y hacer que sucedan cosas, ¡suelen ser de sus juguetes favoritos!
• Juguetes de construcción, que le permitirán encajar objetos o poner y quitar piezas y aprender sobre formas y colores. ¡Y lo más importante! Todo lo que puede hacer con sus manos.

Cuidados básicos

A estas alturas, tu bebé ve casi tan bien como tú y puede reconocer a las personas, los animales y los distintos objetos de su entorno: juguetes, muebles, habitaciones de la casa… Como ya te habíamos dicho antes, le encanta explorar y eso tiene sus razones: mejor vista y mejor oído también; te darás cuenta de que los sonidos empiezan a llamarle mucho la atención, los ruidos de la calle, un reloj o el sonido de un teléfono pueden robarle una carcajada a tu peque. ¡Compruébalo!

Otros consejos que deberías tener en cuenta son: 

• Mantener una buena higiene dental desde los primeros dientes de tu bebé. ¡Recuerda que los dentistas recomiendan cepillar incluso las encías con suavidad y un cepillo adecuado! Si tu bebé todavía no tiene dientes, puedes hacerlo para acostumbrarle a esta nueva rutina.
• Para mantener tu hogar más limpio, puedes pedirle a las visitas que se quiten los zapatos en casa. ¡Así te aseguras de que el suelo por el que se mueve tu hijo o tu hija está 100 % limpio! 
• Sin obsesionarte, asegúrate de cumplir ese extra de seguridad ahora que tu bebé se mueve y coge todo lo que está a su alcance: controla su entorno para evitar que se meta en la boca cosas que no debe (el riesgo de asfixia es mucho más alto que hace unos meses) y asegura el mobiliario a la pared.
• Tu peque no debería tocar ni tener a su alcance objetos o alimentos susceptibles de provocar asfixia en los bebés, como monedas, piedras, uvas, palomitas de maíz.

Alimentación

Pese a las necesarias precauciones, a los ocho meses tu bebé sigue descubriendo nuevos olores y sabores y aumentando su repertorio de comidas. Es el momento de incluir alimentos sólidos que se disuelven con facilidad en su boca, como la miga del pan, los cubitos de queso tierno, frutas como el plátano, la pera o el melón y verduras como la zanahoria cocida o el boniato, entre muchos otros. Le ofreceremos siempre alimentos blandos todavía y, si queremos ampliar el repertorio, siempre podemos optar por opciones en puré. En definitiva, nos toca empezar a ampliar la variedad de platos sin miedo: diversificando las opciones de carne, así como de frutas y verduras.  

Sueño

Como ya hemos comentado, tu bebé de ocho meses es probable que duerma con regularidad por la noche y, aunque seguirá durmiendo muchas horas (entre 13 y 14 a diario, de media), puede reducir el número de siestas a lo largo del día. Junto a los problemas de angustia o ansiedad por separación, es posible que percibas que tu hijo o tu hija está probando sus límites y se pone a llorar cuando quiere que vuelvas a la habitación y lo cojas en brazos: esto se deba a que el bebé sabe que sus acciones hacen que sucedan cosas, pero también a que ha desarrollado lo que se conoce como sentido de permanencia del objeto y ahora entiende que, cuando te vas de un sitio, no desapareces. Por descontado, si bien es muy interesante, también puede ser un pelín incordio durante unos días o semanas, así que te tocará armarte de paciencia.

Si tu bebé muestra signos de angustia por separación, puedes:

• Poner especial énfasis en los momentos de tranquilidad antes de la hora de dormir (baño, cuento, canción de cuna, etcétera).
• Acercarte hasta su cuna y consolarle con unas friegas o con un beso.
• No modificar las rutinas: aunque pueda parecer necesario en algún momento, la rutina ayuda a que tu bebé tenga las cosas más claras y le ofrece mayor previsibilidad y tranquilidad.

Este mes los padres...

Este octavo mes están pasando muchísimas cosas, ¿verdad? A partir de ahora vuestro bebé puede usar protección solar, por lo que es recomendable aprovechar la primavera y el verano para disfrutar más de otros espacios. Veréis que, poco a poco, algunas limitaciones de tu día se difuminan y todo se hace un poquito más fácil que en los primeros meses. 

Del mismo modo, que lo anterior no sea excusa para no poder disfrutar de vuestros momentos; apoyaos en la familia y en una niñera o niñero para reservar algo de tiempo para tus amigos, tu pareja y tus aficiones. ¡Tener vuestro espacio personal también ayuda a ser mejores madres y padres!
 

Tu entorno

Si los progenitores todavía no han preparado todos los elementos de seguridad en casa, estamos seguros de que los amigos y familiares estaréis encantados de echarles una mano para que no descuiden ni un punto ciego en el hogar. Aun así, es importante no sobresaturar con nuestros consejos. Por supuesto, si consideramos que hay un punto peligroso que está descuidado haremos muy bien en decírselo. 

Ahora, además, empieza una etapa estupenda para las relaciones sociales de los padres con hijos: ahora el bebé ya puede estar mucho más presente en quedadas y en momentos de ocio (¡y, a veces, hasta ser el centro de todas las atenciones!), pero es muy importante hacer planes inclusivos.   

Puntos clave

• Los bebés en el octavo mes suelen tener un aspecto más regordete y achuchable.
• El bebé ya se sienta y se empieza a poner en pie.
• Puede haber dicho sus primeras palabras, como mamá, papá o pelota. ¡Hurra!
• Se lo pasa en grande con juguetes musicales e interactivos.
• Quizá quieras empezar a buscar niñera/o, ¡te mereces un ratito para ti de vez en cuando!