Semana 21 de embarazo

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En este artículo…

Estás en… Segundo trimestre
Te quedan: 19 semanas 

¡Ya has cruzado la línea de mitad de tu embarazo! Ahora mismo, es probable que tu bebé te esté dando pataditas y moviéndose como ni te imaginabas hace solo unas pocas semanas atrás. Si vives en un país latinoamericano o anglosajón, quizá incluso hayas preparado el baby shower de tu futuro bebé, una tradición que, poco a poco, también ha entrado en España.

Esta semana tú...

A partir de los tres o cuatro meses de gestación, habrás empezado a aumentar medio kilo (0,5 kg) de peso por semana. Poco a poco, notarás como tu barriga ya grita a los cuatro vientos lo que para ti lleva meses siendo muy obvio: ¡estás embarazada! Pero tus pies también están empeñados en recordártelo. Sí, nos referimos a la habitual hinchazón en piernas y pies, que empieza a intensificarse a partir del quinto mes de gestación.

Para evitarlo, además de mantenerte activa, poner los pies en alto y no cruzar las piernas, puedes usar medias especiales para mejorar la circulación, ropa holgada y zapatos cómodos. Se ha descubierto, no obstante, que los dos puntos más importantes son:

  • Aumentar el consumo de potasio y vigilar con el consumo de sal para conseguir un buen equilibrio entre sodio y potasio en tu organismo.
  • Mantenerte hidratada: sigue bebiendo un mínimo de 8 y 12 vasos de agua al día (por lo menos, 2 litros).

Aun así, aunque no nos guste nada eso de retener líquidos, está vinculado con el ensanchamiento de las articulaciones y el tejido pélvico a medida que se acerca el momento del parto. En otras palabras, hay que mantenerlo bajo control, pero este tipo de edema no deja de ser un mal necesario.

Las estrías salen a escena 

Alrededor de la semana 21 puede que veas alguna estría en tu cuerpo: estómago, muslos, caderas, pecho… Las estrías son rayas rosadas o violáceas que aparecen cuando el tejido de soporte de la piel se rasga a medida que la misma se estira. Por descontado, el aumento de peso en otras situaciones también puede provocar estrías, pero esas situaciones, a priori, parecen más controlables que el aumento de peso en un embarazo, ¿no crees? De todas formas, si mantienes una dieta que te permita el buen desarrollo fetal sin grandes aumentados de peso, ayudarás a evitar su aparición.

Las estrías son marquitas indoloras, pero la sequedad y el picor sí pueden ir asociadas a ellas a medida que se estira la piel. Por regla general, las cremas hidratantes y humectantes son una gran herramienta para combatir estas molestias. Además, las estrías sólo aparecen en el 50% de las futuras mamás: si bien no es un porcentaje bajo, si tu madre o tus abuelas no tuvieron estrías del embarazo será menos probable que tú las tengas. Del mismo modo, cuanto más oscura sea tu piel, menos probabilidades habrá de que tengas estrías (si bien ya de por sí son menos visibles).

Ansiedad propia del embarazo

Tu día a día ha sido bastante normal hasta ahora. Quizá hayas tenido náuseas y fatiga en el primer trimestre o te hayas notado los pies hinchados, pero lo has sobrellevado todo como una campeona. Estos días, sin embargo, a medida que crece la tripita y el bebé le da patadas como si se estuviese preparando ya para entrar en el equipo de fútbol del colegio, todo se ha vuelto muy real.

Cuando el embarazo se vuelve visible, muchas madres y padres empiezan a sentir miedo y ansiedad. Ante todo, no ocultes esos sentimientos: son ¡totalmente normales! Háblalo y escucha a tu pareja; habla también con tus padres, con amigos, con quien tú consideres que es digno de confianza. Y, sobre todo, recuerda que es algo natural y que sienten casi todas las futuras mamás.

Esta semana tu bebé...

¡Esta semana tu bebé ya es todo un titán o titana! Su sistema digestivo está mucho más desarrollado que hace poco más de quince días y el bebé ha empezado a tragar líquido amniótico para que su intestino delgado pueda absorber los nutrientes. Aun así, su fuente de alimento principal seguirá siendo la placenta, de donde obtiene la mayoría de los nutrientes, pero ¿no es asombroso cómo sigue creciendo tu hija o tu hijo dentro de ti? 

Esta semana tu bebé debería pesar entre 350 y 385 gramos y medir alrededor de 25 cm de altura. Por regla general, a lo largo del día lo notarás bastante activo a ratos y, en otros momentos, sentirás que está moviéndose menos. Esto es totalmente normal y no te tienes que agobiar: el bebé alternará sueño y vigilia. Cuando te acostumbres a esta sensación, puede que te asustes si, en algún momento, no notas a tu bebé, pero solo tienes que relajarte y “sentir” los movimientos del feto cada día. 

Si, en algún momento, esta sensación es menos intensa, no hay problema y, si no notas ningún tipo de movimiento, debes mantener la calma y acudir a consulta a por un chequeo rutinario. Puede que, a lo largo del día, hayas estado ocupada y no sepas si el bebé se ha movido o no se ha movido. Para estimular su movimiento, puedes:

  • Comer algo dulce (fruta, chocolate) para subir los niveles de glucosa.
  • Tumbarte sobre tu costado izquierdo y tratar de relajarte.
  • Masajearte la barriga para estimular su movimiento.
  • Ponerle música.

¿Te estás preguntando qué más está ocurriendo en tu interior? Veamos:

  • Los movimientos de tu bebé todavía son actos-reflejo: su cerebro y sus vías nerviosas siguen desarrollándose y, poco a poco, empezarán a captar señales eléctricas y a vincularlas a sensaciones concretas.
  • Su piel, ya está recubierta de vérnix caseosa, y ahora que el bebé está protegido, empiezan a crecer sus uñas (y no podrá arañarse a sí mismo).
  • El hígado y el bazo dejarán de producir células sanguíneas (alrededor de la semana 30, el bazo ya se jubila de este trabajo y, antes de que nazca el bebé, también lo hará el hígado), a partir de ahora la médula ósea ya está empezando a hacerse cargo de esta función.
  • En las niñas, la vagina se está desarrollando; además, sus ovarios ya han bajado del abdomen a la pelvis de un modo similar a como lo han hecho los testículos de los niños, que todavía no han llegado al escroto.
  • La médula ósea ha empezado a producir glóbulos rojos, mientras que su aparato digestivo sigue desarrollándose.
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Cuídate, cuídale

Vamos a hablar un poco más sobre la hinchazón de pies y piernas o edema, ¿te parece? Como ya hemos dicho antes, hay una parte hormonal y un aumento en el flujo sanguíneo debido al embarazo que no vas a poder controlar. Ante esto, solo puedes asumir que es uno de los contras de tu embarazo; sin embargo, sí puedes modificar algunos hábitos para reducir las molestias.

  • Aumenta el consumo de potasio. Ya te lo hemos dicho, pero te lo repetimos: come plátanos, habas.... La ingesta directa, sin suplementos más allá de los posibles complementos de vitaminas, minerales y DHA que el ginecólogo o matrona puede que te hayan recomendado, será suficiente para que notes cierta mejora con rapidez.
  • Bebe agua. Muchas personas creen que la retención de líquidos y beber mucha agua son totalmente contrarios y ocurre todo lo opuesto: si bebes más, eliminarás todo lo que tu cuerpo no necesite (desechos).
  • Cómprate unas medias para mejorar la circulación u opta por calcetines con elástico superior.
  • Muévete, cambia de posición y mantente en pie a ratos. El sedentarismo es la peor opción también durante tu embarazo: aunque no te apetezca siempre, moverte e incluso realizar ejercicio adaptado a tus casi cinco meses de gestación te ayudarán a sentirte mejor.

También debes tener presente que los masajes durante el embarazo son una buena forma de evitar dolores y reducir la ansiedad. Asegúrate siempre de que acudes a un fisioterapeuta especializado en masaje prenatal.

Por último, si tú y tu pareja seguís practicando sexo (algo que está totalmente recomendado siempre que os apetezca a ambos), deberéis empezar a buscar posturas compatibles y cómodas para vuestra intimidad. En cualquier caso, el bebé ni entiende lo que está pasando (una de las dos típicas preocupaciones de los papás) ni le perjudica en modo alguno: el aumento del ritmo cardíaco o la rigidez momentánea en el útero cuando se alcanza el orgasmo no le perjudicarán en absoluto.

Esta semana es importante

A partir de esta semana deberías prestar atención ante cualquier posible sangrado vaginal, incluso en los casos de que se trate de sangrado sin dolor, puede estar relacionado con la insuficiencia del cuello uterino (como ya comentamos semanas atrás, en este caso, el cuello uterino empezará a dilatar demasiado pronto y puede aumentar el riesgo de un parto prematuro) o la placenta previa, patología en la que la placenta puede seguir cumpliendo con su función, pero se ha adherido a la parte baja del útero, cubriendo una parte o todo el cuello uterino, lo que puede provocar sangrado y dificultades durante el resto del embarazo y el parto. 

Para tu tranquilidad, la labor de tu ginecólogo o del equipo médico será un control exhaustivo, pero sin interferencias (por regla general, además, los ultrasonido anteriores ya deberían haber indicado estos posibles problemas).

En la consulta

No hay visitas programadas para la semana 21. Sin embargo, en tu última visita tu ginecólogo habló de ¿la longitud de tu bebé de la coronilla hasta el talón? ¡Pues sí! A mediados del embarazo, debido a la forma más “humana” del feto, se mide desde la coronilla hasta el talón y se deja de medir el feto desde la coronilla hasta la grupa, como suele hacerse hasta las 14 semanas de gestación debido a su forma de “C” invertida (CRL o longitud céfalo-caudal).

Tu próxima visita

A partir de la semana 20, la preeclampsia o hipertensión durante el embarazo es más habitual, por lo que no es extraño que tu médico empiece a tomar tu presión arterial o requiera analizar una muestra de orina de forma periódica. 

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Tu entorno

El aumento del riesgo de infecciones de orina en las embarazadas, a menudo, puede reducirse con una correcta higiene íntima de las parejas. Si tu pareja está embarazada, intenta ducharte antes de mantener relaciones sexuales, pues reducirás notablemente la entrada de bacterias en su vagina. Además, si ayudas a la futura mamá a normalizar el ir al baño a orinar antes y después de mantener relaciones sexuales, el riesgo será aún menor.

Por otra parte, estáis entrando en los meses de las compras, los regalos y los baby showers, que ya empiezan a verse también en España y son bastante comunes en algunos países de anglosajones y de Latinoamérica. Una buena opción es hacer una lista con los objetos imprescindibles que creéis necesitar (podéis dejaros aconsejar, por supuesto) tanto para compras como para regalos de familiares y amigos y, poco a poco, completar esa lista durante los meses siguientes. ¡No hay nada que dé más rabia en esto que comprar cosas y darte cuenta de que no vas a utilizarlas nunca!

Puntos clave

  • El edema o la hinchazón de pies y piernas empieza a intensificarse: ¡bebe agua, toma potasio y muévete!
  • Vigila que tu bebé se mueva todos los días y, ante la duda, estimula su movimiento.
  • Si practicas sexo con tu pareja, deberás empezar a adaptar las posturas.
  • Tu ginecólogo empezará a controlar tu tensión por el aumento del riesgo de preclampsia en esta fase del embarazo.
  • Haz una lista de “objetos imprescindibles” para posibles regalos y compras con tu pareja.

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